domingo, 17 de marzo de 2013

Cuando tu rival deviene en enemigo

“La gente siempre puede ser llevada a obedecer las órdenes de los líderes. Todo lo que hay que decirle es que está siendo atacada y denunciar a los pacifistas por falta de patriotismo y por poner al país evn peligro. Esto funciona en cualquier país.”

(Cita del discurso del ex Reichsmarschall des Grossdeutschen Reiches Hermann Goering durante su juicio en Nuremberg.)


Esto lo podemos trasladar a otros planos de la política. Para obtener seguidores incondicionales, quizá irracionales, son necesarios los enemigos, cuanto más malvados mejor.

Por eso cuando sientas que alguien devino de rival en enemigo, harías bien en cuestionarte tu lugar. No necesariamente será el equivocado, pero quizá no lo estés mirando con ojos limpios.

Y sí, también estoy hablando de nuestra política local.
Y sí, no me limito a estos o aquellos.
Y quienes no se sientan incluidos sean probablemente quienes más lo están.


Entonces, lo que no son capaces de ver aquellos que creen que cualquier "colectivo" los deja bien, es que está demostrado de manera estadística, que lo más probable, es que terminen llegando al medio de la nada, desde donde será muy difícil volver.

Después no digan que no les avisé...




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