viernes, 16 de diciembre de 2011

Confusiones temporales

El pasado jueves 15 de diciembre fue un día intenso. Además del planteo más táctico que estratégico del líder de los camioneros, hubo una intensa actividad parlamentaria que, desde mi punto de vista, es mucho más trascendente con la mirada puesta en el futuro pese a tener menos visibilidad mediática que el planteo de Moyano.

Respecto de la amenaza del líder de la CGT de pararse en la vereda de enfrente, además de recordar que es una fotocopia del planteo que hiciera el miércoles 12 de diciembre de 2007 que nos inquiere acerca de cómo es la repetición de la historia, debemos decir que el futuro no es el pasado en falsa escuadra. Y si alguien necesita fantasmas, que los busque en Holywood porque, hasta ahora, lo único que se ve es la lucha por el poder, básicamente por las posiciones que en dicho poder ocupa cada uno. No he visto que alguien plantee algo diferente del que en teoría se quiere parar enfrente, de modo que, como no se discuten principios (aunque todos sepamos que las diferencias existen, como las brujas), se discuten candidaturas, espacios de poder. Quizá Moyano salió con la ambulancia porque entiende que empezó la campaña electoral del 2015.

Me parece destacable que en el mismo día tanto oficialismo como oposición cometieron el mismo error y con la misma ceguera, en el tratamiento de dos leyes vitales. Me refiero a la conocida ley antiterrorista y la ley de papel prensa. En ambos casos se pensó en términos partidarios, en ambos casos se confunde estado y estrategia con gobierno –condición siempre precaria y transitoria- y momento político, y en ambos casos ni se analizó con tranquilidad ni se actuó con ecuanimidad en términos de un futuro que es inexorable, y que, como todos sabemos, siempre llega.

Porque así como el oficialismo usa como argumento para defender las debilidades de la ley antiterrorista que este gobierno no reprime la protesta social, minimizando de manera insensata el hecho de que los futuros gobiernos pueden criminalizar dicha protesta social dado que la ley no es lo suficientemente clara en esta cuestión, la oposición trata el proyecto de papel prensa como si el gobierno no fuera algo pasajero, olvidando con necedad que es el estado y no el gobierno quien debe garantizar que se puedan oír todas las voces mediante la provisión de papel para impresión de diarios a todos los medios de comunicación, y no sólo a los más grandes, quienes en todo caso tienen capacidad operativa por la dimensión de su estructura administrativa y poder económico como para importarlo si lo necesitan, incluso más barato.

Quizá la única conclusión de este día que sin dudas pasará a la historia, es que nos falta mucho para no sentir la angustia por la precariedad de nuestra realidad política, de nuestra estructura social y cultural, de nuestras posibilidades económicas. Y que en esa misma sociedad que por momentos muestra estados de confusión temporal, aún así se siguen percibiendo como fuertes los anticuerpos, porque la memoria nos mantiene en vilo y alertas, y nos sigue poniendo en blanco sobre negro, que todos somos prescindibles al mismo tiempo que fundamentales, desde la presidenta hasta cada uno de nosotros.




¿Era yo, la voz muerta, los dientes de ceniza, sin brazos, bajo tierra, roído por la calma, entre turbias corrientes, de silencio, de barro?
¿Era yo, por el aire, ya lejos de mis huesos, la frente despoblada, sin memoria, ni perros, sobre tierras ausentes, apartado del tiempo, de la luz, de la sombra; tranquilo, transparente?

(Oliverio Girondo)

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