lunes, 30 de noviembre de 2009

La leyenda del tiempo


El eterno espíritu de Camarón de la Isla permanece de alguna forma unido al de su inseparable compañero flamenco Paco de Lucía, a través del arte común y de tantas concordancias compartidas. "Festival Flamenco" por Aguijarro (Antonio Guijarro Morales), pintor y cardiólogo natural de Guadix (Granada)


José Monge Cruz "Camarón de la Isla" nace en San Fernando (Cádiz) en 1950. Nombre artístico debido al color rubio de su pelo aunque era gitano Cantaor. Desde muy pequeño cantaba en las ventas cercanas a San Fernando, especialmente la Venta Vargas - y en fiestas privadas. Se hace profesional a los 16 años con las compañías flamencas de Miguel de los Reyes y Dolores Vargas. Tras una temporada en el tablao de Torres Bermejas (Madrid), graba su primer disco con la guitarra de Paco de Lucía. Tremendo impacto en la música flamenca, fué contratado para actuar en los festivales flamencos andaluces más importantes como primera figura.

Hay obras que trazan una línea, un antes y un después en algunos artistas y en el arte. La leyenda del tiempo cambió definitivamente a Camarón. A partir de este trabajo se vino de la isla a tierra firme, abriéndose nuevos horizontes a él y al flamenco, fusionándolo con el rock progresivo y el jazz. Cuenta la leyenda que fue repudiado por los gitanos tradicionalistas, a quienes su ortodoxia los llevó a las tiendas a devolver los discos diciendo que “eso” no era flamenco; tanto que a punto estuvieron de cambiar de discográfica ya que sus ventas bajaron drásticamente. Mi argentinidad me hace recordar la historia de desencuentros entre Piazzolla y los “tangueros”.





Afortunadamente la audacia y el genio de Camarón, mezclaron explosivamente lo mejor que tenía en su alma, creando esta obra de arte imprescindible, que incluye varias adaptaciones de poemas de Federico García Lorca, y una letra popular: “La Tarara”, con música de Alameda, coproductores del álbum, además de Ricardo Pachón, Kiko Veneno y los hermanos Rafael y Raimundo Amador. A partir de “La leyenda” se desvincula por un tiempo de Paco de Lucía y comienza su colaboración con el guitarrista Tomatito. A la guitarra y las palmas se añaden bajo, batería, flauta, moog, piano Fender e incluso una cítara.

En realidad, Camarón y los músicos que lo acompañaron, no han desfigurado el flamenco, sólo han delineado delicados trazos de rock y jazz sobre él, suaves líneas de colores tenues que, si bien se perciben con claridad, el protagonismo excluyente lo sigue teniendo el flamenco. Sin embargo, esas viscerales pinceladas han reconfigurado el sonido de tal manera, que luego no fue posible vivir el flamenco prescindiendo de la estética del nuevo sonido.


La Leyenda del Tiempo
(Federico García Lorca)

El Sueño va sobre el Tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas
en el corazón del Sueño.

¡Ay, cómo canta el alba! ¡Cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!
El Tiempo va sobre el Sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.
¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!
Sobre la misma columna,
abrazados Sueño y Tiempo,
cruza el gemido del niño,
la lengua rota del viejo.
¡Ay cómo canta el alba! ¡Cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!
Y si el Sueño finge muros
en la llanura del Tiempo,
el Tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.
¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!


El poema pertenece al inicio del tercer acto de "Así que pasen cinco años", una extraña obra de teatro que Federico García Lorca escribió en 1931 pero que nunca vio estrenada. De hecho esta obra de teatro se estrenó primero, traducida al inglés, en Nueva York en 1945. Fue muchos años más tarde, en 1978, cuando se estrenó en España, aunque la primera versión en español se estrenó en 1954 en la Universidad de Puerto Rico. La letra de la canción cantada por Camarón no es exactamente la misma que el poema de Federico, pero respeta el estilo y el significado.

Ricardo Pachón: "Fue un disco experimental que al cabo de los veinte años se ha convertido en emblemático. Ha sido disco de cabecera para mucha gente joven, de esos discos que se lo han mamado bien. ¿Disco clave? Si clave es bisagra, sí, porque hay un antes y un después de "La leyenda del tiempo". Se trataba de encontrar un nuevo lenguaje para el flamenco y la canción española. El "Blues de la Alameda" de Smash fue también una canción bisagra". Kiko Veneno: "Me parece exagerado oír lo de disco clave, es la evolución la que va dictando la grandeza... aunque es verdad que a veces los comentaristas tienen mejor visión que los embebidos autores. Eso sí, los gitanos estaban rebelados, les costó mucho trabajo entrar. Fue una cosa underground dentro de la industria musical, por ese disco se coló mucha gente de la música moderna".

Seis cortes de "La leyenda del tiempo" se restauran para "Autorretrato", doble recopilatorio publicado en 1990. Como dice Luis Clemente, crítico musical especializado en flamenco, en las nuevas mezclas se arremolinan las percusiones y palmas nada menos que de Manuel Soler, Tino Di Geraldo, Diego Carrasco y Doctor Kelly; intervienen en las variaciones de "Volando voy" y "La tarara" y mientras en la primera Tino pulsa también hacia el Caribe un bajo apasionado, en la segunda se intercala el taranto de la Gabriela. Si en el original del "Romance del Amargo" se dobla la guitarra de Tomatito, aquí es sustituida por la sonanta de aristas de Juan Manuel Cañizares, que también mete guiños jazzísticos en "La tarara". No se intentaba parchear ni exceder lo superior germinal. Son otras tallas, otras joyas pulidas del modelo inicial.

Posiblemente, Camarón de la Isla sea el cantaor más personal de las últimas generaciones flamencas. Posiblemente, otros artistas hayan hecho fusiones de rock y flamenco más intensas que “La leyenda”. Lo que es seguro, es que luego de “La leyenda del tiempo” nada volvió a ser como era. Tampoco para mí: junto con Omega de Morente, fue la obra que me hizo amar definitivamente el flamenco.



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