Cuando en algún momento no muy lejano se haga el balance de estos años tan convulsionados y llenos de chicanas y mentiras y perversas operaciones mediáticas que todo lo embarran, estos primeros meses de la gestión Macri en el campo de la cultura y los medios de comunicación en general –para no hablar de lo básico y determinante: su criminal política económica–, serán recordados y juzgados como lo que creemos que son: una operación desembozada de desmantelamiento de todos los espacios de potencial disidencia a sus políticas de entrega y claudicación ante los poderes fácticos locales y de sumisión y alineamiento con lo peor y más beligerante del (des) concierto universal que, sin vergüenza y desde la ideología del lucro especulativo, roba, oprime, margina y bombardea (con bancos, con leyes, con tropas, con drones) a todo aquel que se le oponga o no quiera que “lo ayuden” o pida por la dignidad igualitaria en el trato universal y el avance hacia algún tipo de reparto más justo de la torta.
El endeudamiento externo monstruoso –que pagaremos todos– y la fenomenal transferencia de beneficios hacia los sectores más concentrados –que beneficia a muy pocos– son los rasgos principales de todas las sistemáticas medidas económicas nos han impuesto estos impunes empleados de la banca internacional. Por eso, en este contexto, y más allá de todas las discusiones que podamos sostener, o los acuerdos a los que podamos llegar acerca de debilidades, defecciones y claudicaciones de funcionarios y / o personeros de la gestión anterior; y más allá del sectarismo, de la soberbia y del personalismo de la conducción política en momentos críticos en que se decidía la continuidad o el trucho cambio (para peor); más allá de todo eso –que es asignatura vigente– nada ni nadie nos va a convencer de que este festival de revanchismo y exposición de basura mediática al que asistimos sea otra cosa que una pantalla (nunca mejor dicho) para ocultar lo que verdaderamente pasa, importa y se silencia: los funcionarios (funcionales) de las corporaciones que nos gobiernan están operando cada día un paso más hacia la destrucción sistemática de todos los logros que, en cuanto a soberanía económica y cultural, fueron el resultado de las políticas llevadas adelante –con todas las salvedades que se quiera– durante los gobiernos de los últimos años. Nos están llenando de agujeros; en el cuerpo social, en el bolsillo, en los estantes y en las filas de los trabajadores.
"Agujeros en la Biblioteca", por Juan Sasturain.
Imagen: "La sopa de los pobres" - Reynaldo Giudici.
-- ** -- ** -- ** --
Hay una cuestión importante a la hora de analizar la toma de deuda, que cuando se habla de deuda externa en argentina no se aborda con claridad: la sustentabilidad. Me refiero a que cuando uno toma una deuda, debe analizar si la inversión que se hace con ella nos genera divisas suficientes para pagar la deuda contraída (capital + intereses), o nos ahorra una cantidad suficiente. No me preocupa cuánta deuda se tome, me preocupa para qué.
Durante la segunda y más infame de las décadas cada dólar que se tomó de deuda se fugó. La fuga de divisas durante los '90 fue equivalente al endeudamiento. No me preocupa tanto pagarle a los buitres, como la señal que da la desesperación con que se hace. Estamos en un momento altamente peligroso. Sinceramente, a los legisladores les demando no aceptar el pago a los buitres en estas condiciones, pero sobre todo, lo que es más preocupante, no abrirle al gobierno el grifo de la deuda, porque si tenemos en cuenta la ideología de los actuales gobernantes es muy peligroso.
-- ** -- ** -- ** --
Estuve viendo en TeleSur un excelente informe sobre la deuda, los fondos buitre y el sistema financiero internacional.
Por informes como éste es que boicotean la señal desde el actual ejecutivo nacional.
-- ** -- ** -- ** --
Ni una sola mención a los responsables de este éxito: Jorge Taiana, quien era el canciller al iniciarse este planteo, y a Cristina Fernandez de Kirchner quien en era la presidenta de nuestro país. No los menciona el periódico, ni los funcionarios de cancillería que se refirieron a este enorme logro. Logro de la política exterior argentina de la gestión del FPV, y que recibe como herencia positiva -otra más- la actual gestión del PRO.
El único caballero es (una vez más) Pinedo: quien tuvo la delicadeza de agradecer a la anterior gestión al frente del ejecutivo por la extensión territorial presentada. Los demás (funcionarios y periodistas oficialistas): ni una sola mención.
Es de bien nacido el ser agradecido, decía mi abuela. En este caso vale por la contraria. Para todos menos para Pinedo.
Aval de la ONU a un planteo argentino sobre Malvinas
-- ** -- ** -- ** --
Escucho a dirigentes del Frente Renovador describir la situación del mercado externo e interno para explicar porqué el camino elegido por el PRO está no ya equivocado, sino equivocadísimo. Algo con lo que no sólo estoy de acuerdo, sino que me cansé de advertirlo durante la campaña. Y me pregunto: ¿porqué carajo fueron tan mezquinos? ¿Ahora se dan cuenta?
Algunos de los apóstoles del sonlomismismo empiezan a comprender lo grosero de su error. No quisiera estar en los zapatos de Massa: él apostaba a acompañar a Macri para capturar su voto cuando fracase su política económica, y están empezando a percibir que eso, probablemente, sucederá más temprano de lo que especulaban.
Luego de las generales la mayoría de los dirigentes, no sólo del FR, pero sobre todo, obviaron los contundentes cuestionamientos que tenían hacia el PRO, favoreciendo el latiguillo de son lo mismo: Scioli también es de derecha, neoliberal, menemismo del siglo XXI, y todas las groserías que se decían. Me imagino que no soy el único que conoce gente que un año antes te juraba que jamás votaría a Macri, y luego se dejó convencer de que daba lo mismo, que lo importante era que el FPV pierda poder, de ser posible que se diluya. Muchos de estos votaron a Massa, y terminaron votando a Macri porque total eran lo mismo. O votantes de Stolbizer. O de R.Saa. Se hacían los avispados largando diatribas que aseguraban que todo daba lo mismo. Cuando era evidente, y los dirigentes a los que aludo lo sabían con claridad, que no eran lo mismo.
No engañaron a los votantes, está claro, estos se dejaron convencer porque creyeron que había que darle una lección al FPV, para lo cual poner en el gobierno al establishment no era grave. Como si Scioli no era una alternativa superadora. Como si Scioli no era el verdadero cambio justo.
-- ** -- ** -- ** --
Lo más interesante de esta nota de La Nación, es la fecha. En marzo de 2006 hasta LN, uno de los medios más ideológicamente vinculables a la dictadura cívico-militar (como no trabajo en Radio Nacional, no tengo prohibido llamarla por su nombre), reconocía que el Ejercito Argentino validaba a mediados de 1978 más de 20 mil crímenes. Faltaban aún cinco largos y oscuros años.
El Ejército admitió 22.000 crímenes
-- ** -- ** -- ** --
Dicen que NK, CFK, y el FPV, como definición genérica, son populistas. Podemos decir luego de sus doce años de gobierno que, estadísticamente, lo son para el 76% inferior de la escala social de la sociedad argentina.
Ahora podemos afirmar que Macri y el PRO también son populistas. Pero del 5% superior.
Cada uno en su cárcel de palabras, y todos atareados construyendo la Torre de Babel en comandita. Y el cielo que bosteza y el infierno mordiéndose la cola y la resurrección y el día de la vida perdurable, el día sin crepúsculo, el paraíso visceral del feto. Creía en todo esto. Hoy duermo a la orilla del llanto. También el llanto sirve de almohada.
(Octavio Paz)
miércoles, 30 de marzo de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario