Algunos se enojan conmigo por plantear que la histeria es mala compañera:
En octubre voy a votar al FPV.
De lo que estoy harto es de la banalidad, de la chicana barata, de la laxitud en los análisis, y sobre todo de la hipocresía. No son ciertos los argumentos con los que me quiere convencer de que debo votar a Ranazzo en las PASO (ahora que se bajó Taiana y me quedé sin voto convencido): que Scioli es el menemismo, que es el candidato de Clarín, que es neoliberal, y que es lo mismo que Macri.
Porque si esto fuera cierto, hace 12 años que estamos aliados con alguien que es lo mismo que Macri, y creeme que no apoyaría a un proyecto político que hace 12 años gobierna con alguien que encaje en esa descripción como aliado.
Espero no ser el único.
Hasta ahora a Randazzo no lo escuché como un candidato interesante (cierto es que aún no escuché lo de Carta Abierta). Faltan más de 2 meses, ya lo escucharé. Aún así, si la diferencia a favor de Scioli es muy grande probablemente votaré por él para que no crea Scioli tener poder propio. Si van parejos, seguiré analizando.
Lo que me prometo a mí, es no ser hipócrita.
Clarín aprovecha cada palabra escrita para pegarle al gobierno nacional, espacialmente a Cristina Fernández, a quien considera "el" enemigo.
Randazzo aprovecha cada palabra para pegarle a Scioli, a quien considera "su" enemigo.
Mi enemigo sigue siendo el poder económico, no el FPV.
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Siendo las 21, en una provincia humilde, con una topología compleja, como Salta La Linda, ya estaban escrutados más del 99% de los votos.
En la ciudad de BAires, un distrito con el PBI per cápita de Bélgica, pasadas las 22:30 no habían empezado.
Eficiencia y efectividad contra marketing. En octubre no te equivoques: votá al FPV.
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Dicen en La Nación que los argentinos con capacidad de ahorro dejaron de lado en lo que va de 2015 la propensión al gasto al que fueron impulsados por el modelo económico y, "temerosos", pasaron a privilegiar la conservación de su dinero. En los últimos meses, 1,5 millones de personas hicieron una operación de plazo fijo y/o una compra de dólares a través del mercado oficial con fines de atesoramiento, una vocación de ahorro que no se veía hace años.
Poco optimistas, los argentinos pasaron del consumo al ahorro.
Me cansé de reirme en la cara de los que me decían que el alto consumo era una demostración de lo mal que estábamos, porque "la gente" no confíaba en el país y no ahorraba. Ahora que ahorran dicen que la gente ahorra porque tiene miedo. Y lo más interesnte de esto es que muchos lo repetiran como una verdad revelada.
Esto nos pone frente al debate acerca de las causas de la inflación, que hoy es más que relevante.
En estos momentos en los que se abusa del término neoliberal, la definición de cómo combatirla es vital para saber quién es quién.
Si bien podemos repasar las razones históricas, sociales, culturales, no debemos olvidar que hay razones económicas que resultan en el aumento de precios. La renegada ley de la oferta y la demanda funciona: la inflación sucede cuando la demanda es más intensa que la oferta. Argentina es un ejemplo, en ambos casos.
Si alguien te dice que la inflación la genera "la maquinita", el gasto público, entoces sí, es lo que ahora se define como neoliberal. Si te hablan de inversión, de motorizar la oferta sin "enfríar" la demanda, no, no lo es.
La inflación es un problema, resolverla también.
Se fue el pasto, el arroyo. Se fueron los caballos. Los árboles, la casa, los caminos se fueron. La costa ya no estaba, ni la mar, ni la arena.
Me quedaban las nubes, pero también partieron.
(Oliverio Girondo)
martes, 19 de mayo de 2015
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