El carrerismo de los jueces se activa a través de un mecanismo que la misma autora llamó “defección estratégica”. La defección estratégica sucede cuando los jueces perciben que un gobierno comienza a perder poder y debilitarse: en estas condiciones, los jueces empiezan a tomar más posiciones contrarias a las gubernamentales, con el objetivo de distanciarse estratégicamente y maximizar sus chances de sobrevivir ante la eventual llegada de un nuevo gobierno. Caso contrario, los jueces fallarán en acuerdo con las tendencias del gobierno, en general el que los puso en su cargo.
La evidencia que apoya este argumento puede leerse en su trabajo “Modeling Motivations: Decision-Making on the Argentine Supreme Court”, del 2006. En ese trabajo Helmke muestra que cuando empezó la última dictadura argentina en 1976, las decisiones contrarias al Gobierno de la Corte Suprema eran tendientes a cero. Entre 1977 y 1981, los porcentajes ascendieron al 30 por ciento para llegar al pico de ese período, de 50 por ciento, a las puertas de la democratización. Durante el gobierno de Alfonsín esta lógica se volvió a manifestar: en 1984 las decisiones del mismo tribunal rondaron el 10 por ciento; para 1986 subieron al 40 por ciento; y para 1988, en el marco de una subida inflacionaria, alcanzaron un pico del 60 por ciento. En el gobierno de Menem se detecta una dinámica similar: en los inicios de un gobierno inestable, hacia 1989, las decisiones anti-gubernamentales de la Corte Suprema alcanzan el 50 por ciento de los fallos; la cifra decrece para 1991, cuando el gobierno tiene mayor estabilidad, a un 30 por ciento; en 1995, con la reelección del entonces Presidente, bajaron nuevamente a un 15 por ciento para volver a subir estrepitosamente a un 50 por ciento con la derrota legislativa de 1997.
La “marcha de los fiscales” es, si la miramos en el marco los números fríos, más de lo mismo: una señal de un sector los fiscales y jueces al gobierno que le siga a este de que los integrantes del Poder Judicial no mantendrán su lealtad al gobierno actual. Pero si la miramos como lo que es, una demostración de fuerza, la marcha de los fiscales es un evento 100 por ciento kirchnerista que refleja una época en la que el campo, los estudiantes, la juventud, los gremios, las organizaciones sociales, los maestros, los empresarios, todos los que en algún momento tuvieron algo para decir, lo dijeron movilizándose. Una parte del Poder Judicial va a hacer este miércoles lo mismo que hace siempre, pero lo va a hacer como se hacen las cosas en el kirchnerismo, o sea saliendo a la calle y tratando de armar mayorías. Lo mismo pero a cielo abierto.
No todo es política, pero la justicia sí
Revista Panamá
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Escuché en Radio del Plata a Nestor Espósito, uno de los mejores periodistas de judiciales, que sigue el tema desde hace más de 20 años, que a la sala en la que cayó la recusación del fallo de Rafecas que realizó Pollicita le decían la sala "K", porque tuvo algunos fallos cercanos a las posiciones del gobierno.
Sin embargo, recordó, es la sala que declaró la inconstitucionalidad del memorándum de entendimiento con Irán, y confirmó el procesamiento de Bodou.
Imaginate...
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Alguien me puede informar:
¿El presidente de la corte, el Dr. Lorenzetti, sabe todo lo que pasa en la corte suprema de justicia?
¿La causa por el atentado de la embajada terminó? ¿Es cosa juzgada?
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Como todos somos expertos peritos y juristas, voy a dar mi opinión sobre la conferencia de prensa de la jueza federal Arroyo Salgado, ex compañera del fallecido fiscal Nisman:
Si la conclusión de su presentación hubiera sido "hay claros indicios de homicidio por lo que reclamamos que se siga con más decisión esta hipótesis" diría que es una presentación ecuánime y que debería ser tenida en cuenta para llevar tranquilidad a la familia, teniendo en cuenta su dolor. Pero asegurar que hubo un homicidio, cuando todas las pericias hasta el momento sólo sugieren suicidio, cierto que sin permitir asegurarlo, sin aportar ninguna prueba que permita ese vertiginoso giro, me obliga a considerarlo como producto de la angustia que le provoca el dolor de las hijas.
No es prudente considerarlo en otro escenario.
¿O quizá la verdad se oculta tras la imprudencia?
Entonces la jueza Arroyo Salgado, ante su certeza de que finalmente se concluirá, nada indica lo contrario y lo poco que hay probado lo sugiere, que su muerte fue autoprovocada, les da base a los que fuerzan los hechos para dudar del suicidio de Nisman.
La Arroyo Salgado que habló sobre ese escenario prestado, no lo hizo como madre de los hijos del fiscal muerto, lo hizo como actora política.
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Cambiando un poco de tema, o quizá no, quería decir que a mí me cambió la vida tener trabajo, y que a mis 54 años, sigo recibiendo ofertas, lo que obliga a mi empleador a tratarme bien. Seguro que hago bien mi laburo, pero en otro contexto las cosas eran bien distintas.
Me alegro por aquellos a los que la bici les cambió la vida, a mí me la cambia poder pagarla.
Señora de ojos vendados que estás en los tribunales sin ver a los abogados, baja de tus pedestales. Quítate la venda y mira Cuánta mentira. Actualiza la balanza y arremete con la espada que sin tus buenos oficios no somos nada. Lávanos de sangre y tinta resucita al inocente y haz que los muertos entierren el expediente. Espanta a las aves negras y aniquila a los gusanos y que a tus plantas los hombres se den la mano. Ilumina al juez dormido, apacigua toda guerra y hazte reina para siempre de nuestra tierra.
Señora de ojos vendados, con la espada y la balanza a los justos humillados no les robes la esperanza. Dales la razón y llora porque ya es hora.
(María Elena Walsh)
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