domingo, 9 de diciembre de 2018

Ojalá el peblo vote sin escuchar a los dirigentes

El 9 de diciembre de 1824 se desarrolló la batalla de Ayacucho. La victoria de los independentistas selló la independencia del Perú. Y definió la independencia de nuestra América.

Hoy, 194 años después, la final del torneo denominado "Libertadores de América", que recuerda aquella gesta libertadora, se jugará en Madrid.

Puede parecer un hecho mínimo, para algunos puede resultar intrascendente, pero es un símbolo inequívoco de que la independencia aún está inconclusa.

Gritaba antes de la batalla el (para los argentinos) padre de la Patria, el general Don José de San Martín:
"Seamos libres, que lo demás no importa nada. ¡Viva la Patria!"

¿Qué patria?
¿Cuál es la patria?
¿Cuál patria nos permitirá libertad e independencia?

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"El gobierno argentino de Mauricio Macri emitió el pasado martes 29 de noviembre un decreto beneficioso para la corporación de autopistas, Abertis, controlada por el grupo de infraestructuras italiano Atlantia y la constructora española ACS, propiedad esta última del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez."
El decreto se consumó el martes de 29 de noviembre, el mismo día que la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) anunció que la vuelta de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca se jugaría finalmente fuera de Argentina a raíz de los incidentes ocurridos en Buenos Aires. Dos días después, el uno de diciembre, saltaba repentinamente la noticia de que el Santiago Bernabéu era serio candidato para albergar la final.

Macri, priorizando al hincha de Boca sobre el presidente de los argentinos, consiguió que River pierda la localía en la revancha, para lo cual usó dinero de todos los argentinos, incluidos los hinchas de River.

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En un programa de C5N, Guillermo Moreno dijo que Kicillof y Macrón son lo mismo. Lo que es una estupidez propia de un fanático. O un resentido. Y necesitamos racionalidad, no fanatismo.

Un tipo al que no vota nadie como Guillermo Moreno se da el lujo de darle lecciones de política a Cristina Fernández, que es a la que la inmensa mayoría de los que no son antiperonistas votan.

Me recuerda a los ultracristinistas que están todo el día defenestrando a todos por traidores. La clase de dueños de la verdad revelada, a los iluminados con los que es difícil convivir porque sólo es cierto lo que ellos creen. Y digo creen, porque su visión se basa en sus creencias, no en los datos de la realidad. Lamento que su fanatismo lo haga tropezar con la provocación vacua.
Necesitamos construir, y no es defenestrando a los demás como se construye. Los que basan su discurso en defenestrar a los demás, siendo especialmente crueles con quienes deberían considerar aliados, porque lo son, alzan la voz por inseguridad. Y por temor a la soledad.

No es capaz de analizar la realidad aislado de su odio, de su resentimiento con CFK y Axel. Sus errores fueron fundamentales en la derrota de 2015. Es un cuadro al que quiero de mi lado, pero con estas declaraciones es y seguirá siendo marginal en la política. Es incapaz de aislarse de sus sentimientos personales.

El pueblo, el votante peronista, la sociedad en general, está menos enojada con CFK. Me encantaría para 2019 una fórmula de unidad que no la tenga a CFK como número uno de la fórmula, pero miro las encuestas y me parece que no quedará otra.
No conozco a nadie del 49% que crea que ahora es mejor que siga Macri, y sí conozco varios de los que decían que les daba lo mismo y votaron a Macri porque estaban hartos del peronismo, del kirchnerismo, de CFK, del populismo, y la mar en coche, que ya no vuelven a votar ni por error a Macri.
Ojalá el peblo vote sin escuchar a los dirigentes.

Nos enredamos en categorías, pero lo determinante es la economía. Si lo reducimos: hay liberales o conservadores en cuestiones políticas, así como hay liberales y keynesianos en cuestiones económicas.
Podemos tener matices en lo político, marcando el límite de la libertad. Acepto que sean todo lo conservador que quieran ser siempre y cuando no afecten mi libertad personal.
Pero en lo económico no acepto debates, si sos liberal, tenés todo tu derecho, pero yo estoy en el otro lado de la discusión.
Los progresistas no son malos o buenos, tampoco los conservadores, en tanto esto se remita sólo a cuestiones culturales, o políticas, siempre que no se metan con la libertad de los demás.
Los liberales (neoclasicos, neoliberales, y todas sus variantes) si son el problema, esos son a quienes hay que combatir.





¡Seamos libres, que lo demás no importa nada!