sábado, 1 de septiembre de 2018

Sensatez y sentimientos

El dólar terminó la semana en unos 38 pesos, un 22% más del valor que registró hace una semana, un 30% más que hace un mes, luego de que el gobierno lleve las tasas al 60% (lo que es aún más dramático que la devaluación, porque esto rompe la economía real), e intervenga fuertemente en el mercado dejando las reservas en menos de 53 mil millones de dólares, 10 mil menos que el día después de recibir los dólares del FMI.

Las consultoras privadas, y los economistas, ya calculan la caída del PBI de 2018 en torno al 2%, y un arrastre para 2019 de hasta un 3%. En pesos. No considera la caída del PBI en dólares, métrica en la que claramente ya quedamos lejos de merecer ser miembros del G20 que estamos por presidir.

La inflación de Agosto fue del 4%, y la de septiembre será mucho más alta, por lo que 2018 será el año de más alta inflación desde 1991, aún más que el récord de 2016, lo que produce una caída enorme de nu1estro poder adquisitivo, y garantiza que la actividad económica seguirá cayendo ante la inevitable regresión de la demanda agregada.

Tenemos una crisis financiera, que agudiza la crisis económica, que esperemos no devenga en una crisis bancaria. Hoy se retiraron casi mil millones de dólares en efectivo de los bancos. Esperemos que esto frene aquí.

¿Porqué llegamos a esto?
No desde los prejuicios que sólo son sustentables desde la ignorancia, sino desde el análisis ecuánime, sereno, y sensato.

El escenario a finales del 2015 requería algunas correcciones. Pero no las que hizo el gobierno, que fueron las que nos trajeron hasta aquí.
Me gustó la corrección que le hicieron a la metáfora del inefable Casero de la casa en llamas: la casa tenía un principio de incendio en la cocina, y el gobierno de Macri la quiso apagar echándole nafta, entonces se nos incendió toda la casa.

El primer error que cometió el gobierno fue bajarle impuestos a los grandes contribuyentes, y transferir esa carga a los sectores medios y bajos. El segundo y más grave fue desregular los mercados de capitales, de divisas (el mal llamado cepo), y la administración del comercio exterior.
El dogmatismo del gobierno lo lleva a creer en la fábula del libre mercado. Y como se ve con claridad ahora, los mercados ni son libres ni son entes, son personas con intereses, que toman decisiones racionales que inevitablemente tienden a aumentar su rentabilidad. Por tanto el estado debe regular la economía de mercado, tal y como sucede en cualquier país de los llamados "serios".

El gobierno está en una disyuntiva. Tiene la última oportunidad de hacer las cosas mejor, y así tener alguna oportunidad de futuro. Así como venimos el país no es sustentable.
Estoy escuchando que algunos desde el propio gobierno empiezan a reclamar que se desande este camino que nos condujo hasta aquí. Que la armonía fiscal se busque a partir de mejorar los ingresos, recuperando algunos de los impuestos que les redujeron a los más ricos: retenciones, bienes personales. Que el desmadre cambiario se solucione recuperando algún control de los mercados de divisas y capitales. Que dejemos de destruir las empresas nacionales y empecemos a administrar el comercio exterior.

Si hacen esto, si son capaces de bajarse del caballo de la soberbia, de la arrogancia, al que están subidos, todos seremos más felices. Alguien puede pensar que lo mejor es que explote todo así estos insensatos se van y dejan de hacerle daño a nuestro país. Pero si explota todo nosotros también explotamos porque estamos dentro.

Ojalá muestren algo de inteligencia, y superen su dogmatismo. Lo que atemoriza es que hasta aquì llegamos no sólo por la ideologìa del gobierno. Algunos piensan que el gobierno hace todo a propósito, que son una especie de genios maquiavélicos. En mi opinión llegamos hasta aquí porque su ideología nos conducía desde el principio hasta este lugar (para mí era evidente), pero su impericia nos condujo más velozmente y con más estrépito (lo que, al menos para mí, no era esperable).

Y si el gobierno no es inteligente, y no comprende que la única manera de sobrevivir es adaptarse a los tiempos, al menos seamos inteligentes nosotros, y entendamos que no saldremos del pantano en el que nos dejarán acuchillándonos entre nosotros.

Quizá, el resumen sea que necesitamos sensatez y sentimientos. Empatía. Inteligencia. Humanidad.

Alea iacta est.




El tesoro que no ves! La inocencia que no ves!
El placer es tan oscuro como el culo de un topo negro y si no hay amor que no haya nada, entonces, alma mía.
No vas a regatear!
Placer que es cruel...
(Le echás el guante sin lágrimas... a tu pena allí nomás)
.. y el mundo allí nomás
El sol cocina lento...

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