El gobierno de la Alianza Cambiemos al menos conseguirá cumplir una de sus promesas: unirá a los argent(in)os. Contra su voluntad, a diferencia de las otras mentiras de campaña, que efectivamente incumplen porque era el plan original. Aún así la cumplirá: nos unirá a todos contra las políticas económicas de Macri.
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Pide Hugo Yasky en diálogo con C5N: que este año haya una sola CGT, una sola CTA, y ambas centrales en una mesa de diálogo.
Ojalá: no hay derecha que pueda gobenar e imponer un programa económico antipopular con semejante frente gremial.
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Dice el actual gobierno que en un año, de abril a abril, hay 60.000 empleos más. Les creo: entonces significa que hasta diciembre de 2015 se habían creado 200.000, de los cuales ahora se perdieron 140.000 empleos.
Esperemos en algún momento poder agradecer que "siempre que llovió: paró".
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Los que dicen "este país de mierda" votan gente que prefiere la mitología europea antes que a Zamba y los mitos de los argent(in)os.
Ay país, país de nubes, lleno de humo y alcohol.
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En el gobierno creen, literalmente, que en el segundo semestre lloverán inversiones sobre nuestra economía como maná del cielo. Este es la consecuencia inevitable de votar religiosos, fanáticos del libre mercado, en vez de votar políticos.
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No insistan, la pobreza no es del 34%. No había casi 30% de pobreza por ingresos a fines de 2015. Era de 16/17%. Ahora aumentó al 20/22% gracias a la política antipopular del PRO. Quizá hablan del 34% porque esperan que el gobierno la lleve allí.
Si empezamos a elaborar índices de segunda generación lo primero que hay que aclarar es que son incomparables con los índices que se hacen en base a la canasta oficial. No está mal. Pero no es comparable con lo que se midió hasta ahora. En esto incluyo a la UCA y a los que hablan de pobreza estructural. Está muy bien plantearse esa clase de mediciones, pero si no aclarás que lo que medís es algo diferente, estás mintiendo.
Quizá la pobreza estructural, tal y como se mide en Europa, esté entre el 25% y el 30%. Pero si nos queremos comparar con Europa en la medición de la pobreza, aclarémoslo antes, porque si no estamos mintiendo.
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Empezás queriendo UBER porque es barato y hay tacheros fachos.
Después te alegrás porque comprás importados baratos, mejores que los de acá, y hay empresarios garcas.
Al final terminás sin laburo, jodido, y cagado de hambre.
No compres la lógica del liberalismo. Siempre es caro. Sobre todo cuando parece barato.
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Según FIEL, consultora de Orlando Ferreres, cuya afinidad con el dogma liberal es indiscutible, dice que el peor año del FPV en términos de inflación fue el 2014, cuando, según ellos, hubo un 35% de inflación. Según ellos miden, en los últimos 6 meses hubo un 33,5%. Incluye noviembre, cuando si bien aún gobernaba el FPV, comenzó la disparada inflacionaria con un 3% ante la certeza de una devaluación negada por Macri para la galería pero inocultable para quien quería escuchar. Ni es la emisión, que continúa aportando con intensidad, ni la ley de la oferta y la demanda, que promete desinflarla cuando el desenfrenado aumento tarifario y la devaluación morigeren su ímpetu toda vez que la demanda está siendo salvajemente ajustada.
En fin, como dijimos tantas veces en lo que denominaron los insensatos "campaña del miedo", en la que ya es evidente que nos quedamos cortos: no, no era lo mismo, no daba lo mismo.
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Insisto: la corrupción política es una mierda, pero la privada hace mucho más daño, y mata mucho más. No es prejuicio: es estadística. Además van juntas: la política es hija de la privada.
Sí, me parece genial que pidan Lázaro Baez y Àngelo Calcaterra devuelva todo lo que ganaron solo por ser amigos de políticos con poder. Pero eso es un vuelto comparado con los 400 mil millones de dólares que los grandes empresarios argentinos se llevaron, evadiendo y eludiendo impuestos, con los que ahora habría mejores hospitales, escuelas, justicia, policía.
No, no justifico a Baez (quien no creo que tenga relación con CFK, por mucho que se esfuercen: quizá tenga con NK, eso es posible), tampoco a Calcaterra, sólo digo las cosas como son. Si no hablamos de la corrupción del capitalismo, de lo que efectivamente nos hace daño como sociedad, es porque seguimos el relato de los dueños del capital, del establishment, y sus medios de comunicación. Y estos no es que son cómplices, son una parte de los que "se la llevaron".
Suerte con eso.
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El FPV, conducido por Nestor Kirchner y Cristina Fernández, se alimentaba de mitos. En general estos estaban basados en la realidad de la gestión. Muchos otros, sin embargo, en que esto era lo mejor dentro de lo posible. Que ahora esté gobernando la alianza PRO-UCR, encabezados por Mauricio Macri, hace mucho más fuerte al FPV, porque reafirma que los demás son incluso peor que cualquier error que el FPV haya cometido.
Quienes se ilusionaron con que el FPV se evaporaría en el recuerdo en cuanto se quede sin gestión, se equivocaron. No hay futuro gobierno sin el FPV, sin el kirchnerismo. Claro que, también es verdad que, al menos de momento, el FPV solo no tiene la fuerza electoral suficiente para volver. Cuando se canta "a volver, vamos a volver", hay que preguntarse: ¿quiénes?. Insisto: hay que abrir la cabeza y el corazón, sincerarse, recuperar la lógica que llevo al FPV a obtener el 55% de los votos en 2011, y cuestionarse las actitudes, mucho más las actitudes que las políticas, aunque también las políticas, que lo llevaron al 40%.
Un aparte: el 49% no es real, como tampoco es real el 51%. Se equivoca el gobierno si cree que es mayoría (todos los días los escucho equivocarse), pero se equivoca el FPV si cree que es el 49% (a muchos los escucho equivocarse todos los días).
Caminemos, que el futuro nos espera. Y, como dijo una que sabe lo que dice: pasará lo que nosotros queramos que pase.
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El mensaje de Cristina Fernández fue claro: la palabra traidor no construye. Y es necesario construir poder. Más importante que con quién, es para qué y cómo; ahí el con quién decanta solo. Porque lo que importa es poder ejercer el poder, no quedarse en el testimonio. También es cierto que Dilma está tambaleando por sucumbir a la lógica del mercado. Por ser lo que no es. Respetar las propias convicciones es parte del para qué. No ser dogmático ni sectario del cómo.
Imagen: obra de Benito Quinquela Martín: "Hombres trabajando".
Donde mi nombre deje al cuerpo que designa en brazos de los siglos, donde el deseo no exista. en esa gran región donde el amor, ángel terrible, no esconda como acero en mi pecho su ala, sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allá, allá lejos; donde habite el olvido.
(Luis Cernuda)
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