domingo, 14 de febrero de 2010

Dulce Pontes, una luz prodigiosa desde el fado

La revitalización de esta música es un hecho. Y que el fado contemporáneo tiene nombre de mujer, también. Dulce Pontes es una de las principales figuras que han contribuido a que no se extinga la llama de este discurso musical sobre "amor, celos, cenizas y fuego, dolor y pecado", según la célebre definición de Amália Rodrigues. Nacida en Montijo, Portugal, el 8 de abril de 1969, su poderosa voz la ha convertido en un nombre muy popular, pese a que la crítica a menudo la haya repudiado. Con cuatro años ya cantaba el Himno Nacional Portugués en su casa de Montijo, situada frente a Lisboa al otro lado del río Tajo, embelesando a su familia. Dulce Pontes, dígase ya de entrada, tiene una voz prodigiosa. Fue hija de Lourdes y el contable Tomás, nació el año que se iba apagando la prodigiosa década de los ’60, ingnorando aún el mítico festival de Woodstock, las últimas grabaciones de The Beatles ('Abbey Road' y su famosa portada del paso de cebra) y el asesinato de un espectador negro en Altamont a manos de los moteros Ángeles del Infierno, servicio de seguridad que había contratado The Rolling Stones.

La pequeña Dulce, ajena a estos acontecimientos de la música rock que intentaba cambiar el mundo, pero que despertaría de este sueño con la violenta década de los 70, daba sus primeros pasos en los últimos años del salazarismo, en un Portugal aislado y atrasado. Fue introducida en la tradición fadista por su tío Carlos Pontes. Él fue su maestro. A los siete años empezó a frecuentar el Conservatorio Nacional de Música de Lisboa siendo el piano su instrumento de elección del que estudió hasta cuarto curso. En aquellos años escuchaba música clásica, además de música popular lusitana y anglosajona. Durante la adolescencia dedica un breve periodo al aprendizaje de danza contemporánea, entre los siete y los diecisiete años de edad, y de esa época guarda entre sus recuerdos al bailarín ruso Rudolf Nureyev actuando en televisión, pero al ser aconsejada de que ya era mayor para ser bailarina, se decide definitivamente por la música, llegando al olimpo de la canción portuguesa, gracias a "la suerte, al persistente trabajo y a una sana obstinación". Podía haber sido bailarina, si la escuela de danza no hubiera pensado que a los catorce años ya ere tarde para iniciar una gran carrera. Podía haber sido tan sólo una bonita voz de anuncios si alguien no hubiese descubierto muy pronto que aquella voz servía mejor a la música que a la publicidad.

En Montijo lidera el grupo de rock urbano “Os percapita”, un proyecto amateur y sin unas pretensiones de futuro. Los primeros pasos profesionales surgen cuando es escogida entre varias candidatas, para sustituir a la actriz principal de reparto del musical 'Enfim Sós', en noviembre de 1988. Las pruebas son realizadas en los estudios Namouche donde conocería a su futuro primer productor Guilherme Inês, un músico de prestigio que había colaborado entre otros con Zeca Afonso. Conseguiría su primer contrato musical. Tiene una voz prodigiosa y una incontrolable tendencia al exceso. Una tentación que sólo tiene validez cuando alguien posee facultades extraordinarias. Así las cosas, se mete en harina de fado no con la contención doliente y desgarrada de las intérpretes del género, sino con el ímpetu de una diva de ópera. Aunque cuando decide enfrentarse al destino con profundidad, pone los pelos de punta, conmueve. Después de protagonizar otro musical, es invitada en programas televisivos, grabaciones de spots publicitarios y presentaciones en el Casino de Estoril, dónde Dulce llama la atención por su calidad de voz, versatil, dramática y con calidez emotiva, sus interpretaciones de fado y de temas de Shirley Bassey. Le siguen "Quem tramou o Comendador", en el Teatro Maria Matos, como actriz, cantante y bailarina. En 1990 la invitaron a formar parte del espectáculo "Licença para jogar" en el Casino de Estoril.

El reconocimiento del público tuvo su inicio en el programa televisivo 'Regresso ao Passado', donde hacía versiones de los años 60, entre ellas 'The fool on the hill' de Lennon y McCartney. Su primer paso decisivo lo dio en el Festival Nacional de la Canción en 1991 donde obtendría el triunfo con la canción 'Lusitana Paixão', una balada soul pero con un homenaje explícito en su letra al fado. Este éxito le dio el pasaporte para representar a Portugal en el Festival de Eurovisión que se celebraría este mismo año en Roma (en Cinecittá), donde obtendría el octavo puesto (el ranking más destacado de una participación portuguesa hasta aquella edición) y el premio de la crítica a la mejor interpretación.



El año siguiente edita su primer disco 'Lusitana' siguiendo los parámetros de la música pop. Es en el año 1993, cuando decide empezar su verdadero camino musical con el disco 'Lágrimas'. Fue parte de la banda sonora de la novela brasileña 'As pupilas do Senhor Reitor' (1994). La misma interpretación de esta canción de Ferrer Trinidade fue el tema principal de la banda sonora de la película'Primal fear' (1996), de Gregory Hoblit, interpretada por Richard Gere y Edward Norton. El compositor italiano Ennio Morricone, en 1995, invita a la cantante para interpretar el tema 'A brisa do coração', como parte de su banda sonora para la película 'Sostiene Pereira' de Roberto Faenza, con Marcello Mastroiani como protagonista en uno de sus últimos papeles antes de morir.



'Caminhos', en 1996, sería su última estación con la editora Movieplay. El disco fue grabado en cuatro países y contó con las colaboraciones de Carlos Núñez, Leonardo Amuedo y Xiradela. 'O infante' que abre el CD es una increíble e inspirada composición de Pontes sobre un poema de Fernando Pessoa.
En el año 1997 Dulce Pontes efectúa una gira casi permanente e interviene en el concierto 'Yes for Europe', difundido por 17 canales televisivos, en el 'Día Mundial de la Alimentación' organizado por la FAO en Roma, en el concierto de celebración del 52 aniversario de las Naciones Unidas, en Nueva York, en el concierto de Amnistía Internacional en Madrid. En 1998 actuaría en solitario por primera vez en Estados Unidos y Canadá, y además acompañaría como artista invitada a los irlandeses The Chieftains, por deseo expreso de Paddy Maloney, durante su gira norteamericana de ese año. Actuaría en el primer Festival Internacional de Solidaridad de Barcelona, donde conocería a Elvis Costello. Este mismo año grabaría el dueto 'O mar e tu' con Andrea Bocelli, que está cantada en las lenguas de ámbos.



En la Expo de Lisboa 98 daría dos conciertos, el segundo ante 30.000 personas. Dentro de ese mismo evento subiría al escenario invitada por Cesária Évora para cantar con ella, y también intervendría la brasileña Marisa Monte. Después de su participación estelar en el primer disco del gaitero y flautista gallego Carlos Núñez 'A irmandade das estrelas', otro músico de primer nivel español, el acordeonista vasco Kepa Junkera requirió sus servicios para que pusiera voz a dos canciones en 'Bilbao 00.00. H.', en concreto 'Matia nun zira' y la clásica caboverdiana 'Sodade'. Lo que realmente define a Dulce Pontes como cantante, la llave de su éxito está contenido en lo ella misma dice: …” Estoy más interesada en el sentimiento que en la técnica”, “Al final del día, nadie es una isla impenetrable”,es que la voz de Dulce Pontes suena como el mar de todas esas islas del mundo. Es autora de la banda sonora del documental de ficción 'Curiuá-Catu - A Grande Expedição de Pedro Teixeira', coproducción luso-brasileña dirigida por Carlos Barreto, que narra las aventuras de este explorador que, en pleno siglo XVII, exploró una gran área de la Amazonia, consiguiendo anexionar la selva al, en esos momentos, territorio colonial portugués. Su faceta como compositora comienza a difundirse.

En febrero y marzo de 1999 grabaría unas de sus obras discográficas fundamentales 'O primeiro canto' en los estudios Helioscentric de Londres. Sería el primer disco en el que firmaría como productora con la ayuda de António Pinheiro da Silva y que sería publicado a finales de septiembre con Universal. El guitarrista uruguayo Leonardo Amuedo sería coautor de algunos temas junto a Dulce. En este trabajo destaparía todo su talento como compositora. Wayne Shorter, Jaques Morelembaum, Trilok Gurtu, Justin Vali, Kepa Junkera, Waldemar Bastos, Maria João, Gemma Bertagnolli, Myrdhin, Anders Norude (de Hedningarna), Hubert Jan Hubeek, entre otros muchos artistas de primera línea, compartirían su talento con Dulce en este álbum conceptual sobre los cuatro elementos de la naturaleza que le valdría el Premio José Afonso del año 2000.



La cantante portuguesa Dulce Pontes y el compositor italiano Ennio Morricone se conocieron en 1996, mientras ella grababa un tema para la banda sonora de la película Sostiene Pereira. Quedaron para trabajar juntos en el futuro. En el 2001 la alizanza entre Ennio Morricone y Dulce Pontes se acentúa y ella participa como invitada en el Barbican de Londres, en l'Arena di Verona, en la Accademia Nazionale di Santa Cecília, entre otros auditorios.
Ocho años más tarde, se cumple la cita en los estudios Fórum de Roma, grabando en la primavera de 2003 el disco 'Focus', un álbum en el que ella pone la voz y él la música, que recoge canciones de diferentes bandas sonoras del maestro Morricone e incluye cinco nuevas piezas, escritas especialmente para el disco. Dulce interpreta los temas ya famosos del compositor, y a algunos temas creados especialmente para ella. Es una representación de la obra de Ennio Morricone en sus más de cuarenta años de carrera musical, desde el periodo de su colaboración con el director Sergio Leone, representado por dos canciones, Your Love y O Amor A Portugal de la película Once Upon In The West (Hasta que llegó su hora, 1969), hasta La Luz Prodigiosa (2003) con letras tomadas de poemas de Federico Garcia Lorca. Entre las canciones nuevas destaca Amália Por Amor, homenaje a la gran cantante de fados portuguesa Amália Rodríguez.



El resultado del trabajo fue presentado en concierto en salas como el Royal Albert Hall de Londres, la Arena di Verona, el Auditorium Parco della Música en Roma, el Mazda Palace de Milán, el Palacio de Congresos de París o el Internacional Forum Hall de Tokio. En España el disco es casi disco de oro (45.000 copias). Por fin, Dulce debuta en solitario en el Barbican de Londres en el otoño de este mismo año.

En junio de 2004, el Ayuntamiento de Lisboa invita a Dulce Pontes, a Ennio Morricone y a la Orquesta Roma Sinfonietta a presentar ese concierto. Sobre ese proyecto Morricone dijo: "Yo sabía que el resultado final sería un éxito, pero no imaginaba que toda la experiencia sería tan extraordinaria". La madurez artística incuestionablemente alcanzada aún se vuelve más activa y curiosa. Su elegante voz que ha roto fronteras, deja una ligera brisa de arte sobre los que pueden sentir la luminosidad, belleza y sensibilidad de uno de los mayores exponentes de la cultura del país luso a nivel internacional. Y entonces continúa la búsqueda de asociaciones puntuales para proyectos especiales, como el encuentro 'Fado Tango', donde Dulce Pontes dividió el escenario del Centro Cultural de Belém en Lisboa con el poeta, rapsoda e historiador argentino Horácio Ferrer, responsable, en asociación con Astor Piazzola, de revolucionar la tradición del tango argentino. Y donde digo fado, digo canción popular a la manera de su gran compatriota Jose Afonso, pues todo eso, y más, encontramos en el repertorio de Pontes. Hasta Piazzolla, sin ir más lejos, ni más cerca. Sobre la interpretación de Dulce de su canción 'Balada para um Loco', el poeta declaró: "Ella lo ha recreado de tal forma que, por primera vez, he empezado a aprender cosas sobre mi propia canción. Esta obra es una confidencia y ella supo interpretar al poeta...".



En diciembre de 2006, 'O coração tem três portas', un conjunto de varios estilos musicales y de varias influencias de la cantante como son el flamenco, la danza o el fado, saldría al mercado en Portugal autoeditado por Dulce Pontes, después de finalizar su contrato con Universal. El álbum sería disco de oro y recibiría a lo largo de 2007 inmejorables reseñas de la prensa internacional especializada como 'Songlines' o entraría en el TOP-20 de la lista europea de World Music. En él regresa al fado con la autoridad de quien lo recuperó para las nuevas generaciones en la década de los noventa. Un disco "elaborado en un periodo intenso y delicado" de su vida, realizado con la colaboración de Carlos Núñez.

En 2008 destaca su participación en el Festival Cultural de Zacatecas (México), donde compartó cartel con Bob Dylan, y su primer concierto en Moscú, en la Casa Internacional de la Música. El verano estuvo marcado por la gira conjunta por España con la cantaora flamenca Estrella Morente. 'Dulce Estrella' llevó a 50.000 espectadores por los distintos escenarios por donde actuaron y en el que las músicas de ambos países se hermanaron por una selección de canciones populares de España y Portugal. También con temas propios de Morente, quien con 26 años y tres discos, se ha convertido en uno de los nuevos valores del flamenco, y de Pontes, considerada la voz del nuevo fado portugués. Morente y Pontes, que desde hace tiempo se profesan una mutua admiración, han coincidido en varias ocasiones en distintos festivales. La admiración de la granadina por la portuguesa quedó patente durante su primera actuación en Lisboa, cuando la cantaora se despidió del público con uno de los fados más conocidos de Dulce Pontes, "Cancao do mar" ("Canción del mar").



Y al llegar este año 2009, la artista de Montijo que volvió a ser madre, esta vez de una niña llamada María, conmemora sus 20 años desde que pisara por primera vez un escenario y se enamorara de la música con la edición del doble disco 'Momentos', regresando a sus raíces y a las tablas, para ofrecernos, con material inédito y algunas nuevas versiones de temas como 'Canção do mar', 'Lágrima' y 'O infante'. Farol Música posee los derechos de licenciatura de esta grabación de 'Ondeia Música' el sello de Dulce, que para finales de año pretende editar un DVD conmemorativo. El 8 de mayo, unos días después del lanzamiento del nuevo disco, Dulce Pontes participó como artista invitada junto a Juliette Gréco y Randy Crawford, en la ceremonia de apertura del Wiener Festwochen de Viena (Austria) interpretando dos temas de 'Momentos': 'Verde pino, verde mastro', 'Júlia Galdéria' y 'Ondeia'.



Su actividad artística contribuyó al renacimiento del fado en los años noventa del siglo pasado. Se la considera una de las mejores artistas dentro del panorama musical portugués.
Hay dos formas de enfrentarse al trabajo de Dulce Pontes, quien, como la caboverdiana Cesaria Evora, canta descalza: desde la perspectiva de la entrega sin condiciones a su despliegue vocal, o desde la cautela de quien espera que la artista se muestre comedida, lo que no significa apagada. Las canciones que se nos proponen son, en general, estupendas. Como lo es su voz, que parece ganar potencia y agudos con el paso del tiempo. Sin duda, es la mayor cantante portuguesa de la actualidad y una de las más importantes del mundo.

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