Pero si es la respuesta a una critica a la gestión, entonces es idiotez.
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"Hoy la tentación de castigar al oficialismo por la incoherencia entre sus proclamas honestistas y la evidencia de su acción en contrario en la vida privada es muy grande, más cuando su discurso se volvió un búmeran, pero con ello se seguirá corriendo el eje del debate político. El origen estatal de la fortuna de Macri y el modus operandi de la clase capitalista local no son datos nuevos. Nadie debería fingir que se desayunó con los Panamá Papers. El problema con la Alianza PRO no es que Macri sea Macri, sino el innecesario ajuste macroeconómico que en pocos meses ya provoca sufrimiento social y cuyas secuelas llevará mucho tiempo reparar."
Claudio Scaletta
Búmeran
Las sociedades offshore presidenciales, sorpresa inesperada para el accionar del aparato judicial-mediático paraoficialista.
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Cuando nos quejamos de la corrupción, lo que habitualmente no tenemos en cuenta es que quienes gobiernan son el emergente de los gobernados. Quiero decir, aunque sea políticamente incorrecto, aunque nos duela en el alma y nos neguemos a aceptarlo, que la corrupción estatal no es ni más ni menos que la natural de la sociedad. La misma trampa que hace un ministro de no sé qué, la hace el empresario grande, el chico, el médico, el contador, el jefe de compras, el portero. La profundidad de la trampa tiene que ver con la posibilidades que se tienen.
Se me dirá, y es cierto, que no somos todos. De hecho, yo no me incluyo, y no me incluyo honestamente. Claro que nunca me puse a prueba. Pero mal que nos pese, la mayoría condena los actos de corrupción con una boca, y con la otra los avala. Es habitual que se admire a quien pudo "llevársela" y lo hizo, y tratar de idiota a quien pudo y no lo hizo; la excusa más habitual es: si lo hacen todos.
Sólo lo planteo para que tengan en cuenta que la corrupción no pesa en las decisiones electorales. No se confundan. Quienes sólo hablan de corrupción no tienen argumentos para defender su verdadero ideario: el hartazgo ante tanta solidaridad social. Quienes más hablan de corrupción lo hacen porque su ideario es vergonzante y de difícil argumentación.
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Yo quiero que vayan presos todos los corruptos, del partido que sea. Los corruptos estafan a quienes les confiaron la tarea de defender unas determinadas ideas. Ahora bien, y estoy preocupado, quiero que condenen sólo a aquellos de los que hay pruebas. Prefiero la impunidad a la arbitrariedad. Es infinitamente más dañino y peligroso para una sociedad la arbitrariedad que la impunidad.
Y estoy preocupado. Lleva meses detenida sin pruebas ni proceso Milagro Sala. Y no estoy seguro de que haya elementos para encarcelar a Baez. Sobre la primera estoy seguro que es inocente, sobre el segundo de lo contrario.
Pero da igual lo que yo piense: el poder judicial sólo debe basarse en lo que es objetivo, no en el prejuicio.
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Llevamos 4 meses de la gestión del actual ejecutivo (el 8%). Tiempo suficiente para que quede claro que el discurso que tenían durante la campaña, que más de un incauto creyó, que consistía en decir que nada iba a empeorar, que lo que venía era mejorar desde la derecha, era falso, era mentiroso. Mis prejuicios terminaron siendo ciertos: no cambiamos, empeoramos.
El paradigma de la gestión del PRO es: todo lo que deba ser mejorado, será empeorado. Todo lo que pueda ser democrático, será de gestión privada. Todo lo que funciona mal, será desguazado. Y todo aquel al que le faltan derechos, será liberado dejándolo sin ninguno.
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Bernie Sanders no sería muy amigable con quienes son muy amigables con las guaridas fiscales, tal el caso de nuestro actual presidente. Mirá si gana el candidato más de izquierda que puede tener el país del norte que tanto aman: ¡qué susto para el PRO!
Primarias en EE.UU.: Bernie Sanders logra en Wyoming su séptima victoria consecutiva
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Abro Página/12 de hoy, y compruebo que las cinco primeras notas, incluida la nota de tapa, refieren a las vinculaciones de presidente y los miembros del oficialismo con los PanamaPapers. Las cuatro siguientes refieren a la embestida del oficialismo contra Cristina Fernández mediante los miembros del poder judicial que responden fielmente a su estrategia. Recién en la décima hablan con Calo sobre el sindicalismo frente el ajuste, la destrucción de la demanda agregada, y la destrucción del empleo.
Página compra la agenda del oficialismo. De esas nueve sobran cinco. Hay que hablar más de la deriva económica. Hablar de lo mal que lo están empezando a pasar quienes no pertenecen a los segmentos superiores de la pirámide social argentina.
Sobre todo de quienes fueron engañados por el gobierno en la campaña, cuando le prometieron que el cambio era para mejorar lo que había para todos, no sólo para los dueños del capital, el poder real, el establishment.
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La guerra es la continuación de la política por otros medios.
La estrategia judicial también.
Apoyamos las palabras sobre la sangre. Cargamos los dados en la apuesta. Arrestamos al viento al sol las mariposas. Supimos del alma del silencio de la piedra que alguna vez fue estrella del sagrado terror de la locura. Fuimos un retrato del alma de la tierra. Dejamos pasar la noche por encima de nosotros mientras las islas no se cansaban de bañarse. Nos hicimos a la lluvia.
(Pablo Mora)
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