martes, 16 de febrero de 2016

Yo ya sabía cómo era

"En materia económica, mi deseo sería poner término a la inflación por una disminución de la burocracia a lo que sea realmente necesario. Los caudales públicos son producto del trabajo, y no es justo erigir con ellos una casta parasitaria y ociosa que se beneficie injustamente y ante la labor de los demás. En concordancia con lo dicho, impondré la mesura en los gastos públicos, para reducirlos a los que sea indispensable."

Estos argumentos que los podemos escuchan de parte de cualquier integrante del gobierno actual, o de políticos/sindicalistas que integran otros espacios y apoyan con alma y vida el gobierno del PRO, los dijo el General Lonardi, en la Plaza de Mayo el 23 de septiembre de 1955, una vez que triunfó aquel infausto golpe de estado.
Y no es casualidad.


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Esto decía Eric Calcagno, allá por 2001, sobre las políticas que se aplicaban, y generaban entusiasmo en el establishment:
"El plan de bajar el riesgo país, para que caigan las tasas de interés, se recupere la demanda de crédito, crezcan el consumo, la inversión y la recaudación es una apuesta muy arriesgada. Es el cuento de la buena tasa, que ya lo escuchamos con el blindaje y el megacanje. No parece que ese sistema funcione. En el fondo no hace falta ver cómo termina la película, porque lo que se está quemando es el cine."

Y recuerdo la frase de Einstein que repito una y otra vez: "Esperar resultados diferentes aplicando los mismos métodos, es estupidez". La que, por lo que se ve, sigue siendo infinita...

Cash - Página/12 - 2001


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“Por siglos Inglaterra ha confiado en la protección, la ha llevado a extremos y ha obtenido resultados satisfactorios de ella. No hay duda que a este sistema le debe su actual fortaleza. Después de dos siglos, Inglaterra ha encontrado conveniente adoptar el libre comercio porque piensa que el proteccionismo no puede ofrecerle nada más. Muy bien, entonces señores, mi conocimiento de nuestra nación me lleva a creer que dentro de los próximos 200 años, cuando América haya obtenido de la protección todo lo que puede ofrecer, adoptará también el libre comercio”.
Ulysses S. Grant, Pesidente de los Estados Unidos entre 1868 y 1876.

(Citado en A.G. Frank, “Capitalism and Underdevelopment in Latin America”, New York, Monthly Review Press, 1967. P. 164)


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En este artìculo, Joseph E. Stiglitz, se refiere a cómo evalúa las prespectivas de nuestra economía.

Las perspectivas inciertas de la Argentina

Lo interesante de éste, es que se planta desde los problemas reales que dejó la segunda gestión de Cristina Fernández. Críticas que en líneas generales, y disculpen la autoreferencia, coinciden con las que yo hiciera: básicamente despreciar necesidad de que la oferta crezca, permitiendo entonces desequilibrios que provocaron un río revuelto en el que pescar.
Negarse a la realidad que marcaba que había que moderar el incentivo sobre la demanda agregada, mientras se incentivaba la oferta por la vía crediticia o impositiva. La evaluación del período es positiva, pero en el final se permitieron desequilibrios.

Marca los desafíos del nuevo gobierno, y sin pronunciarse, dado que aún carece de elementos objetivos para hacerlo, advierte que el riesgo de retroceso en el desarrollo inclusivo es alto, toda vez que los primeros pasos son altamente preocupantes.

La descripción de los problemas heredados, marcan varias cosas: no son graves, pueden serlo si se insiste por el camino del "libre mercado", que la línea que marca la actual gestión es altamente peligrosa, y que los planteos del tandem Scioli/Batakis/Bein eran los correctos para consolidar los avances de la década pasada, sin que se descontrole la economía.

Sé que muchos se enojan con esta descripción, pero el momento requería la sintonía fina que CFK no realizó en su segundo mandato: no era momento de profundizar, era momento de consolidar (algo que también dije, y también varios se enojaron conmigo).

Como decía mi abuela: agora xa foi, María non chores...





Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De pronto mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
(Pablo Neruda)

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