viernes, 8 de agosto de 2014

Estamos tocando el fondo

Nos dice Joseph E. Stiglitz que "En última instancia, el Griesafault tendrá un alto precio, aunque menos para Argentina que para la economía mundial y los países que necesitan acceso al financiamiento externo. EEUU sufrirá también. Sus tribunales han sido una farsa: como un observador señaló, estaba claro que Griesa nunca penetrado la complejidad del tema. El sistema financiero de Estados Unidos, experimentado en la explotación de los estadounidenses pobres, ha ampliado sus esfuerzos a nivel mundial. Los prestatarios soberanos no deben confiar en la imparcialidad y competencia del poder judicial de Estados Unidos. El mercado para la emisión de dichos bonos se moverá a otra parte."

Argentina’s Griesafault, en "Project Syndicate"



Según una columna publicada en The Guardian (NdR: periódico que por algo estoy siempre recomendando desde este humilde medio), el presidente de Estados Unidos tiene la potestad constitucional de revertir el fallo del juez Thomas Griesa.
El artículo alude a una cláusula de la Constitución estadounidense, conocida como "Separación de Poderes" y que habilita al Presidente a transmitir una simple comunicación a Griesa en la que le señala que la demanda del fondo buitre de Paul Singer interfiere con la exclusiva autoridad presidencial de conducir la política exterior.
La nota, firmada por el periodista especializado en fondos buitre, Greg Palast, reseñó antecedentes sobre la invocación de la cláusula en otras demandas de NML Elliot, como la que emitió el ex presidente George W Bush ante el embargo de propiedades estadounidenses en el Congo.
Palast dijo que Bush emitió ese comunicado "pese a que el líder del fondo buitre es uno de los más grandes e influyentes aportantes a los candidatos republicanos".
En el caso del NML Elliot, "el Departamento de Estado informó al juez Griesa que la administración Obama manifestó que estaba de acuerdo con los argumentos jurídicos de Argentina, pero el presidente nunca invocó la mágica claúsula antibuitre", sostuvo Palast.

How Barack Obama could end the Argentina debt crisis, en "The Guardian".



Y finalmente, leamos un artículo escrito por uno de los referentes de la derecha más pro capitalismo financiero que tiene Argentina, en su columna habitual en uno de los periódicos referencia de la derecha latinoamericana. En éste, con todo el dolor del alma, disimulando todo lo que puede, tiene que reconocer que la posición del país es la justa, y que el juez es un impresentable:
"Mi opinión: El gobierno de Fernández ha manejado este caso con su típica arrogancia e incompetencia, pero el dictamen de Griesa puede tener consecuencias internacionales negativas que trascenderán a Argentina.
Cualquier país debería poder negociar sus deudas con la mayoría de sus acreedores privados, sin ser rehén de un pequeño grupo de “holdouts”. Hay que encontrar un nuevo sistema legal para regir las deudas de los gobiernos con inversores privados. En eso, Argentina tiene razón.


El impacto del default de Argentina, por Andrés Oppenheimer, en "El Nuevo Herald".




Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. Estamos tocando el fondo. Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
(Gabriel Celaya)

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