lunes, 11 de junio de 2012

La dobles varas y las infamias con la Marca de Aliverti

Eduardo Aliverti, a quien escucho desde hace unos 30 años, desde aquella radio que a mediados de los '80 el inefable Alvaro Alzogaray -el gran amigo y faro del gobierno del PJ en los '90-, definió como Radio Belgrado, finaliza así el último editorial de su paradigmatico programa radial, Marca de Radio:

Ahora viene a ser que el error presidencial de haber elevado el pliego de un impresentable candidato a Procurador General es como la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, sin perder vista que lo facturado a Reposo es, ante todo, haber intervenido contra Papel Prensa en su sociedad con el terrorismo de Estado. Viene a ser que el cepo a la compra de dólares restringe las garantías constitucionales, que les importaron un carajo cuando la cajita feliz de la clase media los dejaba masturbarse con la fantasía del uno a uno, para que después reclamaran la Constitución al pudrirse todo.
Viene a ser que unos centenares de indignados felices salen a hacer ruido y los presentan como la re-entronización de 2001 pero desde una cobertura neutral, naturalmente. Viene a ser que informan y opinan como si gobernara Videla, con la repugnante ventaja de que no gobierna y de que les pagan los que lo añoran. Viene a ser que hace mucho rato insisten, como insistimos todos, en que el desastre del transporte público amerita que eleven al área a rango de ministerio. Y cuando el Gobierno lo decide el título no es ése, sino que De Vido perdió poder. Pero eso no es ideológico, no es posicionamiento político. No. Es solamente hacer periodismo. Y si un Cirigliano va preso por la tragedia de Once, siendo como fue un empresario amigo del oficialismo, es porque no hubo más remedio. No porque la Justicia obró de manera independiente. Eso sí que es periodismo.

Qué miserables, pero qué lindo momento para la profesión. Es el más sincero de cuantos hayamos vivido, desde la recuperación democrática y hasta bastante para atrás. Sólo los necios pueden no darse cuenta de que no hay más vírgenes, y de que cada uno elige a sus desflorados favoritos. La diferencia está dada entre quienes entienden que todo es ilusión, menos el poder, y los que tienen la ilusión de convencer y convencerse en torno de que el único poder es ser abstractos. Esto último, en el mejor de los casos. En el presumiblemente mayoritario, con Menem estaban mejor. Y, unos cuantos, con los milicos también.



Aquí se puede escuchar el editorial del último sábado 09 de junio completo, y aquí es posible leer dicho editorial, también completo.


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