En un huerto amarillo, de maravillas
imposibles lleno, desperté a soñar;
soñaba y el dorado viento del lar
tornaba mis facciones amarillas.
(Or Lan)
Si un distrito, sea este nacional, provincial o municipal, a sus edificios, instituciones, accesos a carreteras, camiones (y un largo etcétera) los pinta de los colores del partido que gobierna, esto constituye un tipo específico de gobierno.
Lo más increíble del caso que comento, es que dichos colores del partido gobernante no tuvieron nunca ninguna relación con ese distrito en concreto.
Con lo cual, además de tener un ideario de corte fascista, estos gobernantes a los que me refiero, son unos prepotentes.
Imagen: "Casa y árboles en amarillo", de Aurelio Pérez Martínez (1977).
lunes, 1 de octubre de 2012
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