martes, 15 de diciembre de 2009

Richard Galliano, del tango a la new musette

Hace tiempo que Richard Galliano encontró su lugar en el mundo de las músicas populares del mundo. Comenzando por el tango de la mano de Astor Piazzola, ha seguido y sentido otras formas como la música de cámara, la brasileña, los boleros, el tango o el musette. Definitivamente cambió la historia del acordeón, y ha tenido éxito, con el énfasis musical con que trata la melodía, el ritmo y armonía, imponiendo su instrumento en contextos musicales que antes se ignoraban en festivales de jazz y en conciertos clásicos.

Este compositor musical y acordeonista franco-italiano de jazz nació el 12 de diciembre de 1950 en Cannes, Francia. Comenzó tocando el piano y el acordeón con su padre, Lucien Galliano, nacido en Italia, músico y profesor de acordeón, y bajo su tutela comenzó a tocar el acordeón cuando tenía cuatro años. Más tarde estudio trombón, armonía y contrapunto en la Academia de Música de Niza. Amplió sus estudios con el profesor Claude Noël, quien le introdujo al mundo del jazz, y le hizo escuchar a acordeonistas italianos como Fugaza, Volpi, y Fancelli, y a los americanos Art Van Damme y Emil Felice, quien tocó con Benny Goodman. Galliano pasó mucho tiempo buscando las grabaciones de estos artistas, muy difíciles de encontrar, ya que la mayoría de las tiendas solo tenían a los acordeonistas tradicionales tocando el repertorio tradicional. Siguió sus estudios musicales en el Conservatorio de Niza, dirigido entonces por el organista Pedro Cochereau. Allí tomó clases de contrapunto, armonía y trombón.



Cuando tuvo que elegir un instrumento, continuó tocando el acordeón, pero siempre estuvo interesado en música que tradicionalmente no lo incluyera, como la música de Miles Davis y Max Roach y Clifford Brown. A pesar de saber que no era habitualmente utilizado en jazz, Galliano lo adoptó, y cuando tenía 14 años comenzó a tocar jazz con dos amigos.
Ganó varios premios en competencias locales de acordeón y se mudó a París, donde tuvo la suerte de conocer al cantante Claude Nougaro. Desde 1973 y hasta 1976 trabajó como director, compositor y arreglador de la big band de Nougaro. Más tarde trabajó con músicos como Chet Baker, Ron Carter, Enrio Rava, Jan Garbarak, Michael Petrucciani, Philip Catherine, Toots Thielemans, Pierre Michelot, Didier Lockwood, Eddy Louiss, y Joe Zawinul.



Mientras estaba en París, Galliano conoció a Astor Piazzolla. Según una versión, fue precisamente Piazzolla quien le dijo que su imagen como acordeonista de jazz estaba muy americanizada y que tenía que redescubrir sus raíces francesas.
En 1983, Astor Piazzolla invita a Richard Galliano como primer solista de bandoneón en una comedia francesa inspirada en el Sueño de una noche de verano (de William Shakespeare) con música original de Piazzolla escrita sobre una puesta en escena de Jorge Lavelli. Este fue el principio de una gran amistad entre los dos músicos, que duró hasta la muerte de Astor Piazzolla en 1992.



A pesar de que Galliano odió durante mucho tiempo la Musette, un ritmo propio de los salones de baile parisino de 1930 y tradicional música para acordeón, se dio cuenta de que era parte de la herencia del instrumento, así que decidió seguir el consejo de Piazzolla y revivir y modernizar la Musette. "Piazzolla me guió y me ayudó a entender la necesidad de recuperar mi identidad", aseguró Galliano.
New Musette fue grabado en 1991. Dijo Galliano "Estoy creando la New Musette porque creo que esta música no debe ya ser tocada como en 1930, y la toco mezclando mis más fuertes influencias: Piazzolla, Coltrane, Bill Evans, Debussy."

Richard Galliano busca la belleza valiéndose básicamente del tango y el jazz, se apoya en grupos poco numerosos pero de sonido preciso, sincronización entre todos los componentes, y cercanos al público. Su música viaja desde París a Buenos Aires con escalas, con elegancia, virtuosismo y poesía. Tan delicado como certero, suena carente de exhibiciones circenses o concesiones a la galería, va directo al grano y obteniene un sonido limpio que destila pureza.



Ha compartido escenario con grandes músicos de todo el mundo como Chet Baker, Ron Carter, Joe Zawinul, Al Foster, Pierre Michelot, Biréli Lagrène, Jean François Jenny-Clark, Eddy Louis, Philip Catherine, Aldo Romano, Charlie Haden, André Ceccarelli, Michel Portal, Enrico Rava, Toots Thielemans, Jean- Charles Capon y muchos otros.

Nunca le ha preocupado ser uno de los mejores acordeonista, pero sí dar al público lo mejor de sí mismo siendo fiel a sus diversas raíces musicales: italianas, mediterráneas, jazz, canción francesa y música clásica. Inspiró a toda una nueva generación de acordeonistas internacionales. Hoy muchos jóvenes músicos tocan su música e imitan su estilo.

Cuando no recorre el mundo de la mano del Tangaria Quartet, lo hace con Gary Burton, Paolo Fresu y el pianista sueco Jan Lundgren, Mino Cinelu, Charlie Haden y Gonzalo Rubalcaba.



Richar Galliano nos regala generosamente belleza músical en etado puro, disfrute y gozo para los sentidos, sentimientos impropios para tiempos difíciles.

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