Las casas en el suelo

Dijo el Papa Francisco en visita oficial en Corea del Sur: "Se me parte el corazón cuando pienso en los niños de Irak, que la Virgen María los proteja"

De a poco me estaba cayendo bien el papa argent(in)o y futbolero pese a representar a la quizá más dañina institución que los hombres hemos inventado.

Pero las bombas que arrojan sobre la población civil son de verdad, no son fantasías como la virgen maría. De esas bombas, a los niños iraquies, tanto como a los palestinos, sólo nosotros, los hombres de carne y hueso podemos protegerlos.
Y él como importante líder político mundial podría hacer algo más que hablar y jugarla de piadoso, tiene herramientas para proteger a esos niños que morirán jugando, o cenando, o estudiando, o mirando a su madre bajo esas bombas tan reales como sus futuras muertes.

Con estas cuestiones en las que se esconden entre sí la política, la religión, los negocios, las creencias personales, la vida y la muerte, suele suceder que algunos prefieren ofenderse antes que enfrentarse con honestidad a la mirada del otro, sus sentimientos y sus análisis, y permitirse ser interpelado por esto.

Sí, hablé de fantasías, toda vez que las bombas son reales, pero la protección a la que alude el cuervo pontífice no es real.
Claro que podríamos comprobar si lo que afirmo no es veraz, y probar ponernos bajo la lluvia de bombas inteligentes invocando la protección de alguna deidad.
¿Alguien se anima a demostrarme que la protección de la virgen maría es tan real como las bombas?




Si resisto me matan, si no resisto me mueren. Las casas en el suelo, los edificios en ruinas, pestilencia, derrumbes, vidrios rotos, cráteres donde estallaron las bombas, panorama unicolor de la destrucción.
Estas son las razones de mi canto.
(Tito Alvarado)