miércoles, 4 de julio de 2012

Olvidemos nuestra propia muerte, soñemos

"Así, las exenciones al Impuesto a las Ganancias, explican esos especialistas, atentan contra la progresividad del impuesto y el sistema fiscal al reducir la base imponible del tributo. En un artículo publicado en la revista Voces en el Fénix, el prestigioso tributarista cordobés Salvador Treber ofrece una explicación para la preservación de esas exenciones y tratamientos fiscales privilegiados: 'La orientación y las normas básicas que definen los sistemas fiscales en cada país reflejan y armonizan los intereses de quienes detentan el poder económico', advierte."

De este modo, finaliza el corto pero contundente informe de Tomás Lukin llamado "Las Ganancias que no llegan al Estado", publicado en Página/12, en el que queda meridianamente claro por dónde se le debe entrar en el parlamento a la cuestión del impuesto a las ganancias, tan debatida en estos últimos días: Normalizar el aumento anual (o semestral) del mínimo no imponible, y en el mismo proyecto la contrapartida eliminando estas exenciones mencionadas en dicho artículo, mejorando la progresividad, la equidad contributiva y el nivel de recaudación en términos de producto del estado argentino, dado que sigue siendo aún muy bajo.
Eso sí, ante todo se le debería cambiar el nombre a este impuesto: para quitarle argumentos a la demagogia.

También es interesante la lectura de este otro trabajo de investigación, también breve y contundente, de Salvador Treber, que publicara la Revista Voces en el Fénix bajo el título "La imposición al “campo” (pasado, presente y futuro)", y cuya conclusión más destacada se me antoja que es: "...surge entonces que, sin los Derechos de Exportación, la carga tributaria específica del sector agropecuario representó solamente un 13,7% con respecto a su Producto Bruto Sectorial (PBS); contra el 21,2% de los demás sectores, lo cual implica un costo tributario 41,8% menor. Esto revela que ha participado apenas con un muy modesto 5,44% en el total general aunque agregando las retenciones llega al 7,85%). Resulta además útil, para evaluar debidamente dichas relaciones, tener presente que dentro de las cuentas nacionales, el valor agregado del sector implica 8,41% del total general."


Imagen: "Actividad en la Boca", de Benito Quinquela Martín.




Los sueños son pequeñas muertes, tramoyas, anticipos, simulacros de muerte, el despertar en cambio nos parece una resurrección y por las dudas olvidamos cuanto antes lo soñado; a pesar de sus fuegos sus cavernas, sus orgasmos, sus glorias, sus espantos, los sueños son pequeñas muertes, por eso cuando llega el despertar y de inmediato el sueño se hace olvido, tal vez quiera decir que lo que ansiamos es olvidar la muerte, apenas eso...
(Mario Benedetti)

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