jueves, 27 de octubre de 2011

Seguimos caminando juntos

Curiosos demócratas aquellos que se llenan la boca hablando de justicia y legalidad mientras asesinan asesinos y "ajustician" dictadores, al mismo tiempo que cuestionan la democracia argentina donde sin embargo a los asesinos y a los dictadores se los sienta en el banquillo de los acusados, tienen derecho a la defensa, y como consecuencia de la aplicación de la ley la mayoría de ellos ocupa el lugar que les corresponde: la prisión.

Hay momentos en los que me llena de orgullo la República Argentina, y éste es claramente uno de esos.

Ayer dimos un pequeño paso en el alivio del dolor de las familias de los desaparecidos, pero un enorme paso para la justicia (en tanto también poder judicial) en nuestro tan hermoso como maravilloso y, en muchos momentos de su historia, ejemplar país: la Argentina.


En Página/12 dan los detalles informativos más importantes: Astiz, el Tigre y el grupo de tareas de Massera. Dando cuenta de que el TOF 5 condenó a doce de los 18 acusados a prisión perpetua. De que sin embargo hubo dos absoluciones. Y que como consecuencia del proceso finalmente culpó a los represores por el homicidio de Walsh y de los secuestros y asesinatos del grupo de la Iglesia Santa Cruz.





Lo que pasa
(Juan Gelman)

Yo te entregué mi sangre, mis sonidos,
mis manos, mi cabeza,
y lo que es más, mi soledad, la gran señora,
como un día de mayo dulcísimo de otoño,
y lo que es más aún, todo mi olvido
para que lo deshagas y dures en la noche,
en la tormenta, en la desgracia,
y más aún, te di mi muerte,
veré subir tu rostro entre el oleaje de las sombras,
y aún no puedo abarcarte, sigues creciendo
como un fuego,
y me destruyes, me construyes, eres oscura como la luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario