domingo, 7 de abril de 2013

Buenos Aires, todo terminó, abre las alas

Me cuentan que:

"en los planos de la obra del Maldonado que están en la Facultad de Ingeniería de la UBA, sede Las Heras (otro 'mamarracho', paradigma de la manera exacta de no hacer un edificio), figura que el arroyo corre entre dos paredes y un techo, lo cual no es exactamente un 'tubo'... por eso en las crecidas fuertes se socavan las bases de los adoquines y se hunde el pavimento que los cubre. He visto un auto enterrado hasta más allá del techo en plena calle..."


Referencia: http://descubriendolostesoros.blogspot.com.ar/2013/04/soportar-el-peso-de-la-existencia-del.html


Imagen: Puente de la calle Vera sobre el arroyo Maldonado, cuando Buenos Aires era aún una ciudad humana.

Viendo esta fotografía me vine a la cabeza la vívida imagen de tantas ciudades europeas que se hacen en torno a ríos, no sobre ellos. Cuándo fue que decidimos que Buenos Aires, la ciudad que amamos, no sea más la bella "Reina del plata". Cuándo nuestra insensatez tapó la belleza de nuestra ciudad con asfalto y cemento.
Y cuándo, pero cuándo será que nuestra indignación devendrá en decisión de hacer de Buenos Aires una ciudad para las personas que la habitan.

Concluyo, con más pena que gloria: es el capitalismo estúpido.
Es el capitalismo, estúpido.




Respira y canta. Donde todo se termina abre las alas. Eres el sol, el aguijón del alba, el mar que besa las montañas, la claridad total, el sueño.

(Blanca Varela)

2 comentarios:

  1. Excelente y exacto comentario.

    El gravísimo error que constituye el origen del drama de las inundaciones urbanas en nuestra ciudad nació cuando concibieron la absurda idea de que un curso de agua a cielo abierto con una cuenca de cierta importancia, puede entubarse y taparse creyendo que esas operaciones lo harían desaparecer.
    El posterior avance indiscriminado de la construcción y la constante impermeabilización de los suelos reduciendo drásticamente la capacidad de escurrimiento natural, harían el resto.
    Y todo lo dicho no intenta, ni por asomo, quitar un miligramo de responsabilidad al actual e inoperante Jefe de Gobierno, sino hacer comprender que las grandes cagadas, por más obras que se realicen, siempre terminarán en problemas graves y hasta en tragedias.
    Está claro, sin embargo, que la falta de pro-actividad y de interés del susodicho por resolver realmente los problemas porteños, constituyen los últimos clavos para cerrar el féretro.
    Pero para ser sinceros, no hace falta nada más que contemplar la espantosa hecatombe hídrica en la Ciudad de La Plata y en algunas zonas del Gran Bs. As. para darse cuenta de que no se trata sólo de un defecto del divertido alcalde porteño.
    Hay cerca de 14 millones de habitantes que configuran una MEGALÓPOLIS, con 3 millones en la C.A.B.A. y 11 millones en el conurbano. Hasta que nuestras autoridades, municipales, provinciales y nacionales NO ADVIERTAN ni ASUMAN que todos los problemas de un área de alrededor de 2.000 Km2 deben ser encarados, analizados y resueltos EN CONJUNTO y con la mirada puesta EN EL FUTURO, sin importar qué signo gobierne, el gato seguirá cagándose de risa sin que nadie le ponga el cascabel.

    Saludos

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