domingo, 22 de noviembre de 2015

Cuidado con lo que deseas, porque te puede ser concedido...

No importa a quien votes, no importa cuántos votos éste obtenga: el domingo será un día perfecto. Es el día en el que el pueblo decide, es el día de la democracia. Les podés decir a la cara a todos cuál es tu verdad. No "la verdad", porque ésa no existe. La tuya, que es la que vale, que es la cierta. Y después volver ostentando una inmensa sonrisa.

Ojalá la mayoría comparta mi mirada, yo tenga razón, y en los próximos años sigamos disfrutando que todos nuestros amigos y familiares tengan trabajo, que podamos planear vacaciones, mejorar el confort con el que vivimos, pasándola bien con la gente que queremos.
Y si por el contrario, la mayoría no comparte mi mirada, ojalá que yo no tenga razón, y no suceda lo que creo evidente: que bajarán nuestros salarios, que aumentarán la desocupación, que harán una redistribución inversa de los ingresos, dándole más participación en la torta del PBI al capital por sobre el trabajo. Ojalá que esté equivocado y todos sigamos bien, nada me hace más feliz que ver mi bodega pletórica de buen vino tinto, para compartirlo con los que quiero y me quieren.

Nunca olvidemos que las grandes mentes debaten ideas, los hombres promedio los hechos, los mediocres discuten sobre otras personas. Entonces hablemos de los hechos, no de anécdotas inverosímiles, o indemostrables. Con argumentos, no con chicanas. Escuchándonos, no pretendiendo con una frase ingeniosa tapar la voz del otro.
Nunca olvidemos que los malos gobiernos pasan, y que los buenos también pasan. Las leyes, las buenas y las malas quedan, aunque podemos aspirar a modificarlas. Pero lo que tiene que quedar son los amigos. Así que no seas fanático, no seas boludo: no le faltes el respeto a un amigo, no lo insultes, sólo porque tiene una mirada diferente a la tuya sobre la realidad.

Si no gana aquel en el que depositas tu confianza y tu esperanza mediante tu voto, no te quejes: seguí votando con alegría. Puede que tengas razón, y te falten argumentos. O puede que no tengas razón, y lo que te falta es humildad para reconocer la realidad. Y si al final del día te vas a saltar y a bailar, bueno, esa ya es otra historia, que seguramente ya será parte de la historia.
Por mi parte, como cada vez que concurro a expresar mi opinión en una urna, votaré con alegría. Votaré emocionado, porque siempre me emociona votar con el deseo de mejorar la vida de mi familia, de mis amigos, de mis compañeros. No existe otro camino para llegar al país que soñamos, al país de la equidad y la libertad, más que la construcción política. En el mundo real, el lugar que uno no ocupa, lo ocupa otro.

No cuestiono tu voto, cualquiera haya sido tu decisión. Ojalá estés tan alegre como yo. Aún nos quedan años emocionantes por delante: de consolidación, de profundización, de mejoramiento de nuestras vidas en democracia, cuya falta padecimos con tanto dolor. Agradezco estar en mi patria disfrutándolos.

Debo decir que a mí no me gusta la palabra tolerancia. Yo no quiero tolerar al que es diferente de mí, intento aceptarlo. Y no me gusta que me toleren, quiero que me acepten. Así que no seamos boludos, aceptémonos, y vayamos hacia adelante, que la vida pasa, y nunca vuelve.

Seguramente muchos pensemos que falta mucha más, que todavía estamos en deuda y nos falta construir más democracia directa. Pero aún así, luego de 32 años de maravillosa democracia, parados sobre todo lo que nos falta, es el día.

Ojalá no nos consuma la mediocridad, y seamos más felices...


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La idea debe ser mejorar, no empeorar. Mantener lo bueno y cambiar lo malo, no cambiar lo bueno y mantener lo malo. Sobre todo saber qué y cómo se plantea. No tirarse de cabeza a una pileta que probablemente esté vacía.
No se enojen, pero quizá necesitamos cuatro años de gobiernos al servicio del establishment, para recordar que el gobierno de mierda que termina en unos días, es el mejor gobierno de mierda que tuvimos. Y que el próximo gobierno de mierda, puede ser tan de mierda, que nos puede hacer parecer que lo que ahora está mal es bueno.
Y si sucede, de esto no podrán echarle la culpa al kirchnerismo, ni a la yegua.
De esto no.


La sociedad argentina no es de derecha. Hay muchos datos objetivos para afirmar esto. La sociedad argentina es mejor, más progresista, y más democrática que hace 12 años, gracias a la institucionalización de las conquistas de derechos, sociales y económicos, que el kirchnerismo deja como legado polìtico a nuestro país.

La situación electoral representa una frivolización del voto, pero no un corrimiento a la derecha. En muchos casos, el planteo que se lee es "me da lo mismo quién sea, pero que se vayan". Enconces es cuando no admiten que Scioli pudo haber cambiado en los últimos 20 años, pero se quedan tranquilos si gana Macri porque en los últimos dos meses abandonó la ortodoxia liberal, y el conservadurismo político. Incluso quienes tienen bien claro lo que representa para los sectores populares la ortodoxia liberal.

La pregunta a responder es: ¿por qué? Yo no tengo dudas de que el gobierno fue dentro de lo que es posible en Argentina, muy bueno. Siempre digo que este gobierno de mierda, fue el mejor gobierno de mierda que yo recuerde. Entonces qué es lo que motiva este rechazo, incluso en algunos sectores en los que claramente no debería. Debemos respondernos esto, sin simplificaciones, sin estigmatizaciones, porque barrunto que en los próximos años tenemos que tener claro qué representamos, y para qué representamos eso.
Digo esto porque, sea cual sea el resultado, nos espera una etapa de reconfiguración, en la que será muy necesaria la claridad, y la unidad. Si gana Scioli para que no nos equivoquemos. Para asegurarnos que efectivamente cambiemos lo malo, corrijamos lo regular, y mejoremos lo bueno. Y si gana Macri, para evitar que el gobierno del establishment consiga su objetivo, que es: invertir el sentido de la redistribución del ingreso, y retroceder en aquellos avances en los derechos sociales, políticos, y económicos. Sobre todo económicos.

Hay algunos que imaginan que, de darse un triunfo del PRO el 22, esta sería la confirmación definitiva de que siempre tuvieron razón en sus prejuicios sobre el FPV, sobre todo sobre el kirchnerismo. Como si un resultado te pudiera dar la razón. Algo de revanchismo hay en algunas decisiones. Un espíritu, también en esto, futbolero. Claro que, es el mismo con el que muchos amigos, compañeros, y lo que es peor, dirigentes del FPV abordan sus posiciones políticas; también es cierto.

Creo que el 22 a las 18Hs, sea cual sea el resultado, debemos empezar a replantearnos no sólo el qué, y el para qué, también el cómo. Y cuánta letra le regalamos al establishment, y cuánto despreciamos el poder de fuego del establishment para la construcción del sentido común social.

Abramos el debate. Y tengamos claro que "una persona inteligente se repone pronto de un fracaso; pero que un mediocre jamás se recupera de un éxito". Y en nuestra historia, si de algo sabemos, es de fracasar. Sensatez, paciencia, serenidad, y mucha honestidad es lo que, en mi opinión, requiere lo que nos espera.

Esperemos que el Rubiucón que estamos cruzando, no se trague a muchos.

Alea iacta est.


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No cambiemos. Mejoremos.
Al menos, no empeoremos.

Cuidado con lo que deseas, porque te puede ser concedido...






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