sábado, 21 de mayo de 2011

Porque cuando rezo no ruego

Nos propone Mauro Mateos, conductor del inteligentemente divertido programa Sea lo que sea en la radio pública de Esquel, el siguiente juego, ingenioso y nada superficial por cierto:


Uy Diò, soy mATEOs
(el apio de los pueblos)

Tocan el timbre los Catòdicos, los Testículos de Jehovà, los Morbones, los Evanjetistas. Todos me rompen las bolas tocando mi timbre e intentando convencerme. Entonces, desde ahora en más salgo por las calles a "ateizar" a los religiosos a patadas, a través de mi plan de "Karatekesis".

Calaverita



Y en su invitación a jugar con nuestras dormidas neuronas, nos propone creatividad, y nos invita a reflexionar, no sólo declarar nuestros profundos prejuicios. Y me recordó un encuentro con esta tribu planetaria, en épocas en que estos duelos verbales, seguramente producto de mi aburrimiento, me entusiasmaban.

Si me lo permiten, contaré mi anécdota favorita con estos inefables e inagotables toca timbres:
(luego de un debate sobre la existencia de dioses, dispara sobre mi candidez el fanático adorable)
- Pero no me negarás, que la posibilidad de que exista es preferible.
(mi inesperada, para él, respuesta)
- Si tengo que elegir qué prefiero, sin dudas prefiero que todo esto sea obra del azar, nos da una oportunidad. Si vos tenés razón, y hay un dios único y responsable de todo, sólo hay dos alternativas: o estamos en manos de un hijo de puta que disfruta con el mal que todo su poder puede evitar y no lo hace, o estamos en manos de un inútil incapaz de que lo que él creó funcione bien.
Me miró, y sin decirme adiós bajó la escalera.
Esa tarde sonreí...





1 comentario: