Yo era la misma sombra,
yo era menos, yo era una cosa durmiente que ni sueña ni espera,
cuando el vuelo de aquella mariposa celeste me hizo gorjear de pronto como un pájaro agreste.
(Alfonsina Storni)
Quizá sea la economía, estúpida, que nos interpela cuando adormecidos del tormentoso río que fluye prepotente hacia el único mar, emergemos para ensayar un resuello.
Entonces será por eso que así concluye la nota Adiós a la independencia de los bancos centrales, publicada en el periódico BBC de Londres:
"En los paises emergentes ha habido siempre una actitud mucho más intervencionista que en los países centrales. En América Latina en particular un objetivo esencial de los bancos centrales es la cuestión cambiaria ante las fluctuaciones que sufren sus monedas. La redefinición de los objetivos que se está ensayando va por el buen camino, pero tiene límites respecto a lo que el Banco Central puede realmente llegar a hacer", indicó Erturk a BBC Mundo. Estas experiencias fueron duramente criticadas en el primer mundo, tanto por políticos como por los medios, que las tildaron de populismo. Nadie repite el epíteto ahora que se sugiere abiertamente la necesidad de un cambio de modelo en el mundo desarrollado.
Probablemente por eso la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, contradice a los agoreros criollos y descifra las claves de este crecimiento que tanto llama la atención en el exterior al punto de lograr que los principales líderes de la unión Europea salten el Atlántico y crucen los Andes para buscar ayuda y mercados que les den aire a sus penurias.
MS: El último informe de la Cepal brindó una perspectiva bastante optimista para Latinoamérica en general. Sin embargo, es cuestionado por organismos privados dentro de estos países como, por ejemplo, la Argentina. ¿En qué se afianza esta certeza de la Cepal con esos indicadores?
AB: Yo no diría optimismo. Lo que nosotros decimos es que la región venía creciendo a más o menos 5,7% en 2010; que en 2011, este crecimiento se desacelera; que en 2012 se sigue desacelerando y llegamos a un nivel de 3,1%. Creemos que en 2013 vuelve a repuntar, sin avanzar más allá del 4%. No es que seamos optimistas, decimos que nuestra región estaba creciendo a altos niveles promedio, se desacelera, pero mucho menos que los países desarrollados.
O podemos inferir que sea ese el fundamento para que el director de Brasil ante el FMI, Paulo Nogueira Batista, calificó de “contraproducente” a la moción de censura votada por el Fondo contra la Argentina, ya que existe un diálogo en curso entre el país y el organismo. En un contacto telefónico concedido desde Washington, el brasileño consideró que la votación del directorio “no ayuda al diálogo que comenzó entre la Argentina y el Fondo” acerca del trabajo conjunto para la elaboración del nuevo indicador.
“La discusión del FMI giró sobre un índice que no sería de referencia en el futuro”, dijo respecto al actual IPC-GBA, que fue el que tomó el FMI para elaborar la moción de censura dispuesta por el Directorio durante la víspera.
“Creo que Argentina tiene su propios intereses e incentivos en trabajar para lograr el mejor indicador de precios al consumidor”, consideró el funcionario. Por estos motivos, el brasileño, en representación de la silla que componen 11 países de la región, votó en contra de la moción de censura finalmente aprobada por el directorio. Explicó que frente a esta decisión, los derechos de la “Argentina ante el FMI no se ven afectados. Es sólo un moción de censura, sólo eso, la Argentina no saldrá del FMI”, recalcó, ante la consulta de esta agencia.
Finalmente Estelle Leroy-Debiasi, periodista francesa especializada en economía, en el artículo "Los golpes bajos del Fondo Monetario Internacional a la Argentina no engañan a nadie", publicado en El Correo, dice con precisión:
El mensaje es simple: vean lo que les pasa a los cabezotas, para amedrentar a quienes estuvieran tentados de seguir los pasos de la Argentina en lo referente a la gestión de sus deudas y a poner en tela de juicio las recetas envenenadas del organismo, que no solo no hace milagros sino que ha llevado a ciertos países a precipitarse en profundos marasmos.
Pero el caso argentino molesta porque no arregla al planeta financiero. El FMI esgrime la amenaza como una profesión de fe. Y a la presidenta argentina por preguntar simplemente “¿Donde estaba el FMI que no pudo impedir ninguna crisis? ¿Dónde estaba cuando se formaron los más que burbujas, los globos aerostáticos financieros?”
Luego de estas pinceladas, necesito recordar que, como informaban en la nota "En busca del trabajo perdido" publicada en Página/12 hace justo una década:
Cuando cumplió sus 41 años, Raúl Grieve se quedó sin trabajo. Hasta entonces había pasado la mitad de su vida como obrero portuario en las dársenas de Buenos Aires; durante el gobierno menemista el sector se privatizó y en unos pocos meses el estibador vio cómo “de 14 mil puestos de empleo quedaban apenas mil” y él iba a parar a la calle. Grieve hace ocho años que no cobra un sueldo y la idea de volver a la actividad, dice, es lo que lo mantiene despierto, su expectativa central. “Si estuviera en el puerto todavía me faltarían 15 años antes de jubilarme”, cuenta mientras sostiene en la entrada del polo petroquímico de Dock Sud una pancarta piquetera. El hombre fue uno de los que bloquearon el lugar para reclamar –ya no al Estado sino al sector privado– la creación de trabajo genuino. En el ingreso a las plantas de Repsol y Shell, unos tres mil piqueteros cortaron las calles impidiendo la circulación de camiones; antes del mediodía una delegación fue recibida por las petroleras. Hubo protestas similares en otras plantas del país y en muchas de ellas los desocupados consiguieron entrevistas. El argumento repetido en esas reuniones fue que las empresas que se están beneficiando con la reactivación deben ahora comprometerse a generar empleo. Aunque en el pasado se habían hecho algunos intentos de presión sobre el sector privado, el de ayer fue el primer reclamo masivo y coordinado del movimiento de desocupados en ese sentido.
La jornada de protesta abarcó, según sus organizadores, 35 piquetes a fábricas a lo largo de todo el país. De cara a la sociedad, su objetivo consistió en instalar el mensaje de que los piqueteros no están dispuestos a conformarse con los programas sociales como el Jefes y Jefas de Hogar, sino que quieren una Argentina de trabajo.
Quizá, en definitiva, sea lo de siempre, el capitalismo mágico y su deidad dominante, el neo-liberalismo, cuya ley fundamental reza que la libertad de las personas es inversamente proporcional a la libertad de los capitales, donde somos todo lo libres que nuestro dinero pueda pagar. Porque como es evidente: libres son los capitales, no las sociedades, ni las comunidades.
Imagen: El Roto.
La mitad del corazón la ocupan recuerdos sin imagen, pequeños santuarios submarinos. En la otra viven sin permiso cosas como rayos de sol, mañanas de color azul, libros polvorientos. Digamos que no hay bandera, sólo tiempo que llenar, tiempo para mirar, y no otra cosa espera la Resistencia.
(José Daniel Espejo)
lunes, 4 de febrero de 2013
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