Chick Corea dijo sin ambigüedades que con "Kind of Blue" se creó un lenguaje musical totalmente nuevo. Ciertamente lo que Miles hizo con este álbum fue reinventar la música, lograr con el Jazz modal matices que antes nadie había logrado. Todo empezó desde la edición de "Birth of the Cool", lo que finalmente fue el comienzo de la refundación del jazz por parte de Miles. El concepto "modal" iniciado ya por Miles en "Milestones", fue desarrollado por George Russell, y a grandes rasgos se basa en que el intérprete improvisa sobre una serie de escalas, en vez de hacerlo sobre acordes o armonías (como habitualmente se practicaba). "Kind of blue" es la cumbre del jazz modal, por las intervenciones en tuttis y los solos construidos en una tonalidad general, sin cambios tonales, dándole a la música una sutileza inigualable. Las composiciones eran totalmente originales, y salvo Miles, quien tenía el álbum en su cabeza, el resto de los músicos desconocían previamente las composiciones.
La grabación tuvo lugar en el 30th Street Studio de la Columbia Records en la ciudad de Nueva York en apenas diez horas repartidas en dos días, el 2 de marzo y el 22 de abril de 1959. Su lanzamiento se produjo el 17 de agosto por el sello discográfico Columbia en formato mono y estéreo.
“¿Cómo es posible llegar al estudio con lo mínimo y salir con algo eterno?", se pregunta el guitarrista Carlos Santana en el documental sobre la grabación del álbum. Acompañaron la trompeta de Miles Davis, el legendario saxofonista tenor John Coltrane y el contrabajista Paul Chambers. El equipo se completó con Julian "Cannonball" Adderley en el saxofón alto (no toca en "Blue in Green"), Jimmy Cobb a la batería y Bill Evans al piano. También participó Wynton Kelly al piano, aunque sólo toca en "Freddie Freeloader".
Jimmy Cobb, el único sobreviviente de aquella grabación, dijo una vez: "¿Cómo iba a sonar mal con los músicos que había?". Aslhey Kahn, autor del libro "Miles Davis Kind of Blue. La creación de una obra maestra", lo resumió con claridad: "hay melancolía en su sugestión de lo efímero, serenidad en su profunda reserva y simplicidad".
En años posteriores, Evans recordaba que "hubo buena onda en aquella grabación. Pero realmente no tenía ni idea, creo que ni yo ni nadie, de la influencia y de la trascendencia que tendría el disco". Fue la última vez que Miles Davis y Bill Evans grabaron juntos.
¿Qué decir de los temas que conforman el disco? ¿Cuántos "Kind Of Blue" existirán si consideremos las innumerables veces que se han hecho y se harán esos temas? ¿La eternidad no consiste en una continua rememoración? Aquel álbum no proponía una simple sucesión de canciones, sino un proyecto artístico completo: un viaje sonoro que comenzaba con el célebre "So what" y concluía con "Flamenco sketches".
Aunque en los créditos sólo se le atribuya a Miles Davis la autoría de los temas, Bill Evans aportó "Blue In Green" y en "Flamenco Sketches" participó junto a Davis en su composición.
Una composición escrita sobre dos acordes que siempre generan continuidad, cuyo primer solo es del propio Miles, las oportunidades improvisatorias de la armonía modal, la solemne introducción clásica del piano Bill Evans, la certera y correosa línea del contrabajo de Paul Chambers y toda la intercomunicación espaciada entre la trompeta de Miles Davis y su mimado saxofonista John Coltrane, dan inicio al disco con el ya legendario “So What”.
La historia del nombre, que no puedo asegurar que sea cierta, es que a Bill Evans (de quien no sabían que estaba a punto de jugar su mejor partido) lo amenazaban bromeando con lo que le harían a su "culito blanco" todos los "negrazos" si su piano no sonaba al nivel, a lo que dicen que Bill respondió: -¿So what?, lo que le terminó dando nombre a un tema que, con el esquema previo que Davis imaginó, luego en estudio lo terminaron definiendo entre todos esos extraordinarios artistas, produciendo esta joya.
En el segundo corte, se sienta al piano Wynton Kelly en su única inclusión en el disco, imprimiendo un enriquecedor tinte blusero al primero de los temas grabados y titulado “Freddie Freeloader” (Freddie, el gorrón), apodo por el que se conocía a un tipo cercano a Miles, un camarero, y uno de esos personajes de la calle que formaba parte de la “flora y fauna” jazzística neoyorquina y que durante un tiempo ejerció de "mandado" de Miles.
El tercer tema, “Blue in Green”, aunque atribuido a Miles en los títulos de crédito, fue compuesto por Bill Evans, pianista “oficial” de la grabación y responsable de la sutil e innegable atmósfera relajante que Miles buscaba. La bella y melancólica balada “Blue In Green”, es donde más que nunca se aprecia el concepto modal amalgamado por la rica dupla Miles Davis-Bill Evans. Y es aquí donde la sordina de la trompeta de Miles se podría confundir con el más exquisito, sugerente, profundo y delicado de los “quejíos” flamencos. Casi como la siempre angelical voz de una madre para un hijo o el susurro de un amor imposible. Esta balada lenta que pinta brochazos impresionistas en un lienzo dominado por el espacio, sobrecoge, inquieta y altera emocionalmente con las inagotables posibilidades de la secuencia de acordes.
“All blues” es una composición en 3/4 donde los saxos alto (Cannonball Adderley) y tenor (John Coltrane) adquieren gran protagonismo con sendos solos en los que ambos se escapan por momentos de la mesura y la ligereza modal que hasta entonces marcaba la grabación y se dejan llevar por la influencia y el origen blusero de Adderley y por el espíritu africano y geométrico de Coltrane.
El perfecto sentido de concordancia en el repetitivo acompañamiento y los respectivos solos de los vientos, nos hacen disfrutar de la métrica en seis por ocho (el “cimbreo”).
Y para concluir otro gran resultado de la unión Davis-Evans, la semibalada “Flamenco Sketches”, donde se aprecian de cierto modo los aires flamencos (de ahí su titulo, algo así como “pequeños actos flamencos”). Es el tema más puramente modal de la grabación, en el que se reflejan influencias del clásico, el impresionismo y la música andalusí. El título lo decidió Miles después de que I.Townsend, del equipo de grabación, escribiese en la ficha de registro “Español” ante la necesidad de identificar una primera toma, que originalmente no se publicó pero que en reediciones posteriores es la que cierra el disco como “Alternative Take”.
El tema deja la puerta abierta a una aproximación luego mas acabada en el siguiente disco de Miles, titulado ya rotundamente “Sketches of Spain”, aunque esta vez junto al arreglista Gil Evans.
Escribió en la portada de aquel disco el propio Bill Evans: “Existe un arte visual japonés en el que el artista está en la obligación de ser espontáneo. Debe pintar, sobre un fino pergamino, con un pincel especial y tinta negra, con el cuidado de que una pincelada no interrumpa la línea o traspase el pergamino. No hay lugar para borrones o cambios. La disciplina a la que los artistas se someten es la de permitir que la idea se exprese a sí misma en comunicación con sus manos de forma tan directa que no pueda interferir la reflexión.”
Cinco temas que conforman una de las grabaciones de escucha obligada para músicos y aficionados, fuente de lenguaje jazzístico y una de las de las cumbres del jazz moderno.
“Kind Of Blue”, imprescindible entre imprescindibles.
Impecable la reseña de este glorioso disco. Alguna vez sobre un video de So What escribí: "no busquen nada mejor que esto , porque simplemente no existe nada que suene mejor. Es el disco perfecto del grupo perfecto.
ResponderEliminarFabulosa reseña. Felicidades! Si me permites la voy a citar en mi blog (denaranjasyparadojas.blogspot.com) en un artículo sobre el día internacional del jazz.
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ResponderEliminarSería un honor Christian.
ResponderEliminarGracias por la visita. Abrazo,