domingo, 12 de febrero de 2012

La ceguera, el temor al camino y el camino

"Cualquier ciudadano de a pie preveía que luego de ganar las elecciones presidenciales con el 54% de los votos, Cristina Fernández produciría un reacomodamiento y profundización del modelo de producción y trabajo.

Si bien el grado de ejecutividad de las administraciones Kirchner ha tenido una dinámica desacostumbrada, no era fácil conjeturar que las extensiones serian comparables en términos de velocidad en la implementación.
Obviamente ha ayudado la urgencia procedente de los umbrales de una crisis mundial anunciada. Los pronósticos del “break through” oscilan entre el segundo semestre de 2012 y el primero de 2013. Así piensa desde la aséptica Lagarde (FMI) hasta el inefable Nouriel Roubini, pasando por Rogoff, Krugman, Stiglitz, quienes coinciden en que podría producirse un desenlace embarazoso, tras algún default soberano en Europa.
En la Argentina cada vez se hace más irrebatible el éxito de ocho años de aplicación de una política económica que produjo un verdadero “milagro económico” (porque salió del default; duplicó PBI, consumo e inversión; triplicó el comercio exterior, sextuplicó las reservas, rebajó a menos de 1/3 el desempleo y a ¼ la deuda externa).
Al presente y según su lógica política (que obviamente no coincide con la de los economistas neo liberales); el gobierno está aplicando la anunciada “sintonía fina”, tratando de abordar las cuestiones que fueron concientemente postergadas, con el propósito de alcanzar todas las conquistas enumeradas anteriormente.
Teniendo en cuenta que el enfoque político del gobierno es nacional y popular, la profundización del modelo requiere mayores controles; y estos se harán, aún asumiendo que los censores invocarán posibles emanaciones de lava volcánica, tsunamis y otras catástrofes irreversibles.
Indiscutiblemente, las decisiones tomadas por el gobierno ya están afectando la holgazanería del "laissez faire". Mayormente, en algunos extravagantes defensores de esta corriente (me refiero a empleados de comercio exterior y cambios; burócratas en general, individuos que no siendo ricos, defienden intereses que no les representan, simplemente por ignorancia, u holgazaneria). El sector privado sigue ganado dinero, como no lo había hecho en ningún periodo anterior del pasado contemporáneo.
En una economía de estas características, con un mundo en llamas; era previsible pensar una administración con más regulaciones y restricciones, para evitar que los objetivos alcanzados no se evaporen.
El sector privado se va adecuando a una economía de mayor laboriosidad, mientras los perezosos se siguen quejando, aunque nadie piensa en salirse de su negocio ni renunciar a su empleo.
Por último reconozco que el conjunto de medidas "hetero-ortodoxas", ha producido cambios parciales en la organización económica, pero ha tenido impacto positivo para el país en terminos de estabilidad. El sector empresario -en voz baja- sigue reconociendo que las expectativas son favorables."

Luego de la lectura de este análisis de Pablo Tigani (http://pablotigani.blogspot.com/2012/02/cualquier-ciudadano-de-pie-preveia-que.html), es interesante añadirle un repaso a este informe del Observatorio Económico, que se presentó en el último encuentro de IDEA en Mar del Plata (http://www.bbvaresearch.com/KETD/fbin/mult/EW_Los_emergidos_tcm346-274666.pdf?ts=922012), complementado con estos datos analizados sobre las economías emergentes y el papel de Argentina y la región (http://www.bbvaresearch.com/KETD/fbin/mult/Argentina_OCT11_IDEA_tcm346-272513.pdf?ts=922012), del que podemos destacar la siguiente conclusión:

"...todo apunta a que este será el siglo de Asia, lo cual favorecerá las economías latinoamericanas en la medida que representa un aumento estructural de la demanda de materias primas.

Este proceso seguirá siendo liderado por China, la cual no sólo continuará como potencia exportadora, también lo será inversora. Se anticipa que este proceso se acelere en la medida en que China avance en el proceso de liberalizar su cuenta de capitales, lo cual permitirá que el renminbi sea una moneda de reserva y afianzará su papel líder en la gobernanza mundial. Este proceso de recomposición del poder mundial también favorecerá otras economías emergentes, como se evidencia en el papel que hoy está cumpliendo el G-20 como reemplazo de otros grupos de referencia del pasado.

No obstante, está presente el riesgo de que en vez de pasar a una etapa de ‘multilateralismo’ haya una regionalización del poder caracterizada por un modelo de proteccionismo en tres bloques, América, Europa y Asia, el cual sería muy perjudicial para las economías latinoamericanas."


Esto me sugiere que estamos ante la inaudita oportunidad de pensar en una etapa de desarrollo (tenemos la obligación de que sea en un marco de creciente igualdad), lo que retroalimentará el crecimiento económico. El riesgo es la tentación de poderosos sectores (que siguen siendo concentrados en una economía que sigue estando extranjerizada, cuyos riesgos nos describe con precisión A.Zaiat en su nota de Página/12:http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-187389-2012-02-11.html) de basar este crecimiento en el sector primario y no encarar el riesgo (y el esfuerzo) de gestionar el desarrollo. Lo que no favorecerá la multilateralidad porque seremos actores con menos poder económico en el mundo que amenaza ser. Pero para que esto tenga posibilidad de conducirnos a un destino mejor, es decir a un país más rico y mucho más igualitario, es vital no confundirnos, tener claro en que momento histórico estamos, cuáles son las opciones reales (no las que nuestro corazón fantasea).
Tengamos claro que en un cuarto de siglo el mundo no será como es, los bloques de poder económico estarán configurados muy de otro modo, y actuaremos en función de nuestro poder real. Y, por poner un ejemplo de urgente actualidad, Inglaterra con el tema Malvinas puede hoy hacerse el distraído, y el matón del barrio también, porque sigue siendo parte del principal bloque de poder (no olvidar nunca que es además el dueño del máximo poder militar); pero en un cuarto de siglo (o quizá antes) esto ya no será así, en cambio nosotros si seguimos nuestra marcha por el camino adecuado estaremos en un bloque de poder económico empardado con éste y ya no en condiciones de debilidad.
Es decir que, desde mi humilde punto de vista, estamos en un momento histórico, del que podemos emerger en condiciones de revertir no sólo la destrucción de nuestra economía y las condiciones de vida de nuestra sociedad, también de lograr hitos políticos impensados.



Lo que ahora ciego tropieza, resbala
por la gastada pared del corazón,
aferrándose terco hacia la muerte,
desplomándose sordo hacia el olvido.



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