Quienes diseñan esta manipulación creen que efectivamente la economía mejorará con el tiempo. Esta ideología, que más bien parece una religión porque se cree sin comprobación empírica ninguna, les nubla la razón. Si efectivamente la economía se equilibra, lo hará con un estándar de vida mucho menor para la mayoría, cuando no llanamente una nueva situación de exclusión. Situación que afrontarán muchos que hasta hace unos meses atribuían exclusivamente a su capacidad personal la bonanza que perderán. Si efectivamente la economía vuelve a crecer, lo hará con beneficios básicamente para el segmento ABC1, y quizá para la clase media alta, pero la clase media, la clase media baja y la clase baja, es decir, el 76% de la población (mediciones de fines dele año pasado, veremos cuáles son los porcentajes en un par de años) estarán en peores condiciones. Algunos poco, otros mucho, ortos empeorando de manera abismal.
No alcanzarán para distraer a quienes se enfurezcan con su nueva realidad los medios de comunicación: serán insuficientes todos los relatos y todas las fábulas de la ruta del dinero K, o de la corrupción que nadie niega, pero que no es más ni diferente de la del resto de los grupos políticos, o de los empresarios, o de los médicos, o de los porteros.
No sé cuánto tiempo demorará, presumo que este año y el próximo serán intensos. Sospecho que el discurso de muchos, y el bajísimo perfil de otros, indican que no soy el único que lo veo. Pero más temprano que tarde la insostenibilidad de un modelo elitista y clasista en Argentina será inocultable.
No serán los PanamaPapers, ni la corrupción muchos de los miembros de la actual gestión, incluido el presidente que de momento logran esconder bajo la alfombra. Será la economía. Muchos suponen que fueron los relatos mediáticos sobre la corrupción del anterior gobierno lo que permitió que ahora gobierne el establishment; no estoy de acuerdo, los últimos cuatro años fueron difíciles. Luego del buen diagnóstico que realizara CFK en 2011, cuando entendía que era necesaria la "sintonía fina", se cometieron durante el 2012 y el 2013 muchos errores de gestión económica, hasta que (luego de la salida de Fábregas del BCRA) durante 2014 y 2015 se intentaron a corregir. Debo decir que tuvieron éxito en general para revertir dichos errores, sin embargo no se atacó la cuestión de fondo, que es la inflación, sobre la que se despreció la escasez de oferta (algo que Silvina Batakis, ministra de economía elegida por Scioli, entendía con claridad). Posiblemente ya no había tiempo. Ahora no sirve de nada llorar sobre la leche derramada.
Lo que tengo claro, es que el establishment no gobierna por los relatos mediáticos de la ruta del dinero K, sino porque convencieron a muchos de que esos problemas generados en estos últimos años se solucionarían con ellos gobernando. Será la deriva económica lo que los deje sin el gobierno cuando esta sea inocultable para la inmensa mayoría. Y lo que me temo, y deseo equivocarme, es que resistirán pese al deterioro hasta el punto en que la violencia social nos estalle dramáticamente. Si algo no tiene el establishment es dignidad en la derrota, porque la única medida que tienen es el dinero.
Ojalá que las circunstancias no lleguen a esos puntos, y si llegan, como presumo, ojalá que la dirigencia política esté a la altura de las circunstancias.
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La política del BCRA este año aporta al déficit cuasifiscal 180 mil millones de pesos, la del año pasado por la que el energúmeno de la servilleta sale en los diarios menos de 70 mil millones, y esto en verdad sucede porque quienes hoy gestionan la política monetaria devaluaron.
Así como se hartaron de fabular rutas de dinero asignándoles letras en función adjetiva, repiquetearon con una bomba de Kicillof que era tan sofisticada que estallaría el 10 de diciembre de 15 a las 12:00hs, pero lo que hay en la realidad es una bomba a punto de estallar construida con saña y con LEBAC por la actual gestión.
Se puede sobreabundar en adjetivos y fábulas, incluso creer que las fábulas son ciertas, pero la única verdad sigue siendo la realidad.
Cuídense, que el viaje será difícil.
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Algunos dicen estar indignados con que el Estado gastó 7 mil millones de pesos en Fútbol Para Todos (era dinero que ganábamos todos).
A mí lo que me indigna es que gasten 180 mil millones en LEBAC (es dinero ganan los bancos).
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Roberto Lavagna: "Las primeras dos reestructuraciones implicaron reducir la deuda, ésta última ha implicado aumentar la deuda".
Él que ayudó con entusiasmo a Massa a convencer a muchos que con Macri no pasaba nada, ahora se hace el sorprendido.
Si yo sabía, él sabía. Aún así, que lo diga un opoficialista, le añade la contundencia de lo inocultable.
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De lo mejor que he leído, y que describe la lógica de un fanático anti K: "che, que los de la construcción vayan a hacer kilombo a lo de Lázaro... ah, no, que está en cana...", o algo así.
Es decir, que entre las neuronas excitadas de este energúmeno, anidó la idea que la culpa definitiva de los más de 130 mil trabajadores registrados que perdieron el trabajo, los más de 300 mil no registrados, del rebrote inflacionario que a quienes no perdimos el empleo nos hace perder al menos un 15% de poder adquisitivo, es de Lázaro Baez. Quien no dudo que seguramente será un empresario típico argentino, que ante la primera posibilidad comete cuanto delito económico pueda y le dejen, como hizo Macri, como hacen todos, pero que no diseña las políticas económicas de la actual gestión de gobierno.
Evidentemente es imposible hacerle entender que la responsabilidad es de quién decide las políticas, no de un delincuente económico que, naturalmente, jamás las decidió.
En mi país, qué tristeza, la pobreza... intelectual...
Sí, la pobreza intelectual es lo que está haciendo que aumente descaradamente la pobreza económica.
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En política no alcanzan las buenas intenciones, las estrategias políticas se validan por sus resultados.
Hay que tener humildad y generosidad para entenderlo y actuar en consecuencia.
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Las palabras que definen estos tiempos argent(in)os son "conflictividad gremial".
Y crece desde el pie.
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Fancundo Moyano se quejó de que la aparición de Cristina Fernández divide al peronismo.
Pregunto: ¿El peronismo o el Frente Renovador?
Quizá, Facundo, Cristina Fernández una un peronismo que desunió la mezquindad del Frente Renovador.
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Eduardo Yeyati: "El desarrollo social no tiene que hacer feliz al pobre, basta con que lo saque de la pobreza".
Hasta los economistas que se ilusionaron con el gobierno amarillo se están empezando a poner colorados...
...siempre es el mismo día, la misma noche siempre, no han inventado el tiempo todavía, no ha envejecido el sol, esta nieve es idéntica a la yerba, siempre y nunca es lo mismo, nunca ha llovido y llueve siempre, todo está siendo y nunca ha sido, pueblo sin nombre de las sensaciones, nombres que buscan cuerpo, impías transparencias, jaulas de claridad donde se anulan la identidad entre sus semejanzas, la diferencia en sus contradicciones.
(Octavio PAz)
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