Hagamos un trato:
encarcelen sin condenas ni plazos a todos los sospechados de corrupción y corruptelas del partido de gobierno,
empezando por Macri (por desvío fraudulento de fondos de la pauta publicitaria de CABA para financiar la campaña del PRO a nivel nacional),
Niembro y Majul por lo que todos saben,
Lombardi por lo que deberían saber, y siguamos la lista hasta el final;
entonces me parecería aceptable la indecencia de encarcelar a Milagro Sala por protestar
y después empezar a armarle causas que no se pueden sostener porque los 29 millones de mangos están en obras que se ven y todos conocen.
-- ** -- ** -- ** --
En Buenos Aires estamos tomando vuelo. Cortes de calles reclamando la libertad de quienes son encarcelados como represalia por protestar civilizadamente (sin cortar las calles). Cortes de luz en medio del agobio que generan nuevos cortes de calle.
Sólo faltaría que a quienes corten las calles para protestar porque les cortaron la luz durante días y días los encarcelen.
¿Será la gota que falta para cortarles el chorro a estos cortados?
Ahora se entiende: el calor agobiante no se debe al clima, más bien a que estamos en el horno.
-- ** -- ** -- ** --
Dijo en el 2010 Cristina Fernández:
"Los traidores defienden intereses, los necios se enfrentan a los propios."
Centrémonos entonces en defender nuestros intereses, que no se defienden si sólo damos testimonio.
El pasado quedó atrás, pensemos en volver a construir poder, para poder volver a construir nuestros sueños.
-- ** -- ** -- ** --
Anularon el plan Qunita, con un costo anual de casi 1.000 millones de pesos.
¿Esto tendrá relación con la denuncia judicial que incluso involucra a un tipo como Daniel Gollan con una conducta personal irreprochable (más allá de la opinión que a cada uno le merezca como gestor o como político)?
¿Esta denuncia tendrá relación con la necesidad manifiesta del gobierno de bajar gastos?
¿Esta necesidad, no tendrá que ver acaso con la baja de retenciones al sector agropecuario y minero, por aproximadamente 70.000 millones de pesos?
Había un déficit fiscal primario de aproximadamente un 2,5%. Bajar retenciones y darles beneficios impositivos a los grandes grupos económicos, les genera una baja de la recaudación. Ergo, aumenta el déficit.
Los militantes de libre mercado son obsesivos con el déficit fiscal, sienten la compulsión de bajarlo.
Con el Qunita lo bajan. Con los despidos lo bajan. Pero de momento es muy poco, necesitan mucho más.
Concluyo que habrá muchísimos más planes sociales que se desarmarán, más personas que se quedarán sin el salario que le permita alimentar a sus hijos, y más denuncias penales que pretenderán darle justificación social y política.
Por cierto, creo que ahora entiendo mejor la decisión de Bossio: necesitarán con desesperación entrarle al Anses.
Lo peor, es que sospecho que nada les alcanzará.
-- ** -- ** -- ** --
Se juntan dos presidentes, y parecen contactos del feisbuq publicando poemas berretas.
Sólo quienes jamás leyeron a Borges, como Macri y Renzi, pueden creer que El Viejo no habría quemado avergonzado el papel en el que hubiera escrito semejante compendio de cursilerías.
Sería necesario imponer un examen de ingreso para postularse al cargo de presidente de una república.
Renzi recita un testo di Borges, ma sbaglia poesia
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Curioso: para la diputada Carrió la no violencia incluye encarcelar ciudadanos por ejercer el derecho a la protesta, y cualquiera que llame a respetar los derechos constitucionales alimenta la violencia.
Concluyo que para la diputada el fascismo consistente en disponer de la libertad de las personas sólo por su voluntad, es espiritual y piadoso.
Acusaban de autoritario al anterior gobierno por ejercer el poder con dureza con los poderosos, intentando con errores y aciertos ser blando y justo con los débiles; y se muestran pletóricos de autoritarismo y prepotencia ejerciendo el poder con infame dureza contra los más débiles, pero siendo blandos y sumisos con los poderosos.
Fascistas que quedan en evidencia con el ejercicio del poder.
Elisa Carrió, enojada con el Papa
Y después de todo esto, ¿no sabes cómo entró el blues en el alma negra? Mírate de nuevo, hurga en tu interior, y si aún así, no lo entiendes yo escupo en tu rostro pálido, en tu corazón de piedra, en tu sangre de horchata,
y te insulto, y te llamo “blanco”, “blanco de mierda” “asqueroso blanco”, y proclamo mi negritud, y me abrazo a mis hermanos negros, y pido a los dioses africanos que cambien el color de mi piel; y reniego de mi vida de blanca y me aferro a mi alma de blues la única que puede hacer que todo el peso de la culpa ancestral heredada salga de mi vida porque yo, yo, sí sé cómo entró toda esta lacra en mí.
(Arantxa Oteo)
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viernes, 19 de febrero de 2016
sábado, 20 de septiembre de 2014
Todo el mundo va, hacia la luz, confundido
Como Fray Luis tras de su largo encierro «Decíamos ayer...» también digamos. ¿Han pasado años? En la cuenta hay yerro, O nosotros con ellos no pasamos.
Donde ayer lo dejamos, dulce dueño. Recomencemos. Recogiendo amantes. Los rotos hilos del antiguo sueño. Sigamos arrullándolo como antes.
Respetuosa apartemos la mirada de tumbas que haya entre partida y vuelta. Y si hubiere una lágrima ya helada ruede al calor del corazón disuelta.
Olvidemos la herrumbre que en el oro de la rica ilusión depuso el llanto, y los hielos que pálido, inodoro dejaron el jardín que amamos tanto.
Olvidemos el hado que hizo injusto de nuestros corazones su juguete, y regalemos la orfandad del gusto con el añejo néctar del banquete.
¡No es tarde, es tiempo! Olvida la ígnea huella que al arador pesar cruzó en frente. Para mis ojos tú siempre eres bella yo para ti soy llama siempre ardiente:
Llama que hoy mismo a mi pupila fría surge desde el recóndito santuario pese a la nieve que en mi sien rocía el invierno precoz del solitario.
Mírame en estos ojos que tu imagen extáticos copiaron tantas veces. Allí estas tú, sin lágrimas que te ajen ni tiempo que interponga sus dobleces.
Búscame sólo allí, que yo entretanto en los tiernos abismos de tus ojos torno a encontrar mi disipado encanto, la juventud que te ofrendé de hinojos.
¡Mi juventud!, espléndida al intenso reverberar de tu alma ingenua y pura, con brisas de verano por incienso, y por palma de triunfo tu hermosura.
¡Mi juventud!, por título divino espigadora en todo lo creado; nauta en persecución del vellocino de cuanto fuese de tu culto agrado.
Islas de luz del cielo, margaritas de colgantes jardines y hondos mares, néctar de espirituales sibaritas, soplos de Dios a humanos luminares:
Las miradas del sabio más profundas y del tal vez más sabio anacoreta; las perlas de Arte, hijas de amor fecundas; la suma voz de todo gran poeta.
Esas trombas de lírica armonía, infiernos de pasión divinizados, en que nos arrebatan a porfía todos los embelesos conjurados:
Auras de aquella cima do confluyen Hermosura y Verdad, pareja santa, y las dos una misma constituyen, y espíritu de amor sus nupcias canta.
Buscar palabra al silencioso drama de la contemplación, mística guerra entre Dios, Padre amante que reclama al eterno extranjero de la tierra;
y esta madre de muerte, inmensa y bella Venus que al por nos nutre y nos devora, y presintiendo que escapamos de ella con tanto hechizo nos abraza y llora.
Leer amor en tanta ruda espina que escarnece a la fe y angustia al bueno. Mostrar flores del alma en la ruïna, luz en la oscuridad, oro en el cieno.
La flor de cuanto existe, oro celeste, único que halagando tu alma noble brindara en vago esparcimiento agreste a nuestro doble ser regalo doble;
tal era mi tributo. Una confianza, una sonrisa, una palabra tuya, retorno abrumador, que en mi balanza Dios, no un mortal, será quien retribuya.
Pero todo en redor, la limpia esfera, el bosque, el viento, el pajarillo amable semejaba, en tu obsequio, que quisiera pagar por mí la dádiva impagable.< Br/> Aún veo sobre el carbón de tus pupilas el arrebol fascinador de ocaso; veo la vacada, escucho las esquilas: va entrando en su redil paso entre paso.
Escucha, recelosa de la sombra, la blanda codorniz que al nido llama y al sentirnos parece que te nombra y que por verte se empinó en la rama.
Escúchate a ti misma entre el concento de aquella fiesta universal de amores, cuando nos coronaba el firmamento ciñéndonos de púrpura y de flores.
Esas flores murieron. Pero ¿has muerto tú, fragancia inmortal del alma mía? Años y años pasaron. Pero ¿es cierto o es visión que existimos todavía?
Juntos aquí como esa tarde estamos, y el mismo cielo es ara suntuosa de aquel amor que entonces nos juramos y hoy, en los mismos dos, arde y rebosa.
Ahí está el campo, el mirador collado, el pasmoso horizonte, el sol propicio; la cúpula y el templo no han variado. Vuelva el glorificante sacrificio.
¿Y no ha herido tal vez tu fantasía que aquella tarde insólita, imponente, fue sólo misteriosa profecía de este rnisteriosísimo presente...?
En aquel hinmo universal, un dejo percibí melancólico; y al fondo de una lágrima tuya vi el bosquejo del duelo que hoy en lo pasado escondo.
Pasó... Pero esa tarde en su misterio citó para otra tarde nuestra vida. Y hela aquí. El alma recobró su imperio del sol abrasador a la caída.
¡La tarde!, la hora del perfecto aroma, la hora de fe, de intimidad perfecta, cuando Dios sobre el sol que se desploma el infinito incógnito proyecta.
Cuanto es ya el suelo en fuego y tintes falto, es de ardiente el espíritu y profundo; y abiertas las esclusas de lo alto flotamos como en brisas de otro mundo.
Ve cómo el blanco Véspero fulgura, pasando intacto el arrebol sangriento. ¡Es la Amistad!, la roca firme y pura que sirve a nuestro amor de hondo cimiento.
Nadie dejó de amar si amó de veras. Cuando en árido tronco te encarnices con la segur, tal vez lo regeneras si son como las nuestras sus raíces.
Y antes te sonará más dulcemente templada en el raudal de los gemidos, la antigua voz que murmuraba ardiente la música de mi alma en tus oídos.
¿Han pasado años?... Puede ser. ¿Quién halla que el Tiempo sólo arrumbe o dañe o borre? ¡Cuánta espina embotó! ¡Qué de iras calla! ¡Su olvido a cuántos míseros socorre!
Para los dos el ministerio suyo fue de ungido de Dios y extremo amigo. Te veo sagrada, y sacro cuanto es tuyo, y como de un cristal al casto abrigo.
En torno a ti, y a cuanto es tuyo, encuentro halo de luz, atmósfera de santo; como al santuario a visitarte hoy entro y algo hay solemne en tu adorable encanto.
¡Dulce es sentir que hay almas, y que aman! Su amor.inerme el tiempo para ellas. Las vuelve, al Dios que férvidas aclaman, Como El las hizo.jóvenes y bellas.
Han pasado años, sí... ¡por fin pasaron! ¡Rudo tropel que atravesó el camino! Ya, como un nubarrón se disiparon, Y nuestro sol a reclamarnos vino.
¡Y ande el tiempo, y sin fin rondando siga La fiel aguja que su afán nos muestra! ¿Qué hora marcará que no nos diga: «Aquí os amasteis; yo también soy vuestra?».
En todo grato sueño nos parece Que ya lo hemos soñado: ese es su hechizo. Mi mejor sueño a ti te pertenece; En ti el pasado mágico realizo.
Como a la aparición del rey del día, De entre la nada lóbrega que espanta, Brota un mundo de vida y poesía En que todo ama y resplandece y canta; Así tú para mí: foco potente. Núcleo de una creación que he poseído, Llegas, y en torno a ti surge esplendente Mi portentoso hogar, y en él resido.
Y el corazón se me abre inmenso, en alas De música ideal que lo acaricia; Y tanto aroma y fuego en mi alma exhalas Que a un tiempo vivo y muero de delicia.
Y tú y yo, tierra y cielo, mente y acto, Hoy y ayer, la esperanza y la memoria, Todo ya es uno, en inefable rapto, Fruición anticipada de la gloria.
Y esa es la juventud: el fugitivo Presagio de la eterna, que al conjuro Vuelve de Amor, como en miraje esquivo, A enseñarnos un bien siempre futuro.
¿Y el sueño cuál será? ¿La no apagada Luz, o esta bruma efímera de invierno? ¡Ah! lo que pasa no es: es sombra, es nada; Y no hay más que una realidad: lo Eterno.
Atando el hilo roto un largo instante Sigamos, pues, llorada compañera, Hacia atrás, y a la par hacia delante. A nuestro gran será que hace años era.
Como Fray Luis saliendo del profundo «Decíamos ayer» también digamos: Corra el tiempo del mundo para el mundo Nuestro tiempo, en el alma lo llevamos.
Rafael Pombo.
Todo el mundo va, hacia la luz, confundido...
Donde ayer lo dejamos, dulce dueño. Recomencemos. Recogiendo amantes. Los rotos hilos del antiguo sueño. Sigamos arrullándolo como antes.
Respetuosa apartemos la mirada de tumbas que haya entre partida y vuelta. Y si hubiere una lágrima ya helada ruede al calor del corazón disuelta.
Olvidemos la herrumbre que en el oro de la rica ilusión depuso el llanto, y los hielos que pálido, inodoro dejaron el jardín que amamos tanto.
Olvidemos el hado que hizo injusto de nuestros corazones su juguete, y regalemos la orfandad del gusto con el añejo néctar del banquete.
¡No es tarde, es tiempo! Olvida la ígnea huella que al arador pesar cruzó en frente. Para mis ojos tú siempre eres bella yo para ti soy llama siempre ardiente:
Llama que hoy mismo a mi pupila fría surge desde el recóndito santuario pese a la nieve que en mi sien rocía el invierno precoz del solitario.
Mírame en estos ojos que tu imagen extáticos copiaron tantas veces. Allí estas tú, sin lágrimas que te ajen ni tiempo que interponga sus dobleces.
Búscame sólo allí, que yo entretanto en los tiernos abismos de tus ojos torno a encontrar mi disipado encanto, la juventud que te ofrendé de hinojos.
¡Mi juventud!, espléndida al intenso reverberar de tu alma ingenua y pura, con brisas de verano por incienso, y por palma de triunfo tu hermosura.
¡Mi juventud!, por título divino espigadora en todo lo creado; nauta en persecución del vellocino de cuanto fuese de tu culto agrado.
Islas de luz del cielo, margaritas de colgantes jardines y hondos mares, néctar de espirituales sibaritas, soplos de Dios a humanos luminares:
Las miradas del sabio más profundas y del tal vez más sabio anacoreta; las perlas de Arte, hijas de amor fecundas; la suma voz de todo gran poeta.
Esas trombas de lírica armonía, infiernos de pasión divinizados, en que nos arrebatan a porfía todos los embelesos conjurados:
Auras de aquella cima do confluyen Hermosura y Verdad, pareja santa, y las dos una misma constituyen, y espíritu de amor sus nupcias canta.
Buscar palabra al silencioso drama de la contemplación, mística guerra entre Dios, Padre amante que reclama al eterno extranjero de la tierra;
y esta madre de muerte, inmensa y bella Venus que al por nos nutre y nos devora, y presintiendo que escapamos de ella con tanto hechizo nos abraza y llora.
Leer amor en tanta ruda espina que escarnece a la fe y angustia al bueno. Mostrar flores del alma en la ruïna, luz en la oscuridad, oro en el cieno.
La flor de cuanto existe, oro celeste, único que halagando tu alma noble brindara en vago esparcimiento agreste a nuestro doble ser regalo doble;
tal era mi tributo. Una confianza, una sonrisa, una palabra tuya, retorno abrumador, que en mi balanza Dios, no un mortal, será quien retribuya.
Pero todo en redor, la limpia esfera, el bosque, el viento, el pajarillo amable semejaba, en tu obsequio, que quisiera pagar por mí la dádiva impagable.< Br/> Aún veo sobre el carbón de tus pupilas el arrebol fascinador de ocaso; veo la vacada, escucho las esquilas: va entrando en su redil paso entre paso.
Escucha, recelosa de la sombra, la blanda codorniz que al nido llama y al sentirnos parece que te nombra y que por verte se empinó en la rama.
Escúchate a ti misma entre el concento de aquella fiesta universal de amores, cuando nos coronaba el firmamento ciñéndonos de púrpura y de flores.
Esas flores murieron. Pero ¿has muerto tú, fragancia inmortal del alma mía? Años y años pasaron. Pero ¿es cierto o es visión que existimos todavía?
Juntos aquí como esa tarde estamos, y el mismo cielo es ara suntuosa de aquel amor que entonces nos juramos y hoy, en los mismos dos, arde y rebosa.
Ahí está el campo, el mirador collado, el pasmoso horizonte, el sol propicio; la cúpula y el templo no han variado. Vuelva el glorificante sacrificio.
¿Y no ha herido tal vez tu fantasía que aquella tarde insólita, imponente, fue sólo misteriosa profecía de este rnisteriosísimo presente...?
En aquel hinmo universal, un dejo percibí melancólico; y al fondo de una lágrima tuya vi el bosquejo del duelo que hoy en lo pasado escondo.
Pasó... Pero esa tarde en su misterio citó para otra tarde nuestra vida. Y hela aquí. El alma recobró su imperio del sol abrasador a la caída.
¡La tarde!, la hora del perfecto aroma, la hora de fe, de intimidad perfecta, cuando Dios sobre el sol que se desploma el infinito incógnito proyecta.
Cuanto es ya el suelo en fuego y tintes falto, es de ardiente el espíritu y profundo; y abiertas las esclusas de lo alto flotamos como en brisas de otro mundo.
Ve cómo el blanco Véspero fulgura, pasando intacto el arrebol sangriento. ¡Es la Amistad!, la roca firme y pura que sirve a nuestro amor de hondo cimiento.
Nadie dejó de amar si amó de veras. Cuando en árido tronco te encarnices con la segur, tal vez lo regeneras si son como las nuestras sus raíces.
Y antes te sonará más dulcemente templada en el raudal de los gemidos, la antigua voz que murmuraba ardiente la música de mi alma en tus oídos.
¿Han pasado años?... Puede ser. ¿Quién halla que el Tiempo sólo arrumbe o dañe o borre? ¡Cuánta espina embotó! ¡Qué de iras calla! ¡Su olvido a cuántos míseros socorre!
Para los dos el ministerio suyo fue de ungido de Dios y extremo amigo. Te veo sagrada, y sacro cuanto es tuyo, y como de un cristal al casto abrigo.
En torno a ti, y a cuanto es tuyo, encuentro halo de luz, atmósfera de santo; como al santuario a visitarte hoy entro y algo hay solemne en tu adorable encanto.
¡Dulce es sentir que hay almas, y que aman! Su amor.inerme el tiempo para ellas. Las vuelve, al Dios que férvidas aclaman, Como El las hizo.jóvenes y bellas.
Han pasado años, sí... ¡por fin pasaron! ¡Rudo tropel que atravesó el camino! Ya, como un nubarrón se disiparon, Y nuestro sol a reclamarnos vino.
¡Y ande el tiempo, y sin fin rondando siga La fiel aguja que su afán nos muestra! ¿Qué hora marcará que no nos diga: «Aquí os amasteis; yo también soy vuestra?».
En todo grato sueño nos parece Que ya lo hemos soñado: ese es su hechizo. Mi mejor sueño a ti te pertenece; En ti el pasado mágico realizo.
Como a la aparición del rey del día, De entre la nada lóbrega que espanta, Brota un mundo de vida y poesía En que todo ama y resplandece y canta; Así tú para mí: foco potente. Núcleo de una creación que he poseído, Llegas, y en torno a ti surge esplendente Mi portentoso hogar, y en él resido.
Y el corazón se me abre inmenso, en alas De música ideal que lo acaricia; Y tanto aroma y fuego en mi alma exhalas Que a un tiempo vivo y muero de delicia.
Y tú y yo, tierra y cielo, mente y acto, Hoy y ayer, la esperanza y la memoria, Todo ya es uno, en inefable rapto, Fruición anticipada de la gloria.
Y esa es la juventud: el fugitivo Presagio de la eterna, que al conjuro Vuelve de Amor, como en miraje esquivo, A enseñarnos un bien siempre futuro.
¿Y el sueño cuál será? ¿La no apagada Luz, o esta bruma efímera de invierno? ¡Ah! lo que pasa no es: es sombra, es nada; Y no hay más que una realidad: lo Eterno.
Atando el hilo roto un largo instante Sigamos, pues, llorada compañera, Hacia atrás, y a la par hacia delante. A nuestro gran será que hace años era.
Como Fray Luis saliendo del profundo «Decíamos ayer» también digamos: Corra el tiempo del mundo para el mundo Nuestro tiempo, en el alma lo llevamos.
Rafael Pombo.
Todo el mundo va, hacia la luz, confundido...
domingo, 7 de septiembre de 2014
Recuerdos sin imagen
Texto de la viñeta del genial humorista gráfico español, conocido como "El Roto": "...en una economía verdaderamente libre, el pago de los salarios debería ser opcional."
Leo en un blog sobre economía patrocinado por el periódico catalán La Vanguardia, un artículo llamado "Pruebas de que la política monetaria solo compra tiempo".
"Resumiendo: cuando uno pide prestado, está solicitando tiempo para hacer un negocio o recuperase de una situación adversa. El dinero en sí mismo no crea empleo si uno no sabe qué hacer con él o si los riesgos son tan altos que lo normal es que uno quiebre. Si además unimos que dejamos de lado las acciones que nos hacen ser competitivos desde el punto de vista real (I+D+i) y fiamos nuestra competitividad a bajadas de salarios, tarde o temprano entramos en un círculo vicioso que nos llevará a menos consumo y más desempleo, por mucho dinero que emita nuestro banco central."
Cualquier parecido con el pasado, o el futuro potencial de Argentina, no es producto de la casualidad.
El artículo relata, desde el punto de vista de quien lo escribe, naturalmente, lo que sucede hoy en España, y destaca la insensatez de esperar que con una determinada política monetaria resolverán la crisis. La hipótesis, que comparto, es que ni con esta ni con ningún otra política monetaria la resolverán, porque pese a lo que algunos necios pretenden las políticas monetarias no resuelven crisis, a lo sumo las provocan.
Por otro lado destaca que el sobre endeudamiento actual del estado español es algo que inevitablemente lo terminarán pagando, y será a un alto costo. El artículo no lo dice, pero el fondo de sustentabilidad de las pensiones españolas, la plata de los jubilados en la jerga de la medianía argent(in)a, está colocado en algo así como un 99% en deuda pública española, lo que pre-anuncia inevitables dificultades para los futuros jubilados españoles, tales como ajustes en la remuneración, o aumentos de la edad mínima para acceder al beneficio.
La emisión actual del BCE para salvar la rentabilidad de la banca privada también es un salvavidas de plomo. En otro párrafo explica como la emisión genera otro tipo de inflación, que oportunamente padecimos en nuestro país, que se da por el diferencial generado por la bajada generalizada de salarios. En otro orden también señala que lo que mide el IPC no representa el aumento del costo de vida de los ciudadanos (nunca me cansaré de destacar que no se debe confundir inflación estadística con inflación de bolsillo, ni en España ni en Argentina).
Finalmente, algo de lo que no habla el artículo, pero de todos modos es interesante analizarlo toda vez que la experiencia cotidiana nos conduce a ello, una conclusión que podríamos sacar comparando las experiencias española y argentina, es que la emisión debe estar respaldada por producción. Tanto si es emisión de deuda como de billetes. La emisión sin respaldo genera más tarde o más temprano dificultades a la economía, sea por aumento de precios o baja de salarios, y como siempre sucede, esas tormentas las aprovechan mejor los más fuertes. Podemos debatir acerca de cuánto de esto sucede en nuestro país, y a partir de cuándo, pero podemos apostar sin temor a equivocarnos a que al final del camino sucederá si el estado pierde poder de intervención, lo que sí está sucediendo.
El error del estado argentino es financiar gastos administrativos con emisión, y que la emisión sea superior a la inflación estadística. Esto es aceptable por un corto período de tiempo, pero si se extiende por largos períodos finalmente se desbalancea la economía real.
Cambiemos el foco, probablemente no haya sido un error, quizá la situación de extrema complejidad nos llevó más allá de lo deseado en medidas cortoplacistas que devinieron en mala praxis.
Aún así, esto que afirmo se comprueba claramente observando que el actual ministro de economía, Axel Kicillof, claramente quien más sabe de economía real de entre los designados durante la gestión de Cristina Fernández, intenta por todos sus medios recuperar la línea que le permitió a la actual gestión de gobierno la mayor redistribución del ingreso que yo recuerde. No es fácil, y quizá no lo logre. Pero la decisiones de Kicillof son claras en cuanto a su evidente pretensión de recuperar la armonía macroeconómica, tal y como recomienda el maestro Aldo Ferrer.
La mitad del corazón la ocupan recuerdos sin imagen, pequeños santuarios submarinos.
En la otra viven sin permiso cosas como rayos de sol, mañanas de color azul, libros polvorientos.
Digamos que no hay bandera, sólo tiempo que llenar, tiempo para mirar, y no otra cosa espera la Resistencia.
(José Daniel Espejo)
Leo en un blog sobre economía patrocinado por el periódico catalán La Vanguardia, un artículo llamado "Pruebas de que la política monetaria solo compra tiempo".
"Resumiendo: cuando uno pide prestado, está solicitando tiempo para hacer un negocio o recuperase de una situación adversa. El dinero en sí mismo no crea empleo si uno no sabe qué hacer con él o si los riesgos son tan altos que lo normal es que uno quiebre. Si además unimos que dejamos de lado las acciones que nos hacen ser competitivos desde el punto de vista real (I+D+i) y fiamos nuestra competitividad a bajadas de salarios, tarde o temprano entramos en un círculo vicioso que nos llevará a menos consumo y más desempleo, por mucho dinero que emita nuestro banco central."
Cualquier parecido con el pasado, o el futuro potencial de Argentina, no es producto de la casualidad.
El artículo relata, desde el punto de vista de quien lo escribe, naturalmente, lo que sucede hoy en España, y destaca la insensatez de esperar que con una determinada política monetaria resolverán la crisis. La hipótesis, que comparto, es que ni con esta ni con ningún otra política monetaria la resolverán, porque pese a lo que algunos necios pretenden las políticas monetarias no resuelven crisis, a lo sumo las provocan.
Por otro lado destaca que el sobre endeudamiento actual del estado español es algo que inevitablemente lo terminarán pagando, y será a un alto costo. El artículo no lo dice, pero el fondo de sustentabilidad de las pensiones españolas, la plata de los jubilados en la jerga de la medianía argent(in)a, está colocado en algo así como un 99% en deuda pública española, lo que pre-anuncia inevitables dificultades para los futuros jubilados españoles, tales como ajustes en la remuneración, o aumentos de la edad mínima para acceder al beneficio.
La emisión actual del BCE para salvar la rentabilidad de la banca privada también es un salvavidas de plomo. En otro párrafo explica como la emisión genera otro tipo de inflación, que oportunamente padecimos en nuestro país, que se da por el diferencial generado por la bajada generalizada de salarios. En otro orden también señala que lo que mide el IPC no representa el aumento del costo de vida de los ciudadanos (nunca me cansaré de destacar que no se debe confundir inflación estadística con inflación de bolsillo, ni en España ni en Argentina).
Finalmente, algo de lo que no habla el artículo, pero de todos modos es interesante analizarlo toda vez que la experiencia cotidiana nos conduce a ello, una conclusión que podríamos sacar comparando las experiencias española y argentina, es que la emisión debe estar respaldada por producción. Tanto si es emisión de deuda como de billetes. La emisión sin respaldo genera más tarde o más temprano dificultades a la economía, sea por aumento de precios o baja de salarios, y como siempre sucede, esas tormentas las aprovechan mejor los más fuertes. Podemos debatir acerca de cuánto de esto sucede en nuestro país, y a partir de cuándo, pero podemos apostar sin temor a equivocarnos a que al final del camino sucederá si el estado pierde poder de intervención, lo que sí está sucediendo.
El error del estado argentino es financiar gastos administrativos con emisión, y que la emisión sea superior a la inflación estadística. Esto es aceptable por un corto período de tiempo, pero si se extiende por largos períodos finalmente se desbalancea la economía real.
Cambiemos el foco, probablemente no haya sido un error, quizá la situación de extrema complejidad nos llevó más allá de lo deseado en medidas cortoplacistas que devinieron en mala praxis.
Aún así, esto que afirmo se comprueba claramente observando que el actual ministro de economía, Axel Kicillof, claramente quien más sabe de economía real de entre los designados durante la gestión de Cristina Fernández, intenta por todos sus medios recuperar la línea que le permitió a la actual gestión de gobierno la mayor redistribución del ingreso que yo recuerde. No es fácil, y quizá no lo logre. Pero la decisiones de Kicillof son claras en cuanto a su evidente pretensión de recuperar la armonía macroeconómica, tal y como recomienda el maestro Aldo Ferrer.
La mitad del corazón la ocupan recuerdos sin imagen, pequeños santuarios submarinos.
En la otra viven sin permiso cosas como rayos de sol, mañanas de color azul, libros polvorientos.
Digamos que no hay bandera, sólo tiempo que llenar, tiempo para mirar, y no otra cosa espera la Resistencia.
(José Daniel Espejo)
martes, 19 de agosto de 2014
Me parece que vivo
Si para demostrar que están claramente en contra del actual gobierno argent(in)o,
o en la pretensión de demostrar definitivamente lo malo, lo malísimo que es dicho gobierno,
algunos insensatos necesitan neciamente declarase contra las libertades civiles, contra las libertades sexuales, contra la libertad de género, contra toda convención de civilidad y sentido común,
asumen sin avergonzarse un discurso fascista, cuasi decimonónico, decididamente chupacirios,
e incluso sienten la necesidad de mostrarse favorables al imperio,
no sólo, también, y sin sonrojarse, a lo más recalcitrante del capitalismo financiero (que hoy tanto gustan llamar neoliberalismo),
entonces me parece que va a terminar siendo cierto que el actual gobierno ganó la batalla cultural.
Quizá pierda las próximas elecciones, pero marcará la línea de las próximas décadas.
Me parece que vivo, que estoy entre los ruidos, que miro las paredes, que estas manos son mías, pero quizás me engañe y paredes y manos sólo sean recuerdos de una vida pasada.
He dicho “me parece”. Yo no aseguro nada.
(Oliverio Girondo)
o en la pretensión de demostrar definitivamente lo malo, lo malísimo que es dicho gobierno,
algunos insensatos necesitan neciamente declarase contra las libertades civiles, contra las libertades sexuales, contra la libertad de género, contra toda convención de civilidad y sentido común,
asumen sin avergonzarse un discurso fascista, cuasi decimonónico, decididamente chupacirios,
e incluso sienten la necesidad de mostrarse favorables al imperio,
no sólo, también, y sin sonrojarse, a lo más recalcitrante del capitalismo financiero (que hoy tanto gustan llamar neoliberalismo),
entonces me parece que va a terminar siendo cierto que el actual gobierno ganó la batalla cultural.
Quizá pierda las próximas elecciones, pero marcará la línea de las próximas décadas.
Me parece que vivo, que estoy entre los ruidos, que miro las paredes, que estas manos son mías, pero quizás me engañe y paredes y manos sólo sean recuerdos de una vida pasada.
He dicho “me parece”. Yo no aseguro nada.
(Oliverio Girondo)
domingo, 23 de febrero de 2014
Las voces de nuestras almas colmaron su oscuridad
Cuando llueve, y reviso mis papeles, y acabo
tirando todo al fuego: poemas incompletos,
pagarés no pagados, cartas de amigos muertos,
fotografías, besos guardados en un libro,
renuncio al peso muerto de mi terco pasado,
soy fúlgido, engrandezco justo en cuanto me niego,
y así atizo las llamas, y salto la fogata,
y apenas si comprendo lo que al hacerlo siento,
¿no es la felicidad lo que me exalta?
Cuando salgo a la calle silbando alegremente
--el pitillo en los labios, el alma disponible--
y les hablo a los niños o me voy con las nubes,
mayo apunta y la brisa lo va todo ensanchando,
las muchachas estrenan sus escotes, sus brazos
desnudos y morenos, sus ojos asombrados,
y ríen ni ellas saben por qué sobreabundando,
salpican de alegría que así tiembla reciente,
¿no es la felicidad lo que siente?
Cuando llega un amigo, la casa está vacía,
pero mi amada saca jamón, anchoas, queso,
aceitunas, percebes, dos botellas de blanco,
y yo asisto al milagro --sé que todo es fiado--,
y no quiero pensar si podremos pagarlo;
y cuando sin medida bebemos y charlamos,
y el amigo es dichoso, cree que somos dichosos,
y lo somos quizá burlando así a la muerte,
¿no es felicidad lo que trasciende?
Cuando me he despertado, permanezco tendido
con el balcón abierto. Y amanece: las aves
trinan su algarabía pagana lindamente:
y debo levantarme, pero no me levanto;
y veo, boca arriba, reflejada en el techo
la ondulación del mar y el iris de su nácar,
y sigo allí tendido, y nada importa nada,
¿no aniquilo así el tiempo? ¿No me salvo del miedo?
¿No es felicidad lo que amanece?
Cuando voy al mercado, miro los abridores
y, apretando los dientes, las redondas cerezas,
los higos rezumantes, las ciruelas caídas
del árbol de la vida, con pecado sin duda
pues que tanto me tientan. Y pregunto su precio,
regateo, consigo por fin una rebaja,
mas terminado el juego, pago el doble y es poco,
y abre la vendedora sus ojos asombrados,
¿no es la felicidad lo que allí brota?
Cuando puedo decir: el día ha terminado.
Y con el día digo su trajín, su comercio,
la busca del dinero, la lucha de los muertos.
Y cuando así cansado, manchado, llego a casa,
me siento en la penumbra y enchufo el tocadiscos,
y acuden Kachaturian, o Mozart, o Vivaldi,
y la música reina, vuelvo a sentirme limpio,
sencillamente limpio y, pese a todo, indemne,
¿no es la felicidad lo que me envuelve?
Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones,
me acuerdo de un amigo, voy a verle, me dice:
"Estaba justamente pensando en ir a verte."
Y hablamos largamente, no de mis sinsabores,
pues él, aunque quisiera, no podría ayudarme,
sino de cómo van las cosas en Jordania,
de un libro de Neruda, de su sastre, del viento,
y al marcharme me siento consolado y tranquilo,
¿no es la felicidad lo que me vence?
Abrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo;
pasar por un camino que huele a madreselvas;
beber con un amigo; charlar o bien callarse;
sentir que el sentimiento de los otros es nuestro;
mirarse en unos ojos que nos miran sin mancha,
¿no es esto ser feliz pese a la muerte?
Vencido y traicionado, ver casi con cinismo
que no pueden quitarme nada más y que aún vivo,
¿no es la felicidad que no se vende?
TeXTo: "Momentos felices", de Gabriel Celaya.
Imagen: El Roto.
La cultura es la ruta de nuestro encuentro, los testimonio en nuestra búsqueda. Es la experiencia consciente en la lucha por la sabiduría, pues por el mundo crecemos recolectándonos de todos a nosotros mismos. La cultura es una investigación universal, desde los individuos, con la que concluimos en ser colectivos.
La rueda de los silencios se está llenando de voces. Las voces de nuestras almas colmaron su oscuridad.
(Sergio Verduzco)
tirando todo al fuego: poemas incompletos,
pagarés no pagados, cartas de amigos muertos,
fotografías, besos guardados en un libro,
renuncio al peso muerto de mi terco pasado,
soy fúlgido, engrandezco justo en cuanto me niego,
y así atizo las llamas, y salto la fogata,
y apenas si comprendo lo que al hacerlo siento,
¿no es la felicidad lo que me exalta?
Cuando salgo a la calle silbando alegremente
--el pitillo en los labios, el alma disponible--
y les hablo a los niños o me voy con las nubes,
mayo apunta y la brisa lo va todo ensanchando,
las muchachas estrenan sus escotes, sus brazos
desnudos y morenos, sus ojos asombrados,
y ríen ni ellas saben por qué sobreabundando,
salpican de alegría que así tiembla reciente,
¿no es la felicidad lo que siente?
Cuando llega un amigo, la casa está vacía,
pero mi amada saca jamón, anchoas, queso,
aceitunas, percebes, dos botellas de blanco,
y yo asisto al milagro --sé que todo es fiado--,
y no quiero pensar si podremos pagarlo;
y cuando sin medida bebemos y charlamos,
y el amigo es dichoso, cree que somos dichosos,
y lo somos quizá burlando así a la muerte,
¿no es felicidad lo que trasciende?
Cuando me he despertado, permanezco tendido
con el balcón abierto. Y amanece: las aves
trinan su algarabía pagana lindamente:
y debo levantarme, pero no me levanto;
y veo, boca arriba, reflejada en el techo
la ondulación del mar y el iris de su nácar,
y sigo allí tendido, y nada importa nada,
¿no aniquilo así el tiempo? ¿No me salvo del miedo?
¿No es felicidad lo que amanece?
Cuando voy al mercado, miro los abridores
y, apretando los dientes, las redondas cerezas,
los higos rezumantes, las ciruelas caídas
del árbol de la vida, con pecado sin duda
pues que tanto me tientan. Y pregunto su precio,
regateo, consigo por fin una rebaja,
mas terminado el juego, pago el doble y es poco,
y abre la vendedora sus ojos asombrados,
¿no es la felicidad lo que allí brota?
Cuando puedo decir: el día ha terminado.
Y con el día digo su trajín, su comercio,
la busca del dinero, la lucha de los muertos.
Y cuando así cansado, manchado, llego a casa,
me siento en la penumbra y enchufo el tocadiscos,
y acuden Kachaturian, o Mozart, o Vivaldi,
y la música reina, vuelvo a sentirme limpio,
sencillamente limpio y, pese a todo, indemne,
¿no es la felicidad lo que me envuelve?
Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones,
me acuerdo de un amigo, voy a verle, me dice:
"Estaba justamente pensando en ir a verte."
Y hablamos largamente, no de mis sinsabores,
pues él, aunque quisiera, no podría ayudarme,
sino de cómo van las cosas en Jordania,
de un libro de Neruda, de su sastre, del viento,
y al marcharme me siento consolado y tranquilo,
¿no es la felicidad lo que me vence?
Abrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo;
pasar por un camino que huele a madreselvas;
beber con un amigo; charlar o bien callarse;
sentir que el sentimiento de los otros es nuestro;
mirarse en unos ojos que nos miran sin mancha,
¿no es esto ser feliz pese a la muerte?
Vencido y traicionado, ver casi con cinismo
que no pueden quitarme nada más y que aún vivo,
¿no es la felicidad que no se vende?
TeXTo: "Momentos felices", de Gabriel Celaya.
Imagen: El Roto.
La cultura es la ruta de nuestro encuentro, los testimonio en nuestra búsqueda. Es la experiencia consciente en la lucha por la sabiduría, pues por el mundo crecemos recolectándonos de todos a nosotros mismos. La cultura es una investigación universal, desde los individuos, con la que concluimos en ser colectivos.
La rueda de los silencios se está llenando de voces. Las voces de nuestras almas colmaron su oscuridad.
(Sergio Verduzco)
lunes, 11 de marzo de 2013
Seremos lo que queremos ser
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los catógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
"Juan López y John Ward", de Jorge Luis Borges.
Decían en un artículo en The Guardian sobre el soporífero referendum que se lleva a cabo en Puerto Argentino, en las Islas Malvinas:
..."las resoluciones sobre la disputa planteadas por la ONU, de las cuales ha habido 40, no se refieren a la autodeterminación sino a los "intereses" de los habitantes de las islas". Además, añade que, según la ONU, "las disputas sobre la soberanía deben ser tratadas mediante negociaciones bilaterales entre la Argentina y Gran Bretaña, no con los isleños". El periodista concluye que "un acuerdo que consagre los derechos fundamentales - políticos, humanos, sociales, económicos, culturales, protegidos por la ley, traería beneficios muchos más sanos y prácticos para los habitantes de las islas que una disputa estéril sobre la soberanía". Aunque, reconoce, este "es un concepto que se ha ido deteriorando con los años". Por ese motivo, asegura: "Como dejaron en claro los países de la región, a través de la Unasur, el referéndum es insignificante".
Y yo digo que con esto confirmaremos lo que todos ya sabíamos:
que los kelpers son (y quieren ser) ingleses, y Las Malvinas son (y quieren ser) argentinas.
Sólo un montón de nada...
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los catógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
"Juan López y John Ward", de Jorge Luis Borges.
Decían en un artículo en The Guardian sobre el soporífero referendum que se lleva a cabo en Puerto Argentino, en las Islas Malvinas:
..."las resoluciones sobre la disputa planteadas por la ONU, de las cuales ha habido 40, no se refieren a la autodeterminación sino a los "intereses" de los habitantes de las islas". Además, añade que, según la ONU, "las disputas sobre la soberanía deben ser tratadas mediante negociaciones bilaterales entre la Argentina y Gran Bretaña, no con los isleños". El periodista concluye que "un acuerdo que consagre los derechos fundamentales - políticos, humanos, sociales, económicos, culturales, protegidos por la ley, traería beneficios muchos más sanos y prácticos para los habitantes de las islas que una disputa estéril sobre la soberanía". Aunque, reconoce, este "es un concepto que se ha ido deteriorando con los años". Por ese motivo, asegura: "Como dejaron en claro los países de la región, a través de la Unasur, el referéndum es insignificante".
Y yo digo que con esto confirmaremos lo que todos ya sabíamos:
que los kelpers son (y quieren ser) ingleses, y Las Malvinas son (y quieren ser) argentinas.
Sólo un montón de nada...
miércoles, 20 de junio de 2012
Siempre estoy llegando a mi ritual de melancolía

por el hechizo cautivante de volver.
No sé si para bien, no sé si para mal,
volver tiene la magia de un ritual.
Yo soy de aquí, de otro lugar no puedo ser...
¡Me reconozco en la costumbre de volver!
A reencontrarme en mí, a valorar después,
las cosas que perdí... ¡La vida que se fue!
Llegué y casi estoy, a punto de partir...
Sintiendo que me voy, y no me quiero ir.
Doblé la esquina de mi misma, para comprender,
¡que nadie escapa al fatalismo de su propio ser!
Y estoy pisando las baldosas,
¡floreciéndome las rosas por volver...!
Esta ciudad no se si existe, si es así...
¡O algún poeta la ha inventado para mí!
Es como una mujer, profética y fatal
¡pidiendo el sacrificio hasta el final!
Pero también tiene otra voz, tiene otra piel;
y el gesto abierto de la mesa de café...
El sentimiento en flor, la mano fraternal
y el rostro del amor en cada umbral.
Ya sé que no es casual, haber nacido aquí
y ser un poco asi... triste y sentimental.
Ya sé que no es casual, que un fueye por los dos,
nos cante el funeral para decir... ¡Adiós!
Decirte adiós a vos... ya ves, no puede ser.
Si siempre y siempre sos, ¡una razón para volver!
Siempre se vuelve a Buenos Aires, a buscar
esa manera melancólica de amar...
Lo sabe sólo aquel que tuvo que vivir
enfermo de nostalgia... ¡Casi a punto de morir!...
Siempre se vuelve a Buenos Aires
Música: Astor Piazzolla
Letra: Eladia Blázquez
La imagen que ilustra esta entrada corresponde a una foto nocturna de Buenos Aires, del fotógrafo y cineasta argentino Horacio Coppola.
Mi barrio era así... así...así...
qué sé yo si era así...
pero yo me lo acuerdo así,
con Giacumin
el cabuña de la esquina
que tenía las hornallas llenas de hollín!
y que jugaba de jas izquierdo,
siempre al lado mío, siempre... siempre...
quizas... para estar más cerca de mi corazón...
dicen que me fuí del barrio...
dicen que me fuí del barrio...
cuándo?
pero cuándo?
si siempre estoy llegando,
y si una vez me olvidé;
las estrellas de la esquina de la casa de mi vieja,
titilando como si fueran manos amigas, me decían
"nene, nene quedate aquí!, quedate aquí, quedate aquí..."
Nocturno a mi barrio
La Mississippi
Etiquetas:
Blues,
Minimalismo,
Poesía,
Tango
miércoles, 13 de junio de 2012
Levantaré mi copa de moscato, y le cantaré a tu ausencia

aunque no más hermosa
que cualquier otra noche de verano.
Es hermosa esta noche en que estoy solo,
y fumo, y he dejado
en penumbra la casa mientras suena
un dulce y triste blues,
un blues tan triste y dulce como otros.
Nada en mí, ni en la noche, ni en la música,
se diría especial, y sin embargo
existe algo muy hondo en esas cosas
que parecen sencillas:
una extraña grandeza que no acaba
de ser exaltación, tragedia, paz,
pero que es todo eso, y es también
un sentir claramente
que para que esto ocurra ha sido necesario
apurar estos años, acumular recuerdos,
haber ganado
y haber perdido tantas cosas.
Para que este piano suene así,
para temblar así con esta música,
ha sido necesario
ir llenándola poco a poco
de belleza y de daño, ir llenándola
con nuestra propia vida, para que se parezca
a nuestra propia vida, y suene así:
tan insignificante
y tan grande, tan triste, tan hermosa.
"Maneras de escuchar un blues", de Vicente Gallego.
Y nos cantaba Adrián Otero, al oído, desde su corazón, con ese tono caliente que tenía su garganta:
"Las luces se encienden, en calle Corrientes,
se llena de gente, que viene y que va,
salen del cine, ríen y lloran,
se aman, se pelean, se vuelven a amar
...y en la Universal, fin de la noche,
moscato, pizza y fainá, moscato y pizza."
¿Cuántas veces habremos cantado esto, juntos, con mi hija?
En casa, en el auto, caminando por la calle, en alguna plaza.
Nos encantaba cantarla juntos. Nos sigue encantando, literalmente.
Caminaremos por Corrientes, de la mano: mi hija, mi mujer y yo.
Nos comeremos una pizza con fainá, y la acompañaremos con un moscato.
En tu honor, Adrián.
¿Qué hacer cuando un mal aire de tristeza la envuelva igual que un maleficio?
¿Qué hará bajo el otoño si el aire huele a humo y a pólvora y a besos?
¿Qué hacer? ¿Qué hará?
Preguntas a un azar que ya tiene las suertes repartidas.
martes, 21 de diciembre de 2010
Un poderoso mensaje de Navidad

“Recordemos que lo material es transitorio, en cambio todo lo que crece en nuestro interior día a día...
en nuestro corazón es para siempre..."
"Recordemos que Jesucristo, quien dio origen a la Navidad, debe ser nuestro motivo para vivir
los valores familiares de la fraternidad y unidad."
Francamente es muy bonito el mensaje. Frases como éstas, es común leerlas en estos días, producto del mentado "espíritu Navideño". De hecho, las que nos ocupan y dan inicio a esta entrada, están extractadas de un mensaje que me llegó por correo electrónico con motivo de la próxima Navidad.
El dato interesante en éstas, sin embargo, es que no es cierto que el origen de la Navidad sea Jesús Cristo y su hipotético nacimiento. Éste es un sentido posterior, dado a la celebración a partir del Concilio de Nicea, en el año 325dC, cuando el Cristianismo se impuso como religión de estado, en épocas en que el Imperio Romano dominaba cultural y materialmente vastas extensiones de Planeta.
El origen de la Navidad, está en las fiestas Saturnales, en honor de Saturno, divinidad agrícola protectora de sembrados y garante de cosechas, con las que los Romanos, celebraban el solsticio de invierno, cuando el Imperio era uno solo, y un Panteón de Dioses dominaba la creencia oficialmente impuesta a sus ciudadanos. En el año 274 el emperador Aureliano, preocupado por el sincretismo religioso, introdujo el culto siríaco del Sol Invicto, cuyo natalicio se celebraba el 25 de diciembre, cuando el sol, superado el solsticio, recobra su poderío de luz en los días. En él reconocieron casi todas las sectas a su suprema divinidad, especialmente los muchos seguidores de Mitra. La turba de dioses, propios y extraños, que había hallado acogida en Roma acabaría reduciéndose a este «Sol Señor del Imperio Romano». Esta suerte de monoteísmo solar, cuyo culto había estado precedido por las fiestas en honor de Saturno, allanó el camino al Cristianismo para establecer (por oposición al paganismo) la fecha del natalicio de Jesucristo.
Más interesante aún, es que en las Saturnales se borraban las diferencias sociales. En estas fiestas, se hablaba de un sentimiento de hermandad entre los hombres, incluso entre amos y esclavos, quienes por un par de días, intercambiaban su condición. Los romanos intercambiaban regalos y visitaban a amigos y familiares. Eran fiestas de excepcional permisividad. Durante estas jornadas los esclavos vestían las ropas de sus señores, quienes les servían en la mesa, mientras ellos despotricaban contra sus dueños sin temor a castigo alguno. Esta inversión de la jerarquía social ha quedado reflejada en la imagen que adorna el mes de diciembre en el calendario litúrgico (ca. 354) de Furio Dionisio Filocalo, donde se aprecian, como motivos evocadores, unos dados en la mesa y una inscripción marginal que reza: «Ahora, esclavo, se te permite jugar con tu señor».
Este dato, nos habla de que tampoco el origen del sentido social de la Navidad es una impronta del Cristianismo, sino que también está originada en las Saturnales.
Así que para comenzar a disfrutar de las próximas Saturnales como es debido, ahora que han devenido en dionisíacos encuentros con la familia y los amigos, antes de la pantagruélica velada vamos a ponerle un poco de sentimiento. No uno comprado en las grades tiendas, en esta fiesta explosiva del consumo, pletórica de frases vacuas, de emotividad impostada. Uno poderoso, que salga del propio cuore.
El icónico cantante de blues, Charles Brown, nació en Texas en 1922, se licenció en química, pero la guerra y la depresión económica lo llevó por el camino de la música, y econtró en el piano, pero sobre todo en su voz, el instrumento adecuado. Miembro de una familia musical, aprendió de su abuelo a los pocos años, las reglas básicas del blues, swing y el boggie al piano. Fue uno de los grandes innovadores del blues urbano de posguerra, uno de los creadores del blues de la costa oeste. Actuó en el Lincoln Theatre y en el Chicken Shack de Ivie Anderson antes de crear con el contrabajista Eddie Williams y el guitarrista Johnny Moore, el trío "The Three Blazers". Su modelo era el trío de Nat King Cole. Creó un nuevo estilo de blues, muy sofisticado para la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, con un sonido muy meloso y con muchos toques de jazz. Charles Brown se convirtió en el cantante más representativo del blues más sutil. Tuvo varios éxitos, entre ellas "Drifting Blues" y "Merry Christmas Baby".
En la década de 1980, Bonnie Raitt marcó el inicio del retorno de Charles Brown a los primero planos en una gira.
Su "Por favor, regresa a casa para Navidad", un éxito en 1960 en el King Records sigue siendo aún popular.
Hoy los discos de blues y de jazz de Charles Brown son un autentica joya.
lunes, 11 de enero de 2010
Bobby McFerrin, mucho más que un hombre despreocupado y feliz

La de Bobby McFerrin (11 de marzo de 1950, Manhattan, Nueva York), es una de los voces más originales y virtuosas del panorama musical de las últimas décadas, con una voz capaz de cantar profundos bajos y altos falsetes. Su padre, "un cantante con voz de barítono, el primer afroamericano que firmó un contrato con la Metropolitan Ópera de Nueva York, excelente profesor, gran pianista y excepcional artista", era el renombrado solista Robert McFerrin. Estudió piano en el "California State College" y luego en el "Sacramento and Cerritos College". Comienza su carrera como cantante en 1977 en torno a los clubes y cabarets de New York. Después de algunos escarceos, tiene su primera y exitosa prueba de fuego en el Playboy Festival de Jazz de 1980.
Entre sus obras más comerciales encontramos la cortina del “Cosby Show” en los años ‘80 y la canción que lo hizo mundialmente conocido “Don’t Worry, Be Happy” del LP “Simple Pleasures” con la que ganó uno de sus ocho Grammy en 1988 y fue banda de sonido de la taquillera película “Cocktail” protagonizada por Tom Cruise, así como su notable LP vocal en solitario de 1984 “The Voice”. En 1986 y 1992 ganó el premio “Mejor interpretación masculina de jazz”, con Round Midnight, de Thelonoius Monk.
Bobby McFerrin, para quien hay dos tipos de música, la que trata de transmitir algo y la música basura, es un fenómeno inclasificable, que nunca pasa de moda y mantiene su imagen de marca; un acróbata de la voz y un comunicador nato, capaz de poner a cantar a todo un auditorio sin más artilugio que sus cuerdas vocales. Ha compartido su arte y su talento con el pianista Chick Corea en las ediciones de jazz “Play” y “The Mozart Sessions”, con Keith Jarret, con Herbie Hancock, con el violonchelista Yo-Yo Ma, con The Saint Paul Chamber Orchestra interpretando obras de Mozart, Bach y Tchaikovsky y con el grupo Yellowjacket.
La contundencia de la lluvia de redondas, semifusas y corcheas es alucinógena y al mismo tiempo práctica, tangible, como un óleo puntillista, como el efecto de un cuadro impresionista. Puede dirigir con autoridad la Orquesta Filarmónica de Viena o la orquesta sinfónica de San Francisco, consigue cantar e instrumentalizar el "Ave María" sólo con su voz, es incluso capaz de tocar "My favorite things", el clásico de John Coltrane sin más asistencia que la de sus cuerdas vocales,
El Beat box, o beatboxing, es el arte de simular con la boca los sonidos de una caja de ritmos, para hacer melodías sobre las que rapear, se podría decir que es la percusión vocal del Hip-Hop. Es considerado por algunos el quinto elemento del hip-hop (los otros cuatros son Rap, Break Dance, Graffiti y Turntablism).
Conocido por tener un gran rango vocal de cuatro octavas y por su habilidad para usar su voz para crear efectos de sonido, como su recreación de un bajo, que logra cantando y golpeando suavemente su pecho, sólo él es capaz de pararse en solitario frente a un auditorio, y entonces cantar a la vez que acompañarse con su prodigiosa voz dueña de un registro sobrehumano I've Got a Feeling con una actitud artística arrolladora
La conferencia, con el título "Notas y neuronas: en busca del coro común" en el marco del World Science Festival, intentaba descifrar si nuestra respuesta a la música viene "de fábrica", o si está culturalmente determinada, y si la reacción al ritmo y la melodía es universal o influenciada por el medio ambiente. En ese contexto, Bobby McFerrin mezclando música y ciencia, llevó a cabo un experimento con el que pretendía demostrar el poder de la escala pentatónica.
Luego de la performance, dice "lo que me resulta más interesante de esto es que no importa dónde esté, donde sea, todas las audiencias lo entienden... No importa donde... Es la escala pentatónica."
Fue publicado en El diario de Gualeguay
miércoles, 6 de enero de 2010
Richard Bona, los más bajos sentimientos

“Richard Bona Trio, Jazz Zaragoza, 10 de noviembre de 2005,
tinta 15 x 21 cm, de Santiago Ríos”
Dicen que si Jaco Pastorius, el músico que revolucionó el jazz con su bajo eléctrico, hubiera nacido en el Camerún, se llamaría Richard Bona. Porque el talento nace, no se hace. Algo evidente en el genial bajista camerunés, aunque este genio puede hacer música con lo que él quiera. Convencido de esto, Pat Metheny, de quien obvian las presentaciones, presentando a sus músicos dijo de él con una sonrisa en los labios: ” … y Richard Bona … al... todo”.
Richard Bona sí nació en 1967, en Minta, Camerún. Su abuelo era cantante y percusionista en la iglesia de Douala. Su madre, también cantante. "Cuando tenía tres años, lloraba mucho y sin razón" recuerda Bona riéndose. "Un día, alguien trajo a casa un balafón y se puso a tocar. Dejé de llorar; me quedé quieto, atrapado, escuchando durante horas." Bastó un solo acorde de una gran banda para que el chico de tres años cambiara para siempre.
A partir de ese día lo único que le importó fue la música. Aprendió guitarra, flauta y percusión, y a los ocho años, tocaba por todo el país con su guitarra y su balafón. Y como no había dinero comenzó a armar sus propios instrumentos y se fue preparando para tocarlos. Así fue que se hizo varias flautas, distintos instrumentos de percusión en madera y a los siete años fabricó con sus maravillosas manos una guitarra de 12 cuerdas con red de pesca y cables de frenos para bicicletas. Liberado de toda falsa modestia asegura que la extraña obra de luthería sonaba muchísimo mejor que otras profesionales. En 1980, con 13 años, se marchó a Douala con su padre y comenzó su carrera profesional tocando en hoteles.
Cuando no tenía más que veintidós años, al morir su padre, viajó a Alemania, y de allí a la bohemia de París, luego de exprimir al máximo las enseñanzas que le brindaba la gran colección de discos de jazz que le facilitó el dueño del hotel en Douala donde Bona tocaba todas las noches. Pero él necesitaba más. Allí se matriculó en una escuela de música y aprendió los fundamentos de la composición. Se dedicó a escuchar la música de Miles Davis, Chet Baker y Ben Webster, y claro, así se entiende. Trabajó con Didier Lockwood (violinista), Marc Ducret (guitarra), Manu Dibango (batería) y Salif Keita.
Como no tenía los permisos de residencia y trabajo de Francia lo expulsaron luego de vivir en París durante seis años, donde en un club de jazz tuvo su primer encuentro con Joe Zawinul. Otro artista enorme, Harry Belafonte, acude en su ayuda y le contrata para poder establecerse legalmente en EEUU. Hoy vive en Nueva York junto con su hijo, muy lejos de la naturaleza pero cerca de Chick Corea, Bobby McFerrin, Brandford Marsalis y Pat Metheny con quienes toca habitualmente.
Fue tocando en el Blue Note con el antiguo teclista de Weather Report, cuando conoció a Jack Holmes, el letrista de Harry Belafonte. Richard entró en el grupo para acabar siendo su director musical. Pronto se puso a trabajar con músicos tan ilustres como Larry Coryell, Michael y Randy Brecker, Steve Gadd o Branford Marzalis, donde se aprecia no sólo el poder sobre el instrumento, sino la riqueza y expresividad de su voz y sus cualidades en la composición.
Paul Simon, Harry Belafonte, Queen Latifah, Harry Connick Jr, Manu Di Bango, Pat Metheny, Joe Zawinul, Herbie Hancock, Chick Corea, Jacky Terrason, Bobby McFerrin, Randy Brecker, George Benson, Mike Stern, Sadao Watanabe, son sólo algunos de los artistas que han apelado al talento del bajista.
Richard Bona es un inmenso cantante, compositor y multiinstrumentista de jazz y jazz fusión, especializado en el bajo eléctrico, instrumento del que es uno de los máximos exponentes actuales a nivel mundial por su reconocido virtuosismo. Es uno de los mejores músicos de África, junto a Yossou N'Dour, Manu Dibango e Ismael. Hace sonar en su bajo, como si fuera un antiguo alquimista, una mezcla de jazz contemporáneo con el sonido que le imponen sus raíces y la explosividad del rock; sin embargo su estilo es claro y limpio. Suena a ser feliz, su música desprende una saludable luminosidad, creando un entorno de receptividad muy optimista. Su bajo, dicen, es una arma de construcción masiva.
Su primer álbum "Scenes From My Life" (1999) es un auténtico resumen de lo que es capaz. Su segundo álbum “Reverence” confirma sus talentos de cantor, autor y compositor fuera de serie, de bajista extraordinario y de muy fino melodista. Un álbum intimista de producción finamente tallada.
"Munia” (cuento en dialecto duala), tercer álbum de Bona, luego de firmar con la Universal, no ha hecho más que confirmar los talentos del camerunés que vive en NY. Tiene todo lo que se le puede pedir al género, y además, emoción. Sobre este disco dice su autor: "Me sirvo de la música para contar una historia. Les corresponde a ustedes contarse su propia historia con la música que escuchen." Compone canciones dialectales, que hablan del amor y del respeto. Describen asuntos en apariencia simples como la naturaleza, el amor y la vida cotidiana de la gente. “Munia” y “Tiki”, su cuarto trabajo, establecen los que pueden considerarse ya sus signos de identificación, unidos a la gradual maduración de su arte.
También grabó un disco en trío con el congolés Lokua Kanza y el francés Gerald Toto, donde su impronta se deja sentir en composiciones como “Ghana blues” y “Kwalelo”. Pequeñas reiteraciones sonoras, apreciables sobre todo si se escuchan los discos de un tirón, no invalidan una propuesta determinada por la sinceridad. Es música para manejar estados de ánimo, banda sonora para una actualidad multicultural y transparente en sus esencias.
En su último trbajo, África sigue siendo la verdadera protagonista. “The Ten Shades of Blues” es un perfecto ensamblaje de culturas e influencias, bien producido con un sonido fantástico. Un excelente trabajo que sin duda merece el reconocimiento, donde cada tema genera una visión multicolor en su escucha. Centrado todo, por supuesto, en la profunda e intensa voz de Bona.
Richard Bona habla de estar abierto, de exponerse, de recibir y asimilar lo que nos rodea, antes que de encerrarse en escuelas previsibles. La música que compone nos aproxima a una visión planetaria y humana; transpira inocencia y compromiso, irradia alegría, vigor, certezas, melancolía. Es un creador en ascenso, con mucho recorrido aún. Para quienes creen que su inscripción de nacimiento lo obliga a reproducir fórmulas ya inventadas, antepone la inevitable necesidad de crecer desde ellas. Porque así como crece el pueblo futuro, él crece desde el pie.
Más música de este genial artista en MySpace.
sábado, 19 de diciembre de 2009
Un mensaje de Navidad de Charles Brown

“Recordemos que lo material es transitorio, en cambio todo lo que crece en nuestro interior día a día...
en nuestro corazón es para siempre..."
"Recordemos que Jesucristo, quien dio origen a la Navidad, debe ser nuestro motivo para vivir
los valores familiares de la fraternidad y unidad."
Francamente es muy bonito el mensaje. Frases como éstas, es común leerlas en estos días, producto del mentado "espíritu Navideño". De hecho, las que nos ocupan y dan inicio a esta entrada, están extractadas de un mensaje que me llegó por correo electrónico con motivo de la próxima Navidad.
El dato interesante en éstas, sin embargo, es que no es cierto que el origen de la Navidad sea Jesús Cristo y su hipotético nacimiento. Éste es un sentido posterior, dado a la celebración a partir del Concilio de Nicea, en el año 325dC, cuando el Cristianismo se impuso como religión de estado, en épocas en que el Imperio Romano dominaba cultural y materialmente vastas extensiones de Planeta.
El origen de la Navidad, está en las fiestas Saturnales, en honor de Saturno, divinidad agrícola protectora de sembrados y garante de cosechas, con las que los Romanos, celebraban el solsticio de invierno, cuando el Imperio era uno solo, y un Panteón de Dioses dominaba la creencia oficialmente impuesta a sus ciudadanos. En el año 274 el emperador Aureliano, preocupado por el sincretismo religioso, introdujo el culto siríaco del Sol Invicto, cuyo natalicio se celebraba el 25 de diciembre, cuando el sol, superado el solsticio, recobra su poderío de luz en los días. En él reconocieron casi todas las sectas a su suprema divinidad, especialmente los muchos seguidores de Mitra. La turba de dioses, propios y extraños, que había hallado acogida en Roma acabaría reduciéndose a este «Sol Señor del Imperio Romano». Esta suerte de monoteísmo solar, cuyo culto había estado precedido por las fiestas en honor de Saturno, allanó el camino al Cristianismo para establecer (por oposición al paganismo) la fecha del natalicio de Jesucristo.
Más interesante aún, es que en las Saturnales se borraban las diferencias sociales. En estas fiestas, se hablaba de un sentimiento de hermandad entre los hombres, incluso entre amos y esclavos, quienes por un par de días, intercambiaban su condición. Los romanos intercambiaban regalos y visitaban a amigos y familiares. Eran fiestas de excepcional permisividad. Durante estas jornadas los esclavos vestían las ropas de sus señores, quienes les servían en la mesa, mientras ellos despotricaban contra sus dueños sin temor a castigo alguno. Esta inversión de la jerarquía social ha quedado reflejada en la imagen que adorna el mes de diciembre en el calendario litúrgico (ca. 354) de Furio Dionisio Filocalo, donde se aprecian, como motivos evocadores, unos dados en la mesa y una inscripción marginal que reza: «Ahora, esclavo, se te permite jugar con tu señor».
Este dato, nos habla de que tampoco el origen del sentido social de la Navidad es una impronta del Cristianismo, sino que también está originada en las Saturnales.
Así que para comenzar a disfrutar de las próximas Saturnales como es debido, ahora que han devenido en dionisíacos encuentros con la familia y los amigos, antes de la pantagruélica velada vamos a ponerle un poco de sentimiento. No uno comprado en las grades tiendas, en esta fiesta explosiva del consumo, pletórica de frases vacuas, de emotividad impostada. Uno poderoso, que salga del propio cuore.
El icónico cantante de blues, Charles Brown, nació en Texas en 1922, se licenció en química, pero la guerra y la depresión económica lo llevó por el camino de la música, y econtró en el piano, pero sobre todo en su voz, el instrumento adecuado. Miembro de una familia musical, aprendió de su abuelo a los pocos años, las reglas básicas del blues, swing y el boggie al piano. Fue uno de los grandes innovadores del blues urbano de posguerra, uno de los creadores del blues de la costa oeste. Actuó en el Lincoln Theatre y en el Chicken Shack de Ivie Anderson antes de crear con el contrabajista Eddie Williams y el guitarrista Johnny Moore, el trío "The Three Blazers". Su modelo era el trío de Nat King Cole. Creó un nuevo estilo de blues, muy sofisticado para la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, con un sonido muy meloso y con muchos toques de jazz. Charles Brown se convirtió en el cantante más representativo del blues más sutil. Tuvo varios éxitos, entre ellas "Drifting Blues" y "Merry Christmas Baby".
En la década de 1980, Bonnie Raitt marcó el inicio del retorno de Charles Brown a los primero planos en una gira.
Su "Por favor, regresa a casa para Navidad", un éxito en 1960 en el King Records sigue siendo aún popular.
Hoy los discos de blues y de jazz de Charles Brown son un autentica joya.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Bobby "Blue" Bland, el león del blues

Así describe él por qué comenzó lo que devendría en su pasión: “No me gustaba recoger algodón, hacía demasiado calor en el campo. Así que cantaba en el patio del almacén, los viernes y los sábados”.
Su serie de éxitos en el campo del rhythm & blues comenzó a fines de los 50, y es uno de los más prestigiosos representantes de la música afroamericana, que ha sabido combinar con maestría el gospel y el blues (e incluso incorporarles sonidos típicos del country y del pop) hasta lograr un estilo de blues propio, cool, sofisticado y oscuro a la vez.
Los sentimientos, los matices y la autenticidad en los registros con los que interpretaba cada una de sus canciones le hicieron merecedores del reconocimiento público y hoy día es considerado uno de los grandes cantantes del género.
El blues es símbolo de tristeza, es la historia de la esclavitud de un pueblo, la manifestación de una condición de vida y una manera de liberar los sentimientos. El nacimiento del blues se produjo en las plantaciones de algodón, tabaco y maní, en los estados de Mississippi, Louisiana, Georgia o Alabama. Deviene de cantos de trabajo más antiguos (llamados arhoolies), y es sobre todo un estilo narrativo vocal, basado en una voz solista con acompañamiento instrumental.
Una voz poderosa para desgarradoras canciones, que logró un sonido emblemático, un squall (grito) apto tanto para un burdel como para el sermón de un predicador.
Bobby “Blue” Bland creó su primera banda en la adolescencia, antes de liderar el grupo juvenil de gospel The Miniatures, que fundó en 1945. A fines de esa década actuó esporádicamente en Memphis junto a B. B. King, Johny Ace o Rosco Gordon entre otros. En 1951 y 1952 registró sus primeros discos para Chess y Modern Records (momentos retratados en la película Cadillac Records, que fuera estrenada este mismo año), y a partir de 1953 para Duke-Peacock, de Houston, a la que estuvo ligado durante los dos decenios siguientes.
Conocido como "El León Del Blues", se caracterizaba por interactuar intensamente con el público en todos sus recitales. Su increible versatibilidad e inimitable estilo hicieron que este cantante de Blues y Soul fuese el único que en los años 50 lograra una popularidad que rivalizó con la de B.B.King.
Durante los años sesenta vivió su edad de oro, primero junto a Junior Parker en teatros de la comunidad negra, y luego a través de sus numerosos singles y álbumes, que lo consolidaron como uno de los valores más notables del rhythm & blues que ha logrado mantenerse en primer plano hasta los años noventa con discos tan interesantes como Potrait of the Blues (1991) o Years of Tears (1993).
Es referencia permanente de cantantes de primer orden. Johnny Winter lo señala como uno de sus preferidos: “No escucho música actual, no me gusta mucho. Escucho lo antiguo, música que fue hecha antes de que yo llegara. Los 50 es mi década preferida. Muddy Watters, B.B. King, Little Walter, Bobby Bland”.
Mick Hucknall, el cantante de Simply Red, acaba de editar 'Tribute To Bobby'. En él, interpreta 12 canciones suyas de la década de los 60: "Espero que la gente redescubra la música de Bobby, que está entre mis favoritos, porque es un gran cantante".
Dijo Van Morrison en la revista Rolling Stones: “La gente como Ray Charles, Sam Cooke, Bobby Bland y Solomon Burke, definieron qué era el soul para mí. No tenía que ver sólo con cantar, sino con lo que estaba en juego cuando se cantaba. Estos tipos se jugaban el alma en lo que hacían”.
En 1992 junto a Jimi Hendrix, The Isley Brothers, Booker T & The Mg's, Johnny Cash y Sam & Dave, fue admitido al Salón de la Fama del Rock, un museo situado en Cleveland, Ohio, dedicado a rendir homenaje a los artistas más famosos e influyentes de la industria de la música. En 1997 recibió un Grammy Lifetime Achievement Award.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Rock nacional, la historia

“Rock Nacional, la historia” cuenta con los testimonios de varios de los músicos más relevantes que la protagonizan. Este documental, un trabajo exhaustivo y de excelente documentación, recorre los orígenes, el devenir, los detalles -incluso los más olvidados- y los hechos más relevantes de la enorme historia del rock argentino en 13 capítulos temáticos, y muy bien estructurados.
Recuerda los temas y las bandas más paradigmáticas, junto con otros que han dejado huellas menos profundas, pero de todos modos son capaces de generar nuestra emoción con su mero recuerdo. También repasa la relación espasmódica, caótica del rock con la sociedad, los medios de comunicación, y con la tan convulsa como peligrosa política nacional. Una secuencia inacabable de artistas, de locos, de glorias y fracasos, de poetas, de ilusiones y frustraciones, de músicos y músicas.
Esta serie toma como hecho inaugural del rock nacional, lo que muchos consideran la primera grabación del rock argentino: el 2 de junio de 1966, cuando Los Beatniks, la banda más importante que se presentaba en "La Cueva", un reducto hasta entonces reservado al jazz, registran “Rebelde” y "No finjas más", su único simple, del cual se editaron 600 copias y se vendieron 200.
Una de las propuestas más interesantes que nos ha ofrecido la televisión argentina en los últimos tiempos a los melómanos en general, y particularmente a los amantes del rock, para revivir y volver a disfrutar grupos paradigmáticos, temas míticos, y escuchar en primera persona los testimonios de los propios protagonistas de esta historia apasionante, y ya legendaria.
Capitulo 1 - El rock argentino nació conmigo y ésta es su historia... y parte de la nuestra...
Capitulo 2 - Ayer nomás...
Capitulo 3 - La tierra que te da la vida, te da un tiempo para decidir...
Capitulo 4 - Lo que comienza bien, continua bien... crecimos, pese a todo...
Capitulo 5 - Hubo un tiempo en que fuimos hermosos, y fuimos libres de verdad...
Capitulo 6 - Si las mirás bien, comprenderás, que sólo vuelan en libertad...
Capitulo 7 - Quien sabe Alicia este país, no estuvo hecho porque si..
Capitulo 8 - Descubrimos la dura realidad: los sueños pueden hacerse realidad…
Capitulo 9 - A brillar mi amor…
Capitulo 10 - Nunca tuve tanto blues…
Capitulo 11 - Se vino el estallido…
Capitulo 12 - Volver a empezar…
Capitulo 13 - Aunque no lo veamos, el rock siempre está…
El documental completo, los 13 capitulos, son unas seis (6) horas de historia vívida e intensa del rock argentino… de buena parte de mi historia, y probablemente de la tuya…
sábado, 5 de diciembre de 2009
Marcus Miller, uno de los mejores bajistas de la historia

Destacó como intérprete (sobre todo del bajo, pero domina numerosos instrumentos, como el clarinete, la guitarra, el saxo tenor, el fender rhodes, el vibráfono…), pero es un gran productor, un arreglista excepcional y un notable compositor. Es, en definitiva, un artista muy completo, activo en muchos frentes, y no deja de sorprender con sus imparables ganas de innovar y explorar nuevos terrenos. Su discografía rara vez ha conseguido el apoyo unánime de la crítica (debido al rechazo de los puristas de su uso de sintetizadores y programación).
Nació en el seno de una familia musical, su primera influencia fue su padre, que era organista en la iglesia. Con trece años ya interpretaba el clarinete, el piano y el bajo, y empezó a componer música. Dos años después trabajaba en clubes neoyorquinos y pronto empezó a componer para Bobbi Humphrey y Lonnie Liston Smith. Fue entonces cuando empezó a ser reclamado con mucha frecuencia como músico de estudio, colaborando con Joe Sample, McCoy Tyner, Bill Withers, Elton John, Bryan Ferry, Frank Sinatra o LL Cool J.
A partir de 1981 estuvo dos años de gira con su ídolo juvenil, Miles Davis, al que tiempo después produciría tres álbumes, empezando por el legandario Tutu, que se convirtió en una piedra de toque en la extensa discografía de Miles desde el día en que se publicó. Un vistazo rápido a internet y a su inagotable caudal de opiniones, nos muestra que incluso hoy en día las opiniones sobre Tutu van desde "sosos backgrounds pop" y "esterilidad sintetizada" hasta "infravalorado" y "esto es su Picasso, su obra de arte moderno". Dice de Tutu el propio Marcus: «A la hora de grabar el disco yo sólo pensaba en capturar la energía musical de Miles en aquellos años y todo ese flujo de idas y venidas con el jazz eléctrico como único pasaporte», y luego «Tocar con él era como pintar un cuadro. Primero dejaba a la banda que dibujara sus propios trazos y luego él lo remataba todo. En ese sentido, Miles concedía al músico una gran libertad de acción y así todo sucedía con una gran naturalidad».
Tras su colaboración con el gran trompetista, se interesó por la producción, destacando con Voyeur, de David Sanborn, artista al que produjo varios trabajos, incluyendo Winner, ganador de un Grammy en el 2000. Otro artista con el que ha entablado una relación duradera es Luther Vandros, al que ha producido y escrito varios éxitos, como Till My Baby Comes Home o The Power of Love, ganador este último del Grammy al mejor tema de R&B en 1991. Además, también ha producido a Al Jarreau, The Crusaders, Wayne Shorter, Take 6, Chaka Khan y Kenny Garrett, entre otros.
Su carrera en solitario comenzó a principios de los ochenta, con el ábum Suddenly, seguido de un trabajo homónimo. En 1993 editó The sun don’t lie y, dos años después, Tales. Live & more llegaba en 1997 y M2 en el 2001, álbum que le valió un Grammy como mejor álbum de jazz contemporáneo. En el 2003 edita The Ozell Tapes: The Official Bootleg, un doble CD grabado en directo y, el año siguiente, Dreyfus night in Paris, otro disco en directo que proviene de un concierto realizado en 1994. Silver rain se edita en el 2005 y Free (New Mood Jazz), su último trabajo hasta la fecha, en Julio del 2007. Este último álbum se ha reeditado en Marzo del 2008 por el sello Concord Records, con cuatro nuevas temas, y titulado esta vez Marcus. Además, Miller ha compuesto bandas sonoras para films como House Party, Boomerang, Siesta o Ladies' Man, e incluso para el film de animación para niños The Trumpet of the Swan.
Amable, amigable y músico que ha sido desde su adolescencia un maestro indiscutible en su instrumento, y también en su primer instrumento, el clarinete bajo, en 2007 ha presentado "Thunder" junto con otros dos bajistas: Victor Wooten y Stanley Clarke. Alguien por ahí escribió que después de ver esto, volvía a creer en dios. Y no es para menos; ver junta a la santísima trinidad del bajo eléctrico y que graben juntos un disco, no es cosa de todos los días. Los máximos representantes de casi 3 generaciones de bajistas se dieron cita y entraron al estudio de grabación para generar un disco impactante. Iniciaron en 2008 una gira que comenzó en EE.UU. y finalizó el 31 de octubre en Almería (España).
Marcus Miller sobre él: “Me gusta mantener las cosas en equilibrio, combinando R&B, Jazz, Funk y música para el Cine. Esto debe ayudar a reflexionar y comprender lo que sucede en el mundo… simplemente intento no quedarme parado, seguir creciendo y ser cada vez mejor…”
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