martes, 25 de septiembre de 2018

Algunos son incapaces de comprender sus propias opiniones

El desempleo llegó a 9,6% en el 2T de 2018, casi un punto más del 8,7% del 2T de 2017 (representa unos 250.000 desocupados nuevos). Esto está explicado por un aumento en la tasa de actividad de 45,4% a 46,4% (más gente buscando trabajo, probablemente por deterioro de la situación económica del hogar).

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Insisten desde el oficialismo con dos estupideces, porque para provocaciones necesitan crecer. Dicen que el paro general es político, y que se pierden 31 mil millones de pesos.
Unos de los motivos más fuertes por el que los trabajadores hacen paro (más allá de lo que interpretemos cuál es la voluntad de los dirigentes sindicales) es por la innegable pérdida de poder adquisitivo, que podemos cifrar entre el 15% y el 30% para el salario este año.
Imaginemos que la pérdida del poder adquisitivo de los salarios en 2018 es de sólo el 15%. Esta pérdida sólo para los salarios registrados anualizada alcanza los 585 mil millones de pesos, unos 15 mil millones de dólares, 19 veces más que la falaz pérdida de la que hablan. Que podría ser el doble.
Y este dinero que perdemos los trabajadores, también es político: responde claramente a una ideología de clase.

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Todos sabrán, deberían, que el presupuesto presentado por el gobierno plantea que más trabajadores pagarán ganancias (4ta categoría), y que los que ya pagaban, pagarán más.
Quería decir que por esto no criticaré al gobierno. El impuesto a los ingresos personales es quizá el impuesto más progresivo que pueda haber. Insisto en que le cambien el nombre para evitar declaraciones vacías y demagógicas tales como "el salario no es ganancia".
Sí le cuestionaré, una vez más, que le baje los impuestos a quienes tienen más capacidad contributiva, que reduzca las cargas patronales, que no baje el IVA, que no aumente los tipos de ganancias ampliando las bandas y ampliando su alcance.

El Presupuesto también tiene un artículo, del que se está hablando poco, que habilita al Gobierno a empeorar las condiciones de la deuda sin pasar por el Congreso. Hasta ahora sólo tenía facultades para hacerlo si era para negociar mejoras en montos y/o plazos. Esto es grave, y altamente peligroso teniendo en cuenta el perfil de los integrantes del gobierno.

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Alguna vez expliqué que, más allá de mi ideología personal (socialdemócrata - post keynesiano), mi primera evaluación de los gobiernos es si mejora o empeora mi índice de la felicidad, y el de quienes me rodean (amigos y familia).
Mi índice de la felicidad es sencillo. ¿Cuántas veces puedo ir a comer a la parrillita del barrio? ¿Las misma que cuándo empezó el gobierno (éste, el anterior, cualquiera)? ¿Más, menos? ¿Cuántas veces puedo ir al cine o al teatro? ¿Puedo seguir comprando los mismos vinos? ¿Mejores, peores? ¿Cuántos días de vacaciones me puedo tomar en el año? ¿Puedo ir a mejores lugares, peores, los mismos?
Bien, mi índice de la felicidad estaba dando valores negativos en los primeros dos años del actual gobierno. Este año los valores ya son espantosos. Lamentablemente mis previsiones son aún peores para el año próximo. No teníamos que cambiar, teníamos que mejorar: no cambiamos, empeoramos.
Esperemos que el gobierno cambie el rumbo: porque por éste nos la pegamos, mal.

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Leo que en el expediente de "la causa de las fotocopias" Bonadío redactó: “los recaudadores de la asociación ilícita contaron con la participación de empresarios que pagaron sumas de dinero por un monto aproximado de US$ 55.460.000 entre 2003 y 2015".

Veamos:
- Decían que se robaron 1 PBI (que era en aquellos años unos 6 billones de pesos) quienes se golpean el pecho al grito de "ze dobadon todo". Algunos optimistas incluso hablaban de 2 PBI.
- Hace unas semanas, "sofisticados cálculos" (sí, estoy siendo irónico) de sesudos "economistas serios" (también) establecieron el robo de la "cleptocracia" en 350 mil millones.
- Ahora Bonadío dice que el nuevo cálculo es de 500 millones de pesos.
Como dato comparativo recordemos que este año el gobierno nacional les robó descaradamente a los jubilados unos 100 mil millones de pesos (vía cambio de fórmula de actualización, en connivencia con el "peronismo perdonable"). O que la caída de los salarios (lo que nos roban a los trabajadores para transferir al capital, o empresarios, o ricos, o llamalo como quieras) este año la podemos calcular en no menos de 1 billón de pesos.
Resumanos:
600.000.000.000 de dólares - primer "cálculo"
036.000.000.000 de dólares - segundo "cálculo"
000.055.460.000 de dólares - actual "cálculo"

Cada día queda más claro que los relatos mediáticos son eso, relatos.
¿Negamos la corrupción, la minimizamos? No, es evidente que en una sociedad donde el núcleo de la felicidad es el dinero la corrupción es una realidad inevitable. De todos. Gobiernos, empresas, familias.
Lo que sí negamos es que la corrupción sea un atributo de una ideología. Esta pretensión del fascismo que nos gobierna: que quienes somos "populistas" somos corruptos. Que la corrupción es una característica de los "70 años de peronismo". Que el kirchnerismo fue una banda de ladrones.
Esta pretensión fascista de negarnos el derecho a tener una ideologìa que, es evidente, se mostró mucho más exitosa que la decandente y fracasada ideología del actual gobierno.

Por cierto, el próximo cálculo les va a dar que el afano consistió en que los anteriores funcionarios se quedaron con el celular oficial.

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La penalización del aborto no previene el aborto, sólo lo convierte en un privilegio de clase.
No se olviden.




Contra el gobierno del hambre, nos vamos a levantar, todos los trabajadores, codo a codo con el pan.
A la huelga diez a la huelga cien,a la huelga madre yo voy también.
A la huelga cien a la huelga mil, yo por ellos madre y ellos por mí.

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