El elemento misterioso que me lleva a tu lado

—Macri dijo durante toda la campaña que el gobierno K les quería hacer creer a los argentinos que el empleo lo generaba el Estado y la inflación, los empresarios. Y que en realidad era al revés.
¡Ahora no nos puede venir a decir que la culpa la tenemos nosotros! ¿El dólar subió 50% en dos meses y los que generamos inflación somos los empresarios?

El CEO de una de las más importantes compañías alimentarias del país resume en su enojo el de muchos de sus colegas.
Lejísimo parece haber quedado la definición de Pancho Cabrera el 15 de diciembre, hace apenas dos meses, cuando el entonces flamante ministro de la Producción reunió a las 50 cabezas del supermercadismo, el consumo masivo y los alimentos para pedirles que “acompañen con los precios” y anunciarles que se terminaba “el paradigma del control” para abrirle paso “al paradigma de la libertad”.

Alejandro Bercovich - Buenos Aires Económico


-- ** -- ** -- ** --

No es que las medidas del actual gobierno sean malas y las del anterior sean buenas, o por el contrario, que antes eran malas y ahora buenas.
Podemos decir que son todas buenas o malas, el adjetivo es lo de menos, o lo de más.

Sucede que gobernar es administrar intereses particulares, a menudo contrapuestos. Gobernar es decidir todos los días de parte de quién ponerse. Aunque no haya suma cero, siempre hay ganadores y perdedores, y es aquí donde entra a jugar la ideología de quien gobierna. Es esta ideología la que determina quién gana más, o quién pierde.

Entonces, vemos que en los dos aspectos que desde mi punto de vista son claves, el impacto de las medidas en la pirámide social, y en la distribución del PBI entre el mundo del trabajo y el capital, sistemáticamente benefician al 5% superior de la pirámide, eventualmente al 20%, y todas las que se toman, o las que se evitan tomar, favorecen la corrección de la distribución del PBI a favor del sector del capital.

Me recuerda al Viejo, cuando dijo que:
"los que se cuestionan que alguien se comprometa con una ideología, suelen referirse a ideologías contrarias a las suyas"...


-- ** -- ** -- ** --

El “protocolo” contra las manifestaciones populares anunciado por la ministra Patricia Bullrich representa un ataque al derecho a la protesta social: la medida, por ejemplo, obliga a anunciar previamente al Gobierno sobre las acciones de lucha que se realizarán, además de determinar el recorrido, la duración o la modalidad. "Si no se van en 5 o 10 minutos, los vamos a sacar", remató Bullrich. Estamos ante un claro “protocolo” represivo para imponer por la fuerza el ajuste actual y convertirse en un método de disciplinamiento en la antesala de una gran mayoría de paritarias.
Este accionar tiene un capítulo dedicado a los trabajadores de prensa: “La participación de los medios de comunicación se organizará de modo tal que, los periodistas, comunicadores y los miembros de sus equipos de trabajo desarrollen su labor informativa en una zona de ubicación determinada, donde se garantice la protección de su integridad física, y no interfieran con el procedimiento”.
En otras palabras, los trabajadores de prensa no tendrán libertad para cubrir la represión, sino que deberán ocupar el lugar que le indique las fuerzas de seguridad actuantes, cercenando así la libertad de prensa, la posibilidad de cubrir cómo corresponde la represión y el derecho elemental a informar sobre los hechos.

El “protocolo” de Macri: un ataque a la libertad de expresión y al derecho a la protesta


-- ** -- ** -- ** --

Dice el CEO de Shell, perdón, el ministro de energía, que no son necesarias las multas, ni se habilitan los descuentos, porque el que tiene un corte de luz programado, no está consumiendo.
No sé si este tipo es, o se hace; diría que las dos cosas: les pagamos por el servicio, no compramos la luz al peso, o por metro.
No les compramos porque son buenos, estamos obligados, es un monopolio, por eso están obligados a prestarme un servicio con una calidad del 99,99%.

Estuve a punto de insultarlo. No insistan, porque pierdo la línea.


-- ** -- ** -- ** --

Clarín: Con Ganancias devuelven la mitad de la suba de la luz

Puedo hacer el centro de mi crítica en que 63 mil no es la mitad de 155 mil millones: 155 mil es el 150% más que 63 mil, no el 100%.
También podría centrarla en que la noticia es falaz toda vez que las medidas tienen universos distintos, y, por lo que se sabe, no es creíble que la modificación de ganancias tenga ese costo para el fisco, ni que la quita de subsidios ese impacto.

Pero me parece más destacable que el tratamiento de las noticias por parte del medio ya excede la militancia, es mucho más que oficialismo.

Creo que cuando en el PRO leyeron esto, pensaron:
"Che, tanto no les pagamos. ¿O sí?"


-- ** -- ** -- ** --

¡El “Papanauta”, la mayor amenaza peronista para el gobierno de Macri!

Revista Barcelona:

"¿Cómo hicieron cambiemos y el kirchnerismo para convertir al máximo líder de la institución más retrógrada y conservadora de los últimos 2.000 años en el referente opositor más progresista del país?"

¡Desopilante! ¡Muy bueno!


-- ** -- ** -- ** --

La Federal intentó impedir (por tercera vez en el año) el ingreso de las Madres a la Plaza:
Cuando todos estábamos escondidos bajo nuestras camas, ellas le pusieron el pecho a la libertad.
Quiero dejar constancia que todos, pero todos, les debemos a las madres y a las abuelas de la plaza la democracia. Primero a ellas, después venimos todos los demás.
A aquellos a los que su odio los empuja en el deseo de destruir lo que estas gloriosas mujeres han construido, les advierto:
Madres y abuelas de la plaza, Rafa las abraza.





¿Cómo seré yo cuando no sea yo? Cuando el tiempo haya modificado mi estructura, y mi cuerpo sea otro, otra mi sangre, otros mis ojos y otros mis cabellos. Pensaré en ti, tal vez. Seguramente, mis sucesivos cuerpos —prolongándome, vivo, hacia la muerte— se pasarán de mano en mano, de corazón a corazón, de carne a carne, el elemento misterioso que determina mi tristeza cuando te vas, que me impulsa a buscarte ciegamente, que me lleva a tu lado sin remedio: lo que la gente llama amor, en suma. Y los ojos —qué importa que no sean estos ojos— te seguirán a donde vayas, fieles.