¿Tanto miedo tienen los dirigentes que deberían representarnos de no poder, o no saber, diferenciarse del actual gobierno, que necesitan sumarse al infantilismo de que todo está muy pero que muy mal y todo se hace mal pero que muy mal?
¿Lo lógico, lo adulto, lo sensato, lo inteligente, no sería decir: estos son nuestros ideales, los acompañamos en el camino siempre que vayamos hacia ese lado, y en cuanto frenen o se desvíen de manera inaceptable nos tendrán nuevamente enfrente?
¿O acaso hay otra forma de darle contenido, el contenido que uno desea, a la agenda política?
¿No se dan cuenta que las consignas simples son útiles para que llame a la radio “Pedro de Almagro”, pero la sociedad es mucho más compleja, y “ellos” tienen muy claro hacia donde van (y van, está claro que van), y saben cómo hacerlo?
¿O no es evidente que en política los espacios que uno no ocupa los ocupa otro?
¿Por qué siempre hay que elegir entre Guatemala y Guatepeor?
¿O es que contra Guatepeor estamos mejor?
Vamos a Andar
(Silvio Rodrgíuez)
Vamos a andar en verso y vida atentos
Levantando el recinto del pan y la verdad
Vamos a andar matando el egoismo
Para que por lo mismo reviva la amistad.
Vamos a andar hundiendo al poderoso
Alzando al perezoso sumando lo demás
Vamos a andar con todas las banderas
Trenzadas de manera que no haya soledad
Que no haya soledad, que no haya soledad,
Que no haya soledad vamos andar para llegar a la vida.
Vamos a andar en verso y vida atentos
Para llegar levantando el recinto
Vamos a andar del pan y la verdad
Para llegar matando el egoismo
Vamos a andar para que por lo mismo
Para llegar reviva la amistad.
Vamos a andar hundiendo al poderoso
Para llegar alzando al perezoso
Vamos a andar sumando lo demás
Para llegar con todas las banderas
Vamos a andar trenzadas de manera
Para llegar que no haya soledad
Vamos a andar, para llegar, vamos a andar...
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