sábado, 2 de mayo de 2020

Sinrazones del populismo

Algunos cacerolean porque no confían en el criterio que tiene el poder judicial para darle domiciliaria a alguien.
¿En cambio, confían en el criterio que tiene el mismo poder judicial para encarcelar a ese alguien?
Son los mismos: los que confían y los que desconfían, y los presos encarcelados.

Sinrazones del populismo punitivista.

El jueves a la noche, en América, Novaresio le preguntó a un médico argentino que vive en NY si habían liberado presos por el COVID-19, y dijo que no. Un médico que no tiene porqué seguir las noticias. Igual se lo preguntó. Ante lo cual Novaresio hizo un comentario socarrón, diciendo algo así como "y eso que allá hay mucha circulación del virus".
Al cabo de unos minutos, para confirmar, se lo preguntó a Adrián Zack, el corresponsal que tiene América en EEUU, un periodista muy bien informado, y éste contó que fueron liberados 16.600 reos y que en algunos casos incluso les fueron conmutadas las penas.

Quienes no contrastan las noticias, y asumen como verdaderas informaciones de fuentes poco confiables, después se indignan por cosas que no pasan, o pasan de maneras diametralmente opuestas a como ellos creen.

Lo que no son capaces de ver los fanáticos desesperados por encontrar motivos para el grito destemplado, la estridencia, el estrépito, es que si en las cárceles el Covid-19 se descontrola, estas personas no van a morir agónicamente en las cárceles, sino que ocuparán camas del sistema de salud, que después nuestros padres, madres o nosotros mismos no tendremos disponible.
Por este motivo el poder judicial de todo el mundo, repito, de todo el mundo, está tomando estas medidas con detenidos sin condena por delitos leves no violentos, con presos que están por concluir su condena, o con regímenes especiales.
El poder judicial no está defendiendo a los presos, ni al 53% que tienen condena, ni al 47% que nadie sabe si son culpables o inocentes porque aún no tienen condena, nos está defendiendo a nosotros, está acompañando al estado en todos sus niveles en prevenir que el sistema de salud se desborde.
No se liberaron 170 violadores (ya se sabe que esto es falso). No hubo prisiones domiciliarias masivas por Covid-19. El poder ejecutivo NO libera a nadie porque eso lo hace el judicial. Hay presos que están finalizando sus condenas o siendo excarcelados por múltiples motivos, no sólo por Covid-19.
En este momento, más que nunca, es necesario no aferrarse a las mentiras ni a la acritud ni a la estupidez. Hace falta serenidad de todos, no sólo del gobierno, de todos los ciudadanos para que esto siga controlado.

Los casos crecen suavemente, pero siguen creciendo. Se duplican cada 17 días, pero se siguen duplicando cada tanto tiempo. El uso de las camas de UCI con respiradores sigue siendo muy moderado, pero sigue creciendo día a día.
No estamos para regalar nada. Si nos boicoteamos a nosotros mismos, la podemos pasar mal.
Todos.

El viernes a la noche el Pepe Mujica fue entrevistado por Novaresio en su programa de América; éste le preguntó:
-¿Qué pasa en la Argentina, Pepe?
La respuesta de Pepe fue contundente:
-Se quieren demasiado poco. Se respetan poco.

Será mejor que empecemos a querernos y respetarnos más, porque este virus no discrimina ni ideología ni partido político ni clase social ni color de piel. Y si tu salud no está en buenas condiciones la pasás muy mal, o morís sufriendo en soledad.


La imagen que ilustra este artículo es la obra: "Autorretrato con cabeza inclinada", de 1912, de artista Egon Schiele.




Si se callase el ruido
Quizá podríamos hablar
Y soplar sobre las heridas
Quizás entenderías
Que nos queda la esperanza