sábado, 1 de noviembre de 2014

Surgió de bajo tierra

Piove: ¡governo ladro!


De dos cosas sí estoy seguro:

Que el problema que más asfixia, que más agobia a la humanidad,
particularmente a la Argentina,
es que mientras los inteligentes están llenos de dudas, los estúpidos están absolutamente seguros de todo.

Y que la estupidez, y los estúpidos, son infinitos.


Albert, Bertrand, Joaquín: gracias.




¿Surgió de bajo tierra? ¿Se desprendió del cielo? Estaba entre los ruidos, herido, malherido, inmóvil, en silencio, hincado ante la tarde, ante lo inevitable, las venas adheridas al espanto, al asfalto, con sus crenchas caídas, con sus ojos de santo, todo, todo desnudo, casi azul, de tan blanco. Hablaban de un caballo. Yo creo que era un ángel.
(Oliverio Girondo)

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