sábado, 25 de enero de 2014

Cuando el desaliento me pedía volver, te encontré

Con todo respeto, desde el primer día dije que impedir la compra de dólares para tenencia y ahorro a todos por igual era contraproducente, y que en mi opinión para pequeños compradores se debía permitir, dado que no mueve la aguja de la economía, y si la mueve es el costo que hay que asumir para que no se complique la economía con el dólar ilegal, azuzando la inflación que, convengamos, es el único problema objetivo de la economía real, y al que no hay que perderle pisada en tanto implica un riesgo real a nuestros salarios. Error asociado a la sobrevaluación de la moneda producido en los últimos años, que genera dificultades objetivas en la economía, y que en lo aparente también se está intentando corregir permitiendo que el valor de la moneda se ajuste paulatinamente a la realidad.

No me parece mal la medida anunciada (aquí explicada claramente por el ministro de economía, Axel Kicillof) haciendo menos restrictivo el acceso a la compra de moneda extranjera, en todo caso es el reconocimiento de un error. Y tener espaldas para cambiar lo que no funciona, para reconocer los errores cometidos, también es una demostración de grandeza.

Ya saldrán los mediocres de siempre, los dueños de todas las respuestas, de todas las infalibles verdades, a decirnos que todo esto no es sino la demostración definitiva de la atroz realidad en la que nos sumergen los malignos hombres K y su cruel líder.
Pero esas son las medianas cantinelas que en los oscuros corrillos se escucharán siempre.


Imagen: Pintura "Viajeros al Primer Mundo", obra del artista plástico español Carlos Alonso.




En lugares perdidos contra toda esperanza te buscaba. En ciudades sin nombre por rincones de ayer te busqué. En horas miserables entre la sombra amarga te buscaba. Y cuando el desaliento me pedía volver te encontré.

(José Agustín Goystisolo)

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