lunes, 21 de noviembre de 2011

Elucubraciones en los estertores del 20-N

Quería decir, que el segundo mandato de Rodríguez Zapatero (luego de que estallara la crisis de Lehman Brothers en 2008, que parece retro-alimentarse y complejizarse hasta el infinito y más allá), tomando decisiones propias de un gobierno liberal-conservador, ha dejado a España al borde del precipicio.

Este domingo, con el voto de su pueblo, España está dando un paso hacia adelante.

Y yo quiero convencerme de que no se merece este destino, pero insisto a todo quien me quiera oír que para mí la situación actual de España tiene muchos ribetes pre2001 argentos. Y más de un amigo español me comentó que duda de que Rajoy pueda llegar al final de su mandato, en tanto cuatro años hoy parecen una eternidad. Y la experiencia que tiene Mariano con los helicópteros no es buena (me río por no llorar).


Una duda me agobia: El PP en España con el 44% de los votos obtiene una amplísima mayoría parlamentaria que le permitirá (como ya hizo cuando la obtuvo en el '96) hacer lo que quiera con su usual prepotencia, sin dialogar ni consensuar nada con nadie.
¿Cómo lo analizarán los diarios argentinos, tan preocupados por el peligro institucional que, insisten, acecha a la democracia criolla luego de que Cristina Fernández con el 54% de los votos tenga mayoría (bastante menos holgada que el PP, por cierto) en el congreso?



La imagen que ilustra la entrada corresponde a la obra "Contrabandistas de gauchín saliendo de Gibraltar", de John F. Lewis (1805-1876). Sketches and Drawings of the Alhambra, Londres, 1835.




Esa España inferior que ora y bosteza, vieja y tahur, zaragatera y triste; esa España inferior que ora y embiste cuando se digna usar de la cabeza, aún tendrá luengo parto de varones amantes de sagradas tradiciones y de sagradas formas y maneras; florecerán las barbas apostólicas y otras calvas en otras calaveras brillarán, venerables y católicas.

¿Para cuándo la España de la rabia y de la idea?

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