¿Cuánto vale una estrella?
¿Quién me la vende?
¿Dónde se vende el mar?
Si confías tanto en el dinero
¿por qué no puedes comprar el viento,
el huracán, la niebla?
¿Por qué no puedes comprar la nieve
ni el rocío?
¿Dónde se vende el firmamento?
¡Quiero comprar las constelaciones!
¿Crees que el dinero lo compra todo?
—¡Yo compré un día el amor!
—Te engañaron. Ten vendieron solo el odio.
¡Si no puedes comprar ni el amor,
aunque utilices cerrojos y grilletes,
disfrazándolos con terciopelos,
cómo comprar la luz, el sol,
el resplandor sutil de la verdad
y la bondad del corazón
que ilumina el infinito espacio del mundo.
Poema "De compras", del poeta bilbaíno Carlos Etxeba.
Leo un fragmento de otro de sus poemas, que me recuerda a Gustavo Cerati:
Fuiste el reloj que cuenta horas de dicha, la voz de un pregonero de bondades, en pasos indecisos del camino.
¡Un breve caminar de amor desnudo!
No tengo ningún deseo de que me digan que la luna es diferente a mis sueños.
(Jaime Sabines)
viernes, 5 de septiembre de 2014
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