Ya resplandecen, en las naves espaciales, los avisos luminosos de Pizza Hut. Aquí, en la tierra, Picasso es el nombre del próximo modelo de automóviles Citroën. Y El grito, el cuadro de Edvard Munch, ese alarido de un artista atormentado por lo que se veía venir, ha sido reciclado por la publicidad para un relanzamiento de los automóviles Pontiac. En Berlín, acaba de cumplir su primer añito de vida un exitoso shopping center llamado Salvador Allende, de ocho mil metros cuadrados, en una calle que se llama Pablo Neruda.
Los robots no sólo desplazan a la mano de obra humana en las fábricas, sino también están dejando sin trabajo al puño de obra en los rings de boxeo. Ya se celebran combates de robots en Las Vegas, en diversas categorías que van desde los pesos livianos (11 kilos) hasta los superpesados (221 kilos). Para alegría del respetable público, los boxeadores cibernéticos se destripan a golpes, con sus brazos mecánicos armados de hachas y sierras.
Parece una parábola de toda la historia de la humanidad, pero no es más que un experimento científico reciente. Dentro de una caja, se coloca un ratón y ante el ratón se alza un muro virtual. El animalito, intimidado por esa pared que no existe, da vueltas siempre en el mismo sitio.
Los laboratorios Monsanto han logrado que los vegetales, genéticamente modificados, nos brinden comida de plástico. La empresa DuPont ensaya cultivos de poliester en sus campos de maíz.
Cincuenta mil manifestantes hacen la vida imposible a los dueños del comercio mundial, reunidos en Seattle. Allí, Bill Clinton, presidente del planeta, pronuncia un discurso: amenaza con sancionar a los países que no respeten los derechos de los trabajadores. McDonald's, el restorán preferido de Clinton, opera en todo el mundo, y en todo el mundo prohíbe que sus empleados se afilien a ningún sindicato.
Fast food: una nueva cadena japonesa de restoranes está compitiendo exitosamente con McDonald's. Los clientes no pagan por plato, sino por tiempo. Cuando más rápido comen, menos pagan. El minuto cuesta treinta centavos de dólar. Sólo en Tokio, ya funcionan ciento ochenta de estas gasolineras humanas.
Fast life: espectacular auge de ventas de la droga Ritalín, en los Estados Unidos. El Ritalín actúa sobre el cerebro de los niños muy nerviosos y consigue que se estén quietecitos ante el televisor. Otro laboratorio está ensayando el Prozac infantil, con gusto a menta.
Libertad de expresión: Disney devora a ABC, Timer Warner traga a CNN, Viacom se come a CBS con cuchillo y tenedor. Hace quince años, cincuenta empresas controlaban la comunicación en los Estados Unidos. Ahora, son ocho. Un monopolio compartido, que practica el monopolio en escala planetaria.
Tarzán, de los estudios Disney, es el mayor éxito del cine infantil al fin del milenio. La historia ocurre, como se sabe, en la selva africana. En la película no aparece ningún negro.
La primera guerra del Golfo, que dejó montañas de cadáveres en Irak, se vende en video, rubro acción, título Tormenta en el desierto, como se venden Robocop o Terminator.
Comparando los datos de diversos organismos internacionales (PNUD, Unicef, FAO, OMS, International Institute for Strategic Studies) se llega a la conclusión de que el dinero que el mundo destina a gastos militares durante once días alcanzaría para alimentar y curar a todos los niños hambrientos y enfermos del planeta, y sobrarían 354 días para el noble oficio de matar.
La organización Veterinarios sin Fronteras compara una gallina con un avión de guerra. La gallina cuesta cinco dólares y el avión siete millones: la gallina desarrolla una velocidad punta de un kilómetro por día y el avión duplica la velocidad del sonido: la gallina pone un huevo por día y el avión pone catorce bombas por viaje, que pueden matar a más de mil personas.
Según las Naciones Unidas (PNUD), las tres personas más ricas del mundo poseen un patrimonio superior a la suma de los productos de 48 países.
Al fin del milenio, la población mundial llega a los seis mil millones. La tierra produce alimentos de sobra para dar de comer a todas las bocas, pero hay mil trescientos millones de hambrientos. "Pobres habrá siempre, Jesús lo dijo", explica el teólogo argentino Carlos Menem.
Globalización. Salario de un obrero de la General Motors en los Estados Unidos: 19 dólares por hora. Salario de un obrero de la General Motors en México, al otro lado de la frontera: 1,50 por hora.
Libertad de comercio. Según la revista The Economist, el valor real de las materias primas que venden los países pobres es hoy seis veces menor que hace ochenta años. Mucho antes, había escrito Jean-Jacques Rousseau: "En las relaciones entre el fuerte y el débil, la libertad oprime".
Los países riquísimos anuncian que perdonarán las deudas incobrables de los países pobrísimos, siempre y cuando intensifiquen sus políticas de ajuste, o sea: que reduzcan todavía más los salarios, ya tan enanos que da para sentir envidia de los tiempos en que la esclavitud se llamaba esclavitud.
Los despilfarros de la sociedad de consumo, los delirios tecnológicos y las pirotecnias militares están enloqueciendo el clima del mundo. Pero se llaman catástrofes naturales las inundaciones, huracanes, nevadas, incendios y sequías que, según el Worldwatch Institute, están expulsando de sus hogares, cada año, a trescientos millones de personas.
La revista The Ecologist difunde, en noviembre de 1999, una estimación de las víctimas de los ensayos nucleares en la industria de armamentos. Según el cálculo de la especialista Rosalle Bertell, las explosiones nucleares han matado, enfermado o deformado, directa o indirectamente, nada menos que a mil doscientos millones de personas, a lo largo de medio siglo.
El Pentágono anuncia una buena noticia para la ecología. A partir del año 2003 usará balas que no contaminarán el ambiente. El plomo será reemplazado por el tungsteno.
Tres organizaciones internacionales --World Conservation Monitoring Centre, WWF International y New Economics Foundation-- afirman que el mundo ha perdido, en los últimos treinta años, casi un tercio de su riqueza natural. Es el peor exterminio de la naturaleza desde la época de los dinosaurios. Dice Woody Allen, mi ideólogo preferido: "El futuro me preocupa, porque es el lugar donde pienso pasar el resto de mi vida".
NOTICIAS DEL FIN DEL MILENIO
Por Eduardo Galeano
La pintura que ilustra la entrada pertenece a la serie "Postales de un mundo feliz" de Damián Ibarguren Gauthier es un pintor uruguayo oriundo de Fray Bentos nacido en 1970
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