martes, 28 de diciembre de 2010

Un año raro, lleno de vida y de palabras

Año diferente este 2010.
Con el Bicentenario pasaron cosas extrañas. De pronto, nos pusimos a discutir la historia. Fue algo novedoso. Se hizo evidente que no nos conformábamos con lo que siempre nos habían contado. Y eso está bueno. Revisar todo, remirar todo, repensar todo.
“Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”
No sé si la verdadera, pero otra, seguro.
La historia apareció también en los juicios, en la búsqueda de las identidades, en la demanda de la verdad.
Somos lo que hemos vivido, nuestro futuro está en nuestro pasado.
¿Suena raro, verdad?
Como también suena raro ver que las crisis, esta vez, suceden en otros lados. Jamás nos pasó eso. Nosotros éramos los expertos en sufrir crisis y salir estropeados de cada una de ellas. Por eso es rarísimo ver que en Europa hablan de ajustes, de recortes, de cierres, de desocupación, de las recetas del FMI.
No me digan que no es rarísimo.
También este año se paró un golpe en Ecuador. A las dos de la mañana, todos los presidentes estaban reunidos en la Casa Rosada. ¿Cuándo pasó algo así? Jamás.
Distinto este 2010. Salimos todos a las calles a festejar el Bicentenario y poco tiempo después salimos muchos a las calles a despedir a Néstor. Algo absolutamente impensado.
Lo mismo que ese renacer de la política, de la militancia, de las ganas. Dolor y alegría, todo junto.
Este año que termina vino muy raro,
pero ahora hay que pensar en el que viene.
El 2011, año electoral, año para que cada uno participe donde y con quien quiera.
Con la precaución de que no nos ensucien la cancha, que no nos vengan -en los hechos- con que los fines justifican los medios. No. Basta.
Queremos vivir contentos, votar contentos y elegir contentos.
Hemos trabajado mucho para poder estar un poco mejor, que nadie nos robe la sonrisa.


El texto, del genial Santiago Varela, me lo imaginé dicho por Tato Bores. Hagan la prueba de imaginarlo, y finalicen con su tradicional: vermuth con papas fritas y good show. Les prometo una enorme sonrisa dibujada en sus bocas.

Santiago Varela nació en Pergamino, provincia de Buenos Aires. Desde el año 1980 fue colaborador de la revista Humor Sexhumor, Feriado nacional, Página/30, Vivir, La maga y Tres puntos, y columnista en los diarios Clarín, Perfil, y el suplemento Cultura BA en Página/12. Fue autor de los monólogos de Tato Bores. Como autor teatral, hizo libretos para los espectáculos unipersonales de Edda Díaz, Luis Brandoni, Cipe Lincovsky y otros actores. Publicó los libros Sexo salvaje, Good show, ¡Autoayúdese, es una orden!, este último junto a Rudy, El debut y otros cuentos y El gran monólogo nacional.



Dijo sobre esto Rosana, en esa imprevisible red social que se empecina en acercarnos:
En el 2010 avanzamos en la inclusión, en la aceptación de la diversidad, en el camino de la justicia y en la distribución de la riqueza. Nos animamos a discutir el poder de los monopolios y a repensar la historia celebrando el bicentenario. Perdimos a un ex-presidente y aún así, no nos ganó la tristeza porque fuimos capaces de salir a agradecer y acompañar. Nos hermanamos con los países americanos y fuímos capaces de reconocer al estado de Palestina. Tenemos muchos motivos para estar felices y muchos caminos para transitar para que nadie quede afuera de este sueño de todos, nadie.

La sugerente imagen que ilustra esta entrada es una pintura llamada "La sonrisa escondida" de un tal Paco de Cáceres, y la encontré aquí.

Realmente este año ha dado mucha tela para cortar. Esperemos que el año próximo nos permita seguir disfrutando con alegría de nuestra esperanza, porque eso significará que seguimos teniendo motivos. No sé por qué, pero a mí me recuerda a una de las canciones que me acompañan, y he adoptado como leit motiv de mi vida, y naturalmente de este, mi lugar en la web:




LA VIDA ES UNA MONEDA
(Autor : Fito Paez)
Juan Carlos Baglietto (Argentina)


La vida en una moneda quien la rebusca la tiene
ojo que hablo de monedas y no de grueso billetes
mi vida en una hoja en blanco un piano desafinado
diez dedos largos y flacos y un manojo de palabras.

Solo se trata de vivir / esa es la historia
con la sonrisa en el ojal / con la idiotez y la locura
de todos los dias / a lo mejor resulta bien.
La gente sueña que sueña la calle sigue que sigue
el taxi gira que gira el cielo y la ancha avenida.

Los dias cantan la historia / del hombre al borde del hombre
los dias cantan mañana / los dias no tienen miedo
Solo se trata de vivir / esa es la historia
con un amor sin un amor / con la inocencia y la ternura
que florece a veces / a lo mejor resulta bien.
Si nos inunda el asfalto de sensaciones profundas
gocemos bien nuestro ahogo que es nuestra imagen fecunda.

La vida en una moneda quien la rebusca la tiene
ojo que hablo de monedas y no de grueso billetes
Solo se trata de vivir / esa es la historia
con la sonrisa en el ojal / con la idiotez y la locura
de todos los dias / a lo mejor resulta bien.

Solo se trata de vivir / esa es la historia
con un amor sin un amor / con la inocencia y la ternura
de todos los dias / a lo mejor resulta bien.

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