Sobre el muro rotas uñas graban un nombre

Algunos están haciendo una desaconsejable mezcla. Una cosa es el manejo de la pauta, con lo que el estado compensa el sesgo ideológico que el poder económico le da a los medios si el estado no interviene, y otra es clausurar sin motivo instalaciones técnicas como castigo.

Seamos honestos, con el actual reparto de pauta, así y todo más del 70% del share del mercado comunicacional está en manos de medios patrocinados por grupos de poder económico cuyo objetivo es defender la ideología que defiende sus intereses. Estos medios no necesitan de la pauta del estado.

La pauta del estado debe servir para que la ideología que jamás tiene un lugar en los medios de comunicación, es decir la mía, tenga algún espacio. Esto nunca sucedió, por eso siempre la voz en los medios de comunicación fue propiedad exclusiva e intransferible de los adláteres de la ideología de dueños del poder establecido. En los últimos años algo mejoró. Desordenada y discrecionalmente como todo lo que hizo el kirchnerismo, es verdad, pero cambió.

Estar en oposición al gobierno no puede convertirlos en ingenuos, porque este gobierno terminará y vendrá otro; entonces lo que sí podemos es reclamar establecer esas reglas de manera taxativa, para que jamás vaya pauta a los medios propiedad del capital, y vaya todo a muchos de esos medios pequeños que tienen pluralidad naturalmente, o no, pero que revindican otras miradas ideológicas, muchas y diferentes.

Insisto, el día que vea a este gobierno ponerle una faja de clausura a algún medio opositor me indignaré. Eso no pasó. Ni pasará. Este gobierno no financiará a los voceros de la ideología de los dueños del poder económico, y eso lo revindico. Acepto que lo hace de manera desordenada y discrecional.

Pero no se equivoquen, no financiar a los medios del poder establecido mediante la pauta oficial, no es atacar a esos medios porque esos medios ya tienen el financiamiento de ese poder establecido, antes llamado establishment, ahora llamado círculo rojo; esa pauta debe servir para financiar otros pensamientos, otras miradas. La pauta no se usa como un método para callar a los que opinan distinto; sin embargo si se repartiera como quieren los grandes medios (propiedad de grandes grupos económicos que entre otras cosas se dedican al negocio de la información) sí lo sería. Los medios de comunicación que revindican el capitalismo financiero, como dijimos, ya tienen apoyo económico del poder real. La pauta debe servir para que haya otros que tengan voz, no siempre los mismos.

Los que seguimos a equipos pequeños del fútbol lo entendemos con claridad, siempre ganan los grandes porque tienen recursos económicos, por eso son grandes, no porque son mejores. Con esto pasa lo mismo, esos grandes tiene más potencia porque tienen esos recursos. Porque los dueños del dinero los necesitan, por eso les facilitan el acceso al dinero necesario para tener potencia. El estado debe financiar a los pequeños para intentar equilibrar. No darle la misma pauta para todos, mucho menos en función de su tamaño. Todo debe ser para los que tienen menos capacidad económica para que tengan las mismas posibilidades.

Yo no tengo registro de que este gobierno haya atacado a ningún medio opositor. Sí que no acepta financiar mediante la pauta a los voceros de la ideología del poder económico. Claro, los dueños de la palabra pretenden asimilarlo, pero claramente no es lo mismo. Porque si el gobierno hiciera eso, si repartiera la pauta en función de la penetración real de los medios, esos mismo medios que son grandes porque tienen capital para financiarse, acallarán todas las voces que se opongan a su ideología. Es lo que hicieron siempre. Los medios propiedad de los grandes grupos económicos siempre censuran a los que pensamos diferente, o nos dan espacios mínimos, testimoniales.





Tal sobre el muro rotas uñas graban un nombre, una esperanza, una blasfemia, sobre el papel, sobre la arena, escribo estas palabras mal encadenadas. Entre sus secas sílabas acaso un día te detengas: pisa el polvo, esparce la ceniza, sé ligera como la luz ligera y sin memoria que brilla en cada hoja, en cada piedra, dora la tumba y dora la colina y nada la detiene ni apresura.
(Octavio Paz)