En el quinto y último día del segundo Congreso Mundial de la CSI en Vancouver (Canadá), Sharan Burrow fue elegida sucesora de Guy Ryder, el primer Secretario General de la CSI, la mayor organización sindical internacional del mundo, fundada en Viena en 2006.
Sharan Burrow dejará su puesto de Presidenta del Australian Council of Trade Unions (ACTU), que estuvo ocupando desde 2000, para convertirse en la primera mujer que dirigirá la CSI.
Ese día, en aquel acto de cierre de aquella asamblea, Sharan Burrow le entregó un regalo a Cristina Fernández, quien será la primera mujer en abrir una sesión de la asamblea general de las Naciones Unidas. Y no sólo, será el primer presidente (del género que sea) de la República Argentina en hacerlo.
En aquella asamblea, la electa secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que agrupa a más de 175.000.000 de trabajadores de todo el mundo, la dirigente australiana Sharan Burrow, al entregarle este regalo luego del discurso de cierre de la asamblea de la confederación sindical realizado por Cristina Fernández, quien naturalmente fue invitada especialmente para esto, luego de destacar su calidad como persona y dirigente política, también elogió el modelo económico social argentino y aseguró que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene “una clara posición, opuesta en un todo a la visión monetarista que intentan aplicar las naciones en crisis”.
Cosas pequeñas, que están en la base de la explicación de algunos porqué.
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